Ilustración de Vara, Lambán y Page.

Ilustración de Vara, Lambán y Page. Sara Fernández

Política PSOE

Vara y Lambán dejan solo a Page: los 'tres tenores' contra Pedro Sánchez ya no cantan juntos

"Comprometimos nuestra palabra para defender unas cosas en política nacional. Seremos coherentes", avisa el equipo de Page.

25 septiembre, 2022 02:47

Hubo un día en que fueron los tres tenores. Javier Lambán, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara. Igual que Plácido Domingo, Luciano Pavarotti y José Carreras, empastaban sus voces para empujar a su partido en una dirección determinada. Eran voces distintas, desempatadas en términos de graves o contundencia. Pero leían la misma partitura en clave de política nacional. Cantaban por un PSOE alejado de los nacionalismos.

Sirvan como ejemplo aquellas declaraciones que iban llegando por goteo cuando Pedro Sánchez disponía de dos caminos para negociar los Presupuestos Generales del Estado: un pacto con Ciudadanos o un pacto con Esquerra Republicana. Entonces, los barones salían al estrado de los medios y apostaban al naranja.

La oposición los trataba como una suerte de referentes de la vieja moral socialdemócrata. Los utilizaba –todavía hoy sucede, aunque en menor medida– como punta de lanza contra Sánchez, colocándolos en el espejo del presidente como quien sitúa al ángel junto al demonio.

Si a uno se le revolvían las tripas, se les revolvían a los tres. Dijo Fernández Vara que tuvo que ir a la farmacia cuando conoció la alianza de su partido con Bildu. Y a los otros dos también les entraron las arcadas.

Hoy, a pocos meses de las autonómicas, no queda nada de los tres tenores. Han elegido circunscribir su carrera a las actuaciones en solitario. A grandes rasgos, podría resumirse así. Page ha huido hacia delante, en choque frontal con Sánchez, por lo menos de puertas hacia fuera.

Lambán, con tono conciliador, mantiene su dureza frente al nacionalismo, pero se muestra cercano al presidente. Y Vara, en calidad de secretario de políticas autonómicas del PSOE, se ha convertido en gran aliado de Sánchez. Incluso participa en una guerra de medios con el líder castellano-manchego. A tenor de las fuentes consultadas, la relación entre Page y Lambán "sigue siendo muy buena". Con Vara, en cambio, se ha abierto cierta brecha.

[Guillermo Fernández Vara atiza a García-Page: "Tú fuiste presidente por pactar con Podemos"]

Con la llegada de las autonómicas, estos tres presidentes afrontan su futuro en política: algunas encuestas ponen en duda su victoria y los sitúan emparedados entre las alianzas de Sánchez y la presión del Partido Popular.

Cuentan con una gran ventaja y un gran inconveniente. En estas regiones, los candidatos de la oposición son todos emergentes, sin responsabilidades previas de gobierno, sin cartel público. Pero en estas tres regiones, las alianzas de Sánchez con el separatismo penalizan. Es momento, por tanto, de desmigar el estado de la cuestión. ¿Qué van a hacer Page, Vara y Lambán para intentar mantenerse en el poder?

Castilla-La Mancha

Castilla-La Mancha, cinco provincias y novecientos municipios. Sede del Gobierno autonómico: Toledo. Ciudad más poblada: Albacete. Se trata de la tercera región más extensa del país. Representa un 15% del terreno de la provincia. Page administra la cosa pública referida a dos millones de habitantes.

Es un territorio tradicionalmente socialista. Sólo ha habido dos excepciones: la era preautonómica que lideró UCD y los cuatro años de María Dolores de Cospedal. Pese a sus críticas a la coalición nacional PSOE-Podemos, él fue el primero que tuvo que firmar ese acuerdo para poder gobernar en 2015. Sin embargo, en contra de lo sucedido en el Congreso, aprovechó esa legislatura para reabsorber ese voto y lograr mayoría absoluta en 2019.

En esta Comunidad, funcionaba el límite de mandatos, pero lo derogó el propio PSOE, por lo que Page podrá presentarse cuantas veces quiera. "Muchos en Madrid dicen que soy un socialista atípico y es mentira. Yo soy un socialista típico. A lo mejor, lo que es atípico es lo otro (...) Uno manda y los demás son monaguillos". Esta quizá sea la frase que mejor le autodefine. En la oposición, califican estos dardos a Sánchez como un "teatro pactado" con el que esquivar la penalización del votante castellano fruto de los pactos PSOE-nacionalistas.

Pero, ¿quién es Page? ¿Cuál es el motor que le mueve? ¿Cómo incubó su ideología política? Paradójicamente, gracias a ser (sin saberlo) una moneda de cambio, llegó su gran salto. La misma técnica empleada por el presidente del Gobierno con los nacionalistas fue la que desencadenó el ascenso de Page.

Lo revela a EL ESPAÑOL Joaquín Sánchez Garrido, histórico alcalde de Toledo, descubridor de Page, que lo nombró concejal de Juventud primero y de Hacienda después: "Me llamó Bono para ver si se lo podía llevar al gobierno autonómico. Le dije que sí a cambio de que me financiara un parque. Y así fue".

Sánchez Garrido no quiere participar demasiado de la trifulca entre Sánchez y Page, pero sí concluye: "Aquí, las alianzas con Bildu y ERC no gustan a mucha gente. Esos pactos penalizan".

En el equipo más cercano de Page lo reconocen de esta manera: "Comprometimos nuestra palabra para defender unas cosas en política nacional. Seremos coherentes. Territorializaremos la campaña igual que en 2019". Lo de "territorializar", traducido, viene a significar que abrirán un abismo con los postulados de Sánchez.

Y ese abismo pasa, por ejemplo, por reconocer sin remilgos que su estrategia confrontará con la de Sánchez. Incluso en la clave de bóveda del discurso inaugurado por Moncloa: la "insolvencia de Feijóo". Rebaten en el entorno de Page: "¿Cómo vamos a decir eso? La gente no se lo cree. De hecho, estamos alertando al partido de que si van por ahí, se equivocarán".

El Gobierno castellano manchego diagnostica dos riesgos: "La evolución de la economía debido a la guerra y la inflación; y la actuación del PSOE a nivel nacional". Solventarán lo segundo aplicando un "federlismo" estricto, colocando la marca Page por encima de Sánchez; o mejor dicho: lejos de Sánchez. Es lo que les funcionó en las pasadas elecciones y lo que creen que les funcionará en las próximas.

Paco Núñez, líder del PP en esta Comunidad, niega la mayor: "Lo de Page es puro tacticismo electoral. Está muy asustado porque las encuestas no le dan y se ha echado al monte con esa estrategia de confrontación con Sánchez. Pero todo es un teatro".

¿A qué se refiere? "Critica a Podemos, pero fue el primero que pactó con ellos. Vayamos a lo práctico. Por mucho que diga en los periódicos [se refiere a la entrevista de Page en El Mundo], firmó un acuerdo para eliminar la educación concertada, no quiso reprobar a Garzón, votó a favor de los indultos del procés y no hace nada por rebajar la presión fiscal", sostiene en una charla telefónica con este periódico.

"El jueves pasado, Page se abrazó a Sánchez en Toledo. Dijo que haría todo lo posible para ayudarle a ganar las generales. Los ciudadanos saben que sus ataques de después son postureo. Nuestras encuestas nos dicen que estamos a dos puntos de ganar las elecciones. Ya nos da la suma con Vox", augura el candidato popular.

Extremadura

Dos provincias y un millón de habitantes, cuna de los conquistadores del Nuevo Mundo. En términos de relevo en el poder, Extremadura es una tierra conservadora. Sólo ha tenido tres presidentes autonómicos: Rodríguez Ibarra (estuvo más de veinte años), Guillermo Fernández Vara (Olivenza, 1958), José Antonio Monago (PP) y ahora otra vez Fernández Vara.

Médico forense, con amplia experiencia laboral lejos de la política, se convirtió en secretario general de su partido en su tierra hace ya catorce años. Llegó al gobierno en 2007, pero un pacto entre PP e Izquierda Unida lo desbancó en 2011. Iván Redondo, gurú de Sánchez hasta hace un telediario, fue el hacedor de aquel pacto. De hecho, Monago le premió con la consejería más importante, la de Presidencia.

Cuando Moncloa fichó a Redondo, a Vara se le torció el gesto. Su archienemigo era de pronto el hombre que susurraba a su jefe. La campaña de Redondo contra Vara en Extremadura fue brutal, un acoso y derribo que el hoy presidente extremeño no va a olvidar.

La relación entre Sánchez y Vara no fue demasiado fluida en la primera etapa del madrileño en la Moncloa. Eran tiempos en que todavía Vara criticaba las alianzas con los nacionalistas y lo hacía con especial dureza, diciendo que se dirigía a la farmacia en busca de un medicamento para los vómitos.

En 2015, Vara logró lo que no consiguieron Sánchez y Page: fue investido presidente con el apoyo externo de Podemos; es decir: sin la entrada de los morados en el gobierno. Y eso se notaba en su discurso.

Hay dos escenas que denotan su cambio de postura. La primera es la ya mencionada acerca de los pactos con Bildu. Dijo Vara: "Ver a Otegui (sic) siendo clave para decidir los PGE del Estado que combatió desde un grupo terrorista me produce una sensación muy dolorosa. Por un lado de fracaso como país por no ser capaces de que sean irrelevantes. En lo personal iré a la farmacia a buscar un antiemético”.

En junio del año pasado, en una entrevista con la Cope en Mérida, pidió a los ciudadanos que "entendieran los indultos del procés". Fue abucheado. Vara es hoy secretario de políticas autonómicas del PSOE y hombre de la máxima confianza de Sánchez.

Su último gesto ha sido reprender a Page por su "falta de lealtad" y su carácter "contradictorio": "Tú fuiste el primero en pactar con Podemos". Una defensa clara de la estrategia seguida por Sánchez.

En las próximas elecciones, deberá dar un giro a su discurso y le será más difícil escaparse de las críticas de la oposición, que le recriminará haber pasado de lamentar las alianzas de Sánchez... a "defenderlas". Él responderá con el balance de su gestión y la "estabilidad política de Extremadura".

María Guardiola, candidata del PP en esta Comunidad, resume así la estrategia que empleará para intentar derrotarlo en las urnas: "Vara es hoy un delegado comercial de Sánchez. Percibo en la calle que le va a pasar factura. Esta legislatura, ha aplicado el rodillo típico de la mayoría absoluta. Ha pasado de defender a Susana Díaz a defender a Sánchez. No se atreve a elevar la voz. Todo eso se lo recordaremos a los extremeños, aunque ya se han dado cuenta".

Aragón

Tres provincias y 1.300.000 habitantes. Más de la mitad de ellos residentes en Zaragoza. Por tanto, una especie de cohabitación en el poder. El PSOE gobierna la Comunidad y el PP el Ayuntamiento. El Estatuto de Autonomía reconoce la "nacionalidad histórica", pero la única lengua oficial, pese a hablarse el aragonés y el catalán, es el español.

Javier Lambán (Ejea de los Caballeros, 1957) es licenciado en Filosofía y Letras. Lleva toda la vida en política. Concejal en su ciudad natal desde 1983, de la que luego sería alcalde. En sus mandatos como presidente de Aragón (cargo que ostenta desde 2015) siempre ha estado apoyado por las formaciones regionalistas y de izquierdas.

Debido a las intenciones de catalogar Aragón como una suerte de territorio catalán por parte de movimientos independentistas, Lambán siempre se ha dicho firmemente en contra de cualquier veleidad nacionalista: "Los independentismos son una perversión democrática".

No ha aflojado su discurso en ese aspecto pese a las alianzas de Sánchez. De hecho, siempre que le preguntan, contesta. Pero al mismo tiempo, y a diferencia de Page, juega un equilibrio entre la crítica y el abrazo. Dicho de otro modo: en Moncloa no están inquietos por su proceder.

"No entiendo la fascinación de parte del PSOE por el nacionalismo", llegó a decir Lambán. Pero Sánchez jamás ha confrontado con él. En el equipo del presidente aragonés, reconocen que mayo arrojará, seguro, "un resultado muy ajustado".

"Es difícil revalidar el Gobierno, pero Lambán está más asentado que hace ocho años. Por su gestión y por la marcha de la Comunidad. Esto es tierra de estabilidad. Todos los días vienen empresas. Aragón es una de las que más crece y menos paro tiene", presumen sus colaboradores.

–¿Y qué va a hacer para que las alianzas nacionalistas no le pasen factura? Porque, en Aragón, eso puede pasar factura. La izquierda allí jamás ha sido connivente con el independentismo.

–No va a cambiar su discurso. Aragón es lo primero. La postura de Lambán es clara y no se va a callar. No obstante, eso no significa abrir una guerra con el Gobierno central. Sería absurdo. Nos perjudicaría a todos. La calma social es lo que trae las empresas.

La otra cara de la moneda la encarna Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza y líder del PP en Aragón, que refuta la honestidad de Lambán en sus principios contra el nacionalismo y en la salud empresarial de Aragón.

"Lambán no es un díscolo, no discrepa con Sánchez en la realidad. Sólo lo hace en determinados espacios mediáticos porque sabe que le renta políticamente. Sus críticas, veladas siempre, las lanza para obtener beneficio electoral. Primero él, luego los intereses del PSOE y después los de Aragón", critica Azcón.

A juicio del regidor maño, la postura de su adversario es teatral: "Fíjense en los votos, que es lo que importa. Votó a favor de los indultos, votó a favor de la Ley de Memoria. Le parece bien el acercamiento de los presos de ETA. ¿Qué más da lo que luego diga en los periódicos?".

Para terminar, Azcón lanza este último argumento: "Si de veras fuera un opositor a Sánchez, le montarían primarias en todas partes, pero le dejan nombrar candidatos en Zaragoza, Huesca, Teruel... Todo es un juego que le beneficia electoralmente. Los ciudadanos se han dado cuenta".

En cuanto a los datos, Azcón escoge otros, que nada tienen que ver, como era de esperar, con los mencionados por el Gobierno autonómico: "Es la Comunidad que más impuesto de patrimonio cobra, la segunda peor en IRPF y la tercera peor en impuesto de sucesiones. Aragón es hoy el infierno fiscal que era Andalucía. También la región donde más días hay que esperar para que te operen o para que te vea un especialista".