La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha posicionado públicamente en contra de la tasa propuesta por la Unión Europea para gravar los beneficios extraordinarios de las energéticas. Un rechazo que contrasta con el apoyo del Partido Popular, que defiende "el derecho a discrepar" de la baronesa madrileña.
Este martes, en el Congreso de los Diputados, la portavoz parlamentaria del Grupo Popular, Cuca Gamarra, ha esperado hasta la tercera pregunta para aclarar que "el PP es el partido de la libertad", destacando que eso "es un valor a salvaguardar". De esta forma, ha evitado desautorizar a Ayuso.
En ese sentido, la también número dos del PP, ha remarcado el derecho a "no coincidir en algunos momentos" de la presidenta madrileña. Aunque, también ha aclarado: "Esto no afecta a nuestra posición, que es la conveniencia de aprobar una tasa para los beneficios extraordinarios de las eléctricas que no afecte a la facturación".
Horas antes, el propio presidente Feijóo se desmarcaba de Ayuso en una convocatoria en Castilla y León. Preguntado por las últimas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid en Onda Cero, el líder de la oposición incidía en su respaldo a las medidas anunciadas por la Comisión Europea para hacer frente a la inflación.
El rechazo de Ayuso
Cabe recordar que Ursula von der Leyen, presidenta comunitaria, propuso una serie de iniciativas que incluían topar los beneficios de renovables, carbón y nuclear para bajar la factura energética. Para Ayuso, esta solución "no va al fondo del problema y lo único que hace es al final repercutir en el bolsillo de los ciudadanos".
En una entrevista en Onda Cero, la presidenta de la Comunidad de Madrid defendió que con este tipo de gravámenes "siempre ocurre lo mismo", argumentando que "porque le vaya peor a las eléctricas, a los bancos o a las empresas, no le va mejor a la gente".
Sin embargo, la dirección nacional del Partido Popular lleva días mostrando un respaldo férreo a la propuesta europea, indicando además que en caso de reproducirla el Gobierno de España no dudarían en apoyarla.
Sobre estas diferencias con el líder de su partido, Isabel Díaz Ayuso indicó que no podía esperar "al teletipo del presidente para opinar", reforzando así su perfil propio y también su derecho a discrepar del argumentario de Génova sobre asuntos de actualidad.
La línea que ha adoptado la baronesa popular se aleja claramente de la visión que tiene Alberto Núñez-Feijóo y el resto de dirigentes, que abogan además por exhibir sintonía con la líder conservadora más influyente en Europa: Ursula von der Leyen.
A los intentos del Gobierno por enfrentar al Partido Popular con sus socios europeos por las propuestas en el ámbito energético, Génova ha pasado a la acción. Lo hizo en el cónclave celebrado recientemente en Toledo, donde la sorpresa llegó de la mano de la presidenta del Ejecutivo comunitario, que intervino a través de un vídeo.
Von der Leyen
Von der Leyen lanzó un mensaje de apoyo a Feijóo y al Partido Popular, un espaldarazo y el principal logro de esta cita. Los populares presumieron de unidad en el partido a nivel europeo y cargaron contra el Gobierno por no querer retirar la proposición parlamentaria que persigue gravar a eléctricas y banca para aplicar lo que pide Europa.
Desde Génova consideraron que las críticas que habían recibido de Moncloa de estar al servicio de los intereses de las eléctricas quedaban desactualizadas. Y es que Feijóo ha avalado en reiteradas ocasiones que la medida de la Comisión es "completamente distinta a la del Gobierno de Sánchez".
El jefe de la oposición ha subrayado que los populares están a favor de lo que pide su líder en Bruselas, de hecho, en el plan energético remitido al Gobierno ya se incluían algunos puntos que después defendió la presidenta de la Comisión.
Este martes, en un acto con el presidente de Castilla y León, Feijóo ha vuelto a defender que la propuesta europea es "más razonable y mucho más lógica que el disparatado impuesto del Gobierno central español".
De esta forma, el presidente del PP se mantiene fiel a su postura, indicando que esta vez no se dejará arrastrar por los planteamientos de Ayuso. Pero también evita enfrentarse a ella y le da libertad para mostrar una postura contraria, aunque eso pueda trasladar a la opinión pública una imagen de falta de cohesión interna.