El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez-Feijóo, aseguró este miércoles que si el Gobierno "hace una propuesta" para gravar los beneficios de las eléctricas, como pide Bruselas, y no los ingresos, como persigue Sánchez, "contará con el voto a favor" de su formación en el Congreso de los Diputados.
Después de rechazar el PP la tramitación en el Parlamento del gravamen propuesto por PSOE y Podemos para las grandes corporaciones financieras y las energéticas, su líder cargó duramente contra la fórmula planteada por el Ejecutivo de coalición.
"No está proponiendo un impuesto a los beneficios, sino a la facturación. El impuesto del Gobierno de España y la tasa de la Unión Europea son absolutamente distintos", reiteró en varias ocasiones Feijóo en una entrevista con Ana Pastor en el programa El Objetivo de La Sexta.
El jefe de la oposición hizo especial pedagogía, con varios ejemplos gráficos, para remarcar que lo que Pedro Sánchez busca con este impuesto es "incrementar la recaudación para la Hacienda pública con lo que facturan las empresas" y no con los beneficios extraordinarios derivados de la coyuntura actual.
"Serias dudas"
Feijóo puso en tela de juicio además la viabilidad de esta iniciativa legislativa, asegurando que si "no se corrigen" algunas cuestiones técnicas, "las eléctricas ganarán en caso de que impugnen y el Estado tendrá que devolver lo que se recaude con ese impuesto".
"No podemos apoyar un texto en el que tenemos serias dudas de que prospere ante un recurso en un tribunal y no podemos ser cómplices de recaudar un dinero hoy y tener que devolverlo mañana", dijo el dirigente popular para explicar su postura, añadiendo que en "el ámbito del derecho tributario esto es A, B y C".
Sobre la tasa planteada por la Comisión Europea, cuya presidenta pertenece a la familia de los populares, se mostró rotundo, asegurando que Moncloa "tendrá el voto" del PP "si hace una propuesta en ese sentido".
En cualquier caso, Feijóo subrayó que la alternativa de Génova es "bajar los recibos de la luz a las personas de menor renta". Esto, dijo, se podría hacer estableciendo "un precio máximo a las energías renovables, hidráulicas y nuclear" o negociando con las energéticas "hacer un descuento directo a los clientes".
Subida de salarios
El presidente del PP se mostró muy crítico con la llamada 'excepción ibérica', asegurando que si estuviera en su poder la quitaría y se preguntó: "¿Si es tan buena, por qué no la quiere Europa?".
Al margen del ámbito energético, la economía también centró parte de la entrevista. El presidente popular enmendó la totalidad de la política económica del Gobierno: "Ha sido tan poco seria, tan poco sólida, que España está a la cola de la recuperación y en la cima de la inflación de las grandes economías de Europa".
En materias como la subida de los salarios admitió que "si las empresas lo pueden plantear y lo pueden llegar a financiar por su cuenta de resultados, es necesario porque la inflación se está llevando mucho poder adquisitivo". Aunque la cantidad del aumento salarial la decidirían "la CEOE y los sindicatos".
Feijóo evitó verbalizar un apoyo a la subida del SMI, como plantea el Ejecutivo, y dejó claro que lo prioritario ahora es "garantizar la viabilidad de la empresa". Advirtió, eso sí, del riesgo que supone que suban los costes laborales y algunas compañías dejen de ser viables.
Más esquivo fue con las pensiones, indicando que su obsesión, si fuera presidente, sería "que no subiese la inflación como ha subido en España". Aunque sí aceptó "actualizar las pensiones", pero no profundizó en qué porcentaje convendría hacerlo.
"Estamos esperando a que el Gobierno diga cómo se pueden incrementar las pensiones con el IPC y si esto es compatible con las normas europeas", dijo, al tiempo que advirtió del riesgo que supone "dejar un dinero enorme a pagar", en relación con el aumento de la deuda pública.
CGPJ
También se referió a la situación de la Justicia, con el bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial instalado entre los dos principales partidos de la Cámara Baja.
Feijóo reprochó al Gobierno la ley que establece un plazo máximo para que el Poder Judicial designe a dos magistrados del Tribunal Constitucional, asegurando que no tiene precedentes y que es inconstitucional, según el criterio que le han trasladado tanto magistrados conservadores como progresistas.
Una vez más, el presidente del PP reiteró que lo importante para renovar el órgano de gobierno de los jueces no son los nombres, sino "cambiar el sistema de elección y dar protagonismo a los jueces para que sean copartícipes en la decisión de quiénes nombran a los órganos de los jueces".
Esto, justificó Feijóo, es lo que solicita la Unión Europea, vaticinando que el comisario de Justicia europeo en su visita a España, será lo que exija al Ejecutivo. "Estamos dispuestos a sentarnos, le acabamos de hacer una propuesta".
Por último, recogió el guante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aceptando protagonizar más debates con él en el Senado. En cuanto al tono que ha adquirido la política, con una normalización de los insultos, hizo autocrítica y se disculpó si en su labor de oposición alguna vez se había equivocado.
Sobre encuestas y pactos, reconoció la buena marcha del PP en la demoscopia, mostrándose satisfecho y cauto a la vez. No quiso responder a si pactaría con Vox para llegar a la Moncloa y zanjó la cuestión sosteniendo que él quiere repetir "las mayorías de Aznar y Rajoy" en la próxima cita con las urnas.