"Yo sólo soy una pieza más, el protagonismo en de todas vosotras", ha insistido la ministra Yolanda Díaz durante la presentación de su proyecto político Sumar, "quien tiene que hablar es la gente: los profesionales, las cajeras del supermercado, las médicas, las limpiadoras. ¡Ya está bien de que hablen los de siempre!"
Pero lo cierto es que el acto celebrado en el Matadero de Madrid ante cerca de 5.000 personas (según los organizadores) había sido cuidadosamente diseñado para que nadie eclipse a la ministra de Trabajo.
Ni un sólo rostro conocido, ni un sólo ministro o diputado de Unidas Podemos, sobre el escenario. Los teloneros de Yolanda Díaz han sido ciudadanos anónimos, que han tomado la palabra para ayudarle a construir su discurso social.
Una "activista ecologista", un rider, la creadora de una empresa de videojuegos, un delegado sindical de Amazon, una profesora de la Universidad de Málaga, una psiquiatra de un hospital público de Madrid y una inmigrante, cuya intervención ha sido la más aplaudida: ¡Perdónenme por no conformarme con las migajas, queremos justifica social!", ha dicho.
Juan Carlos Monedero—sentado en primera fila y uno de los pocos rostros conocidos de Podemos presentes— ha estallado en aplausos. Tras la presentación de estos ciudadanos anónimos, Yolanda Díaz ha tomado la palabra durante sólo 23 minutos, que han parecido eternos.
En realidad, no era la esperada presentación del proyecto Sumar, sino "el inicio del proceso de escucha", han aclarado los organizadores. Yolanda Díaz ha anunciado que ahora se propone recorrer España para "escuchar a la gente" y recoger sus aportaciones, con el fin de diseñar el país de la próxima década y firmar "un nuevo contrato democrático social".
No es el mejor momento para poner en marcha el nuevo proyecto político, ha confesado Yolanda Díaz, cuando muchos ciudadanos sienten una enorme "desafeccción" por la política.
"Muchos no podéis ir al supermercado o hacer las compras en buenas condiciones", ha dicho la ministra de Trabajo, "sé que no podéis pagar el recibo de la luz con una inflación que nos ahoga". Y ha planteado su solución: justo por ello, "los impuestos y la democracia económica es más necesaria que nunca".
A este público se ha dirigido Yolanda Díaz, asumiendo de forma íntegra los mensajes de Podemos, pero sin Podemos: desde las reivindicaciones sociales, al ataque contra las "eléctricas y grandes corporaciones", la lucha contra el cambio climático y los derechos LGTBI.
Regreso al futuro
Tras celebrar el Madrid "inclusivo" que este mes celebra uno de los más multitudinarios Orgullos de Europa, ha dado las gracias "a las que habéis sacrificado vuestras vidas, a quienes habéis salido del armario para ponerlo todo patas arriba y para decir que queréis un país mejor. Vengo a hablaros del futuro", ha dicho emulando a Michael J. Fox.
Pero en el acto pesaban las ausencias. Tan sólo 24 horas antes, las ministras de Podemos Ione Belarra e Irene Montero reconocieron que Yolanda Díaz les había pedido expresamente que no acudan a la presentación de Sumar, para que el protagonismo corresponda exclusivamente a la sociedad civil. De este modo, nadie ha eclipsado a Yolanda Díaz.
Micrófono en mano, ha recorrido el escenario desgranando su charla motivacional: "Sumar no va de partidos, Sumar sois vosotros y vosotras", ha dicho, "vamos a salir a dibujar España, el nuevo país, cargadas de esperanza". Más adelante ha aclarado: "estamos hartas de distopías, no queremos distopías, queremos ser felices".
La ministra de Trabajo no sólo se propone "ensanchar la democracia" para que llegue a "los impuestos, la economía, las escuelas, los centros de día, los centros de mayores". También ha considerado que "la democracia tiene que llegar a Europa".
La tragedia de Melilla
La guerra de Ucrania, causante en buena medida de la actual situación económica, apenas ha aparecido en su discurso de una forma velada: "Europa que tiene que ser más social, tiene que hablar de paz y buscar la paz". Desmarcándose de sus compañeros de Podemos, no se ha atrevido a cuestionar el envío de armas de Ucrania, ni el incremento de gastos de Defensa pactado en la Cumbre de la OTAN de Madrid.
Pero sí ha lanzado una severa advertencia a la Comisión Europea: "Europa tiene que decir que nunca más vamos a volver a las reglas de la austeridad".
De forma más velada, ha dejado un recado para el presidente Pedro Sánchez ("hay que respetar los derechos humanos, en Melilla o en cualquier parte del mundo") y para el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo: "Ellos piensan que un hombre trajeado con corbata, moderado, es quien debe ser presidente del Gobierno".
Pero ha sido en sus ataques contra las grandes corporaciones, las compañías eléctricas y los "súper ricos" donde la ministra de Podemos ha planteado con más nitidez el discurso de Podemos.
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"No es comprensible que un autónomo pague más impuestos que una gran corporación tecnológica", ha dicho la ministra de Trabajo, que tiene en su mano regular el régimen de los autónomos, "no es justo que las grandes eléctricas se forren a costa de 5 millones de pobres energéticos".
"No es justo que el 80% del Impuesto de la Renta esté soportado po los trabajadores", ha continuado en su discurso social, "las grandes corporaciones que facturan más de 1.000 millones tributan al 3%. Eso no es un país justo. La democracia tiene que llegar a las empresas, a los impuestos".
Los ministros de Podemos no estaban invitados al acto. Y en justa correspondencia, los principales dirigentes del partido morado (como Ione Belarra, Pablo Echenique o el líder en la sombra Pablo Iglesias) han guardado un absoluto silencio en las redes sociales sobre el acto celebrado en el Matadero.
Hasta el punto de que resultaba difícil saber si estaban boicoteando el acto de Yolanda Díaz o intentaban no hacerle sombra.