El 28 de febrero, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se lanzaba a la piscina y aseguraba que el Gobierno decretaría "muy pronto" el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en interiores. Pero ha pasado un mes y el muy pronto todavía no tiene una fecha exacta. Por eso, Ciudadanos y Vox van a pelear este martes en el Congreso de los Diputados eliminar esta medida de protección ante la Covid-19 "inmediatamente".
Lo harán desde dos frentes diferentes (la Comisión de Sanidad y el Pleno) y no exentos de polémica. Y es que, aunque Ciudadanos y Vox tengan la misma reivindicación, la votación contraria a una iniciativa similar de Cs por parte de los de Santiago Abascal hizo que el diputado Guillermo Díaz recriminara en redes a Vox su doble rasero.
El contexto era el siguiente. El 10 de marzo el partido de Abascal da una rueda de prensa y anuncia que presentará una iniciativa para exigir el fin de la obligatoriedad de la mascarilla en interiores. "Una iniciativa que no chantajee con otras cuestiones. Cada partido tendrá que retratarse si está con la libertad o con las imposiciones injustificadas", insistía el portavoz político, Jorge Buxadé.
El diputado del Parlamento Europeo hacía estas declaraciones después de que su grupo hubiera votado, esa misma semana, en contra de una iniciativa de Ciudadanos relativa a eliminar el uso de las mascarillas. "No apoyaron nuestra propuesta con argumentos peregrinos. Pronto les veremos pedir lo mismo, querían ser ellos", denunciaba Guillermo Díaz. Premoción que se ha hecho realidad.
Con todo ello, ambos grupos coinciden esta semana para poner al Gobierno contra las cuerdas y conseguir retirar la mascarilla en interiores, después de que varios países de nuestro entorno lo hayan decidido así. Además, la solicitud llega en un momento en el que España afronta su segunda gran desescalada, eliminando las cuarentenas a contagiados y los test de diagnóstico en personas no vulnerables.
El partido de Inés Arrimadas atacará al Gobierno de Sánchez por dos flancos. Por un lado, una pregunta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a cargo del portavoz adjunto, Guillermo Díaz. Será el miércoles en sesión plenaria. Díaz preguntará al líder del Ejecutivo: "¿Por qué no elimina ya la obligatoriedad del empleo de las mascarillas en interiores?".
Pero, además, Ciudadanos someterá a debate y votación del Pleno una moción con esta reivindicación, que es consecuencia de la interpelación que los naranjas dirigieron el pasado miércoles a la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Hay que recordar que, en ese debate, Darias aseguró que la retirada de las mascarillas en interiores llegará "más pronto que tarde". La misma respuesta que Sánchez dio a finales de febrero y que, según fuentes consultadas por este diario, se alargará a después de la Semana Santa.
Horas antes, en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, se debatirá una iniciativa de Vox sobre la eliminación de la mascarilla.
En concreto, la propuesta de los diputados de Santiago Abascal consiste en "exigir el fin inmediato de la obligatoriedad de mascarillas en todos los espacios" y, según Vox, permitirá que cada grupo parlamentario fije posición nítidamente en el Congreso "sin añadidos ni chantajes".
Aunque los grupos han evitado tomar posiciones, sólo el PSOE y Vox votaron en contra de la medida de Ciudadanos del 10 de marzo, por lo que es fácil prever sus opiniones.
Diversas fuentes parlamentarias de uno y otro lado insisten en que el debate no llegará "a nada", puesto que la eliminación del uso del cubrebocas en interiores lo "usará" el Gobierno con un fin partidista.
Ciudadanos ya ha manifestado en más de una ocasión que cree que Pedro Sánchez adoptará esta decisión en un momento de "conveniencia política" y no por estar a la espera del criterio de expertos sanitarios, como alega el Ejecutivo.
Mirada a Europa
Tanto Vox como Ciudadanos miran a Europa para asegurar que la evidencia científica sustenta la eliminación de las mascarillas en interiores. Bélgica, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Noruega o Estados Unidos ya lo han hecho.
Pero no es algo que se esté decidiendo de forma generalizada. Este próximo 1 de abril, Italia sale del estado de emergencia y entran en vigor las normas vinculadas a la nueva normalidad.
En lo relativo a las mascarillas, las FFP2 seguirán siendo obligatorias para viajar a bordo de "medios de transporte escolares, espectáculos, eventos y competiciones deportivas al aire libre, o espectáculos y conciertos". Es decir, lugares con una alta congregación de gente. La quirúrgica seguirá siendo necesaria para acceder a los comercios, discotecas y otros espacios cerrados.
Uno de los países que también decidió quitar las mascarillas en el interior y ha dado marcha atrás ha sido Austria. Dos semanas después de retirarlas han anunciado que la FPP2 volverá a ser obligatoria en interiores.
La implantación de la variante BA.2, la ómicron silenciosa, está llegando a toda Europa y, con ella, una nueva curva de casos de Covid-19 que ha llevado a países como Italia o Austria a mantener las mascarilla en interiores.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) comunicó hace una semana que la incidencia media de la Covid en Europa ha aumentado, después de varias semanas de caída sostenida.
El incremento ha sido de un 4,6%, hasta los 1.565 casos por millón de habitantes (con un repunte del 9,1 % en colectivos con más riesgo, como los mayores de 65 años) y con aumentos de transmisión en 14 países.
Para algunos, como Alemania, los datos son un indicador a tener en cuenta, pero no determinante. Aunque el país registra la tasa de alta más infecciones de toda la pandemia, el Gobierno ha decidido seguir con la desescalada.
"No podemos seguir protegiendo a todo el país para proteger a un pequeño grupo de personas que no están dispuestas a vacunarse", aseguró ministro de Sanidad, Karl Lauterbach.
Según las autoridades del Ministerio de Sanidad, España no tiene por qué preocuparse por esta variante. Tal y como publicó este diario, el Ministerio considera que esta nueva mutación de la Covid no va a ser un problema para la salud pública. "El riesgo asociado a este linaje se considera bajo para la población general y moderado para la población vulnerable", alegan en su última evaluación.
"La probabilidad de que BA.2 se imponga al resto de linajes circulantes en este momento se considera muy alta. Sin embargo, el riesgo de que este cambio por sí mismo genere un aumento en la transmisión se considera bajo", esgrimen.