El presidente nacional del PP, Pablo Casado, ha sugerido este viernes que el hermano de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso pudo beneficiarse de "tráfico de influencias" al cobrar una comisión de 286.000 euros por un contrato de mascarillas que la Comunidad de Madrid adjudicó en abril de 2020.
"Cuando presida el Gobierno de España, yo no permitiría que un hermano mío cobre 300.000 euros del Gobierno que presido", ha dicho Pablo Casado, entrevistado por Carlos Herrera en la Cadena Cope.
Al respecto, ha recordado que la Ley del alto cargo de la Comunidad de Madrid "prohíbe contratar con familiares o personas interpuestas".
Pablo Casado alude a un contrato público de 1,5 millones de euros, adjudicado por la Comunidad de Madrid el 10 de abril de 2020 a la empresa Priviet Sportive SL, para suministrar mascarillas al pabellón de atención de los enfermos de Covid montado en aquel momento en el recinto ferial de IFEMA. El hermano de la presidenta madrileña, Tomás Díaz Ayuso, habría cobrado una comisión de 286.000 euros por su intermediación "comercial" en este contrato, según la información facilitada por Casado.
Tráfico de influencias
"Es un importe suficientemente relevante para que alguien pudiera pensar que ha habido tráfico de influencias", ha declarado el presidente del PP.
"El problema es si tras ese contrato ha habido una trasferencia de comisiones a un familiar" de Ayuso, ha afirmado el líder del PP, "más allá de ser legal o ilegal, algo que deberá decir la Justicia". A su juicio, Isabel Díaz Ayuso reconoció ayer estos hechos, al afirmar que su hermano tuvo una "relación comercial" con la empresa adjudicataria, que dirige Daniel Alcázar.
Pablo Casado considera lógico que los ciudadanos se pregunten si es lícito que un hermano de Ayuso se embolsara casi 300.000 euros por vender mascarillas a la Comunidad de Madrid en abril de 2020, "cuando morían en España 700 personas" al día por Covid.
Casado cree que esta situación se podría resolver "hoy mismo diciendo: no ha habido comisión, o si la ha cobrado [el hermano de Ayuso] ha sido por esta situación".
Un 'dossier' en Moncloa
El líder del PP ha negado rotundamente que esta información llegara a la sede nacional de la calle Génova desde La Moncloa, y ha asegurado que la dirección del partido nunca ha contratado a detectives para investigar a la familia de la presidenta madrileña.
Respecto al origen de las sospechas, Casado ha dicho que este tipo de información llega a la sede del PP de personas vinculadas a las Administraciones implicadas, por lo que la presidenta madrileña dedujo que procedía de "fuentes oficiales". Según su testimonio, fue Ayuso quien le aseguró más tarde a través de un mensaje: "Me dicen en La Moncloa que ese dossier se lo habéis pasado desde Génova".
"Y llamamos a La Moncloa, donde nos dicen que es completamente falso", señala el presidente del PP. A su juicio, es insólito "que yo tenga que llamar al Ministerio de Presidencia para descartar una información falsa que me ha dado una presidenta autonómica".
En cualquier caso, el PP era consciente de que esta información estaba en poder de algunos medios y partidos de la oposición, afirma Casado: meses después, los grupos de la oposición pidieron una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid, que se convirtió en un Pleno monográfico y extraordinario, en el que se hizo alusión a "ese tipo de contratos".
El espionaje a Ayuso
Respecto a la dimisión del coordinador de la Alcaldía de Madrid, Ángel Carromero, Pablo Casado sostiene que ha dado este paso "para poder defenderse" de las acusaciones que se han hecho contra él: ha sido señalado como la persona que intentó contratar al detective Julio Gutiez, de la agencia Mira, para investigar a la familia de Ayuso.
"Estoy muy sorprendido y muy decepcionado, pero con la conciencia muy tranquila", ha añadido el presidente del PP sobre la polémica creada, "soy muy consciente del daño que esto hace a la imagen del partido. Lo que ocurrió ayer es algo que no merezco personalmente".
El líder del PP ha dicho que es consciente de que "los afiliados del PP no merecen este espectáculo bochornoso", por lo que ha pedido a Ayuso que aclare cuanto antes, si es posible "hoy mismo", las sospechas que pesan sobre su hermano.
"Para mirar a la cara a mis hijos", afirma Casado, "tengo que garantizar que en ningún ayuntamiento o comunidad autónoma del PP se ha cometido ninguna practica corrupta o no ejemplar. Para eso me presenté a las primarias del PP", ha añadido.
"Acusaciones casi delictivas"
Casado ha dicho que lleva 17 años apoyando a Ayuso, y no tendrá ningún inconveniente en que presida el PP de Madrid, una vez se hayan podido despejar todas estas sospechas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusó ayer a Pablo Casado de poner en marcha un plan para destruirla, utilizando información suministrada desde La Moncloa.
Por su parte, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, anunció desde la sede de la calle Génova la apertura de un "expediente informativo" a Ayuso, por realizar "acusaciones gravísimas y casi delictivas" contra el presidente nacional del partido, Pablo Casado.
García Egea no quiso confirmar si la dirección del PP tiene algún tipo de prueba sobre el presunto cobro de una comisión de 280.000 euros por parte del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Tomás Díaz Ayuso, por la adjudicación de un contrato público de 1,5 millones de euros para la compra de mascarillas a la empresa Priviet Sportive SL.
Las explicaciones de Egea
El contrato fue adjudicado por la vía de urgencia el 10 de abril de 2020 por la viceconsejera de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Ana Dávila Ponce de León, para suministrar material al pabellón de atención de los enfermos de Covid montado en aquel momento en el recinto ferial de IFEMA.
El secretario general del PP relató que el partido recibió el pasado mes de septiembre "información sobre el supuesto cobro de comisiones, en relación con un contrato sanitario de la Comunidad de Madrid, en beneficio del entorno de Ayuso".
Pablo Casado convocó entonces a Ayuso a una reunión, en su despacho de la calle Génova, para comunicarle la existencia de estas sospechas. Según García Egea, Ayuso se comprometió a aclarar los hechos "de forma inmediata", pero nunca cumplió esa promesa.