La autorización que el Congreso de los Diputados concedió al diputado del PP Alberto Casero para votar desde casa la reforma laboral en el Pleno del pasado jueves, estaba condicionada al cumplimiento de la resolución adoptada por la Mesa en mayo de 2012 para regular el voto telemático.
La citada resolución establece que los servicios de la Cámara debían ponerse en contacto telefónico con Casero para confirmar el sentido de su voto, antes de darlo por válido.
Del mismo modo, esta norma abría la puerta para que la Mesa del Congreso anulara el voto telemático de Alberto Casero y le permitiera votar presencialmente, tal como el PP solicitó reiteradamente a la presidenta de la Cámara, la socialista Meritxell Batet.
Ambas condiciones fueron incumplidas en el Pleno del Congreso del pasado jueves, en el que la reforma laboral del Gobierno quedó aprobada gracias al voto telemático de Casero.
Como ha informado EL ESPAÑOL, Alberto Casero ha alegado que se produjo un fallo informático en el sistema de voto telemático del Congreso: asegura que votó 'no' a la reforma laboral desde casa (donde se encontraba, supuestamente, enfermo y con fiebre), pero al recibir la certificación del sistema informático comprobó que había sido contabilizado como 'sí'.
Aunque es indiferente que el error se debiera a un "fallo informático". El PP ha difundido este lunes el documento, firmado por el secretario general adjunto del Congreso, José Antonio Moreno Ara, por el que la Cámara autorizó a Casero a votar desde casa por motivos de salud.
El documento autoriza a "Alberto Casero Ávila la emisión de su voto por el procedimiento telemático en la sesión plenaria que comenzará el día 1 de febrero de 2020 (...) en los términos previstos en el artículo 82 del reglamento del Congreso de los Diputados y en la Resolución de la Mesa de la Cámara para el desarrollo del procedimiento de votación telemática, de 21 de mayo de 2012".
El documento confirma, por lo tanto, que se encontraba plenamente vigente la normativa de 2012, que fue doblemente incumplida. Por un lado, Casero no recibió la preceptiva llamada telefónica para confirmar el sentido de su voto.
Sin "fallo" informático
En segundo lugar, la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, no permitió que la Mesa se reuniera para valorar si debía anularse el voto telemático de Alberto Casero, para que votara presencialmente en el Pleno, como solicitaban el propio diputado y su Grupo Parlamentario, el PP.
Ante las reiteradas peticiones de los populares, Meritxell Batet alegó que los servicios de la Cámara habían comprobado que no se había producido ninguna irregularidad en el voto telemático de Casero y no le permitió ejercerlo presencialmente.
Pero esta decisión no le correspondía a la propia Batet, sino que sólo podía adoptarla la Mesa del Congreso.
El cuestionado voto de Alberto Casero resultó fundamental para que el Gobierno lograra aprobar la reforma laboral de Yolanda Díaz por un solo voto de diferencia, después de que los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Carlos García Adanero y Sergio Sayas, desobedecieron las instrucciones de la dirección de su grupo y votaran no.
Recurrir al Constitucional
UPN ya ha iniciado el expediente para expulsar a ambos diputados, integrados en el grupo Navarra Suma (del que también forman parte el PP y Ciudadanos).
El PP ha anunciado que pedirá el amparo del Tribunal Constitucional por la "vulneración del derecho al voto) del diputado Alberto Casero. El presidente del PP, Pablo Casado, ha insistido este lunes en que Meritxell Batet, podría estar prevaricando si se niega a rectificar el resultado irregular de la votación.
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