El PP atribuye a un fallo "informático" el voto afirmativo del diputado popular por Cáceres Alberto Casero, que ha permitido al Gobierno salvar la reforma laboral de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Este error —ya sea humano o electrónico— ha sido definitivo, ya que la votación se ha saldado con 175 votos a favor del decreto y 174 en contra.
En una comparecencia sin preguntas en la Cámara Baja, la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha denunciado que, antes de la votación, su grupo comunicó a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, esta "anomalía". Sin embargo, según ha añadido, Batet se negó a corregir el supuesto error.
Los populares sostienen que Alberto Casero dio un no a la reforma laboral desde su domicilio de Madrid —no asistió al hemiciclo porque se encontraba enfermo y con fiebre—, pero el sistema informático registró su voto como positivo: "Un voto completamente diferente al emitido", ha incidido Gamarra este jueves al final de la tarde.
Casero intentó ponerse en contacto telefónico con la Mesa de la Cámara y, al no conseguirlo, comunicó lo sucedido a su Grupo Parlamentario. La portavoz del PP, Cuca Gamarra, y la vicepresidenta del Congreso, Ana Pastor, explicaron entonces a Meritxell Batet que el voto del diputado Casero había sido computado por error como favorable a la reforma laboral. Batet, inciden desde el PP, ha ignorado esta reclamación.
Ante esta negativa, Alberto Casero ha acudido personalmente al Congreso de los Diputados, pero "se le ha impedido el acceso a la Cámara", denuncia la portavoz del PP, que califica lo sucedido como muy "grave".
Los populares señalan que la socialista Meritxell Batet ha ignorado por completo todas sus advertencias. Una vez concluido el período de 45 minutos para ejercer el voto telemático, la presidenta de la Mesa ha comunicado el resultado final: la reforma laboral del Gobierno quedaba convalidada por tan sólo un voto de diferencia, por 175 a favor y 174 en contra.
El voto erróneo de Alberto Casero es el que ha dado la victoria al Gobierno y le ha permitido salvar una de sus grandes apuestas de la legislatura, la reforma laboral impulsada por la vicepresidenta Yolanda Díaz.
En medio de una enorme confusión, al concluir el Pleno, la portavoz Cuca Gamarra ha intentado entonces tomar la palabra para denunciar públicamente lo ocurrido. De nuevo, la presidenta del Congreso se ha negado a darle la palabra y ha dado por definitivo el sentido de la votación. Varios diputados del PP han comenzado a proferir entonces gritos de "¡tongo!".
Pasadas las 20.00 de este jueves, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha iniciado una reunión con Batet para intentar convencerla de que el voto afirmativo de Alberto Casero responde en realidad a un fallo informático.
Los populares admiten que no tienen ninguna prueba que demuestre que no ha sido un error humano: sostienen que Casero votó no a la reforma, pero el certificado electrónico que aparecía en la pantalla del sistema contabilizó un sí.
El PP, además, apela a un acuerdo de la Mesa de 2012, según el cual la presidenta de la Cámara debe "comprobar telefónicamente" con cada diputado que ha ejercido el televoto —han sido 14 en esta ocasión— que lo contabilizado es correcto. Sin embargo, tal y como señalan fuentes del Congreso, esta comprobación formal no se lleva a cabo casi nunca.
Asimismo, dicho documento también recoge, en su punto 6, que "el diputado que hubiera emitido su voto mediante el procedimiento telemático no podrá emitir su voto presencial sin autorización expresa de la Mesa de la Cámara, que, en el supuesto en que decida autorizar el voto presencial, declarará nulo el voto telemático".