Génova ha abierto ya un nuevo periodo de paz en Madrid. Tal y como ha informado EL ESPAÑOL, la cúpula del Partido Popular dejará que sea la presidenta madrileña quien, con el respaldo de la militancia, dirija también el partido en la región, y no obligará al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, a encabezar una candidatura alternativa.
Las alarmas de Génova saltaron en diciembre, cuando ya era evidente que la maniobra para presentar una alternativa no estaba surtiendo el efecto deseado. Por sus pasillos se admitía entonces que "aunque presentáramos a [José María] Aznar, ganaría Ayuso", en referencia al congreso regional que el partido celebrará antes del verano.
Desde entonces, la dirección nacional ha ido poco a poco dando marcha atrás en su apuesta por un conflicto interno que sólo ha traído quebraderos de cabeza: Almeida no estaba cómodo con la situación -su equipo tildaba la maniobra de "suicida"- y las encuestas a nivel nacional evidenciaban el desgaste que Pablo Casado estaba sufriendo en consecuencia, dejando de encabezarlas tras más de seis meses en la cúspide.
Los datos atestiguan que la rectificación era necesaria. Según la última macroencuesta realizada por SocioMétrica para EL ESPAÑOL, Ayuso barrería a Almeida en unas hipotéticas primarias: el 80% de los votantes del PP prefiere a la presidenta sobre el alcalde como líder del PP en la región.
Tal es su popularidad, que ahora mismo el 38% de los españoles (y el 43,8% de los votantes del PP) considera que sería mejor candidata que Pablo Casado para enfrentarse a Pedro Sánchez en las próximas elecciones generales.
Ante esta situación, la dirección nacional del PP ha optado por desactivar el conflicto interno y exhibir una imagen de unidad en un momento crucial, con las elecciones autonómicas de Castilla y León a un mes vista, así como con la muy probable convocatoria de unas anticipadas en Andalucía en el horizonte.
Egea y Almeida
No es casual que el secretario general del PP, y muñidor de la maniobra para presentar una candidatura alternativa a la presidenta madrileña, Teo García Egea, haya reclamado este miércoles "unidad y cohesión", y haya resaltado que los congresos regionales celebrados en las últimas semanas se han saldado con un único candidato respaldado por los militantes, dejando entrever que hay vía libre para Díaz Ayuso.
También fue significativo que el propio Egea, junto a la portavoz parlamentaria del Partido Popular, Cuca Gamarra, o al vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, arropara a la presidenta de la Comunidad de Madrid en el desayuno informativo que ésta ofreció el lunes en el Hotel Ritz. Una primera imagen de reconciliación tras meses de refriegas.
El gran liberado por esta tregua, el alcalde Almeida, excusó su asistencia por estar recuperándose de la Covid. Desde su entorno aseguran a este diario que nadie en Génova le ha informado a él personalmente de la decisión de frenar su candidatura y poner fin al conflicto interno, y eso que éste le resultaba especialmente incómodo porque estaba deteriorando su amistad personal con la presidenta madrileña.
Maniobra de riesgo
Además, el alcalde se encuentra ahora mismo en una situación políticamente delicada como para asumir una maniobra de ese riesgo: hostigado por Vox y la izquierda por pactar los Presupuestos con los cuatro ex ediles de Manuela Carmena, y duramente criticado por sus palabras sobre la escritora Almudena Grandes, recientemente fallecida.
José Luis Martínez-Almeida ha procurado, durante meses, esquivar la polémica que ha sacudido internamente al partido del que es también portavoz nacional, y lo único que ha deslizado es que le parece "muy razonable" que Ayuso quiera optar a la presidencia del PP madrileño, compatibilizando ese cargo con la gestión de la Comunidad de Madrid, como ya hizo en su día Esperanza Aguirre.
"Soy mujer; puedo hacer dos cosas a la vez", sostenía con sorna la baronesa popular, que no ha dejado de reiterar, en cada una de sus apariciones públicas, su deseo de dirigir el partido en la región. Y lo ha hecho sin poner en entredicho el liderazgo a nivel nacional: "Si el PP llega al Gobierno de España, el presidente será Pablo Casado", ha sostenido a la par que resaltaba que "mi sitio está en Madrid" porque "para mí Madrid ya es España".
Durante un tiempo, la intención de Génova era la de promover una candidatura alternativa apadrinada por Almeida, o una tercera de consenso liderada por Ana Camins, número dos de la gestora del PP madrileño y persona del círculo de Casado. En vista de los efectos generados por el mero planteamiento de esta idea, Génova ha desistido: y es que "ni Aznar" podría frenar el efecto Ayuso.
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