Teresa Ribera cree que la propuesta de Unidas Podemos para intervenir el mercado eléctrico y, así, "bajar ya" la factura de la luz "adolece de un análisis sobre su compatibilidad con la normativa comunitaria". La guerra interna dentro del Ejecutivo se convierte ya en un enfrentamiento directo entre las huestes de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la vicepresidenta tercera, a la sazón, ministra de Transición Ecológica y responsable de la política energética.
Ribera, que lleva en el Consejo de Ministros desde la legada de Pedro Sánchez a Moncloa, en junio de 2018, ha pasado un duro verano asistiendo a la escalada imparable del recibo eléctrico.
Los sucesivos récords históricos han superado durante numerosos días de este agosto los 100 euros mW/h. Pero la titular del ramo ha rechazado culpas, señalando a los "anteriores gobiernos del Partido Popular", primero; al mercado de las eléctricas, después; y finalmente, a que "la estructura de conformación de la factura la impone Europa".
Según el plan de Unidas Podemos, elaborado por los ministros Ione Belarra y Alberto Garzón y del que ha dado cuenta este periódico, las medidas que proponen se podrían aprobar "vía decreto-ley" para estar en vigor "cuanto antes". Y con ellas, afirman, se podría conseguir "un ahorro de entre 1.500 y 3.200 millones de euros al año" para los consumidores.
Lo cierto es que en el sector energético ha sorprendido la repentina apuesta de los morados a favor de la energía nuclear, de la que hasta el momento eran los más opuestos críticos. Sin ir más lejos, el pasado mes de marzo los morados demostraron ser los más activos actores políticos contra este tipo de generación eléctrica y lucharon contra la renovación de la concesión a la de central de Cofrentes.
"Agradecida", pero no
Tal como describe el documento enviado a Ribera -al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-, se establecería "un precio fijo para la energía nuclear", de tal forma que si el precio de otras tecnologías es alto "no se repercutiría en la tarifa de los consumidores a través de beneficios caídos del cielo". Afirma Unidas Podemos que "dicho mecanismo ya existe, con éxito, en países como Francia para evitar la repercusión de estas subidas".
Pero Ribera no lo comparte y, aunque afirma que estudiará la "viabilidad con las máximas garantías" de la propuesta presentada por Unidas Podemos, da por hecho -según apunta Europa Press- que el plan morado no cumple con la UE. Fuentes del gabinete dirigido por la vicepresidenta tercera indicaron a Europa Press que el Ministerio "agradece todas las sugerencias y las estudia con el máximo respeto, como hará con la propuesta remitida por los ministerios de Derechos Sociales y Agenda 2030 y de Consumo".
Hay que recordar que la propia Ribera rechazó de plano la propuesta de Unidas Podemos de crear una empresa pública de energía -el plan previo de los morados contra la escalada de precios-, antes de asegurar que lo estaba estudiando cuando comenzó el rally alcista de precios. No duró mucho esa idea, al día siguiente la desmintió Félix Bolaños, ministro de la Presidencia.
Belarra y Garzón también plantean otro tipo de regulación del mercado imponiendo por decreto el tope al precio de otra de las tecnologías del mix energético, la hidráulica. El documento que ya ha sido enviado a Transición Ecológica plantea "introducir un precio máximo para la energía hidroeléctrica", evitando que esta se vea encarecida cuando aumente el de otras tecnologías.
Argumentan los dos ministros morados que esto se podría hacer, más allá de la normativa comunitaria, porque es "un mecanismo de control que nuestro país ya utiliza en determinadas energías renovables".