Ignacio Aguado no será el candidato de Ciudadanos en las próximas elecciones autonómicas madrileñas. El exvicepresidente de la Comunidad de Madrid da un paso atrás previo acuerdo con la presidenta del partido, Inés Arrimadas. Edmundo Bal, también portavoz nacional, encarnará la última bala y encabezará la lista.
En un primer momento, y tras la disolución del Gobierno en Madrid, Aguado mostró su intención de repetir como líder. Arrimadas le brindó su apoyo para evitar una nueva crisis interna, pero la presión de varios altos cargos de la organización la hizo cambiar de parecer.
La operación se ha concretado entre la noche de este miércoles y el jueves. Varios nombres estuvieron sobre la mesa: el propio Aguado, Malena Contestí, Ángel Garrido, Begoña Villacís... Finalmente, tras consensuar la renuncia con el exvicepresidente, Arrimadas ha elegido a Bal. Aguado, no obstante, seguirá vinculado a la política. Él mismo ha confirmado que continuará como miembro de la Ejecutiva nacional de Ciudadanos.
Contestí, como reveló este periódico, sólo habría dado el paso si se lo hubiera propuesto Arrimadas. Una vez conocida la noticia, se ha apartado con estas palabras en su cuenta de Twitter: "Magnífica noticia, Edmundo. Te deseo una gran campaña y un gran resultado".
Bal ya se había descartado. Incluso públicamente. Lo hizo en rueda de prensa. En el Congreso de los Diputados. Pero la petición de Arrimadas y una llamada cariñosa de Aguado han terminado por convencerle.
Aguado y Bal, los dos juntos, han sido los encargados de visibilizar el cambio. Primero ha tomado la palabra exvicepresidente, que ha cargado contra Isabel Díaz Ayuso por haber llevado a la región a elecciones.
Acto seguido, ha celebrado que su "amigo Edmundo Bal" vaya a ser el candidato. Antes, se celebrarán unas primarias. Juan Carlos Bermejo, el único afiliado que había anunciado su candidatura, ha dado un paso atrás tras conocer la renuncia de Aguado. Bal, por tanto, de momento no tiene rival.
"Ciudadanos saldrá a darlo todo. A demostrar que es más necesario que nunca. Seremos el contrapeso a la polarización. La apuesta por la sensatez", ha comenzado Aguado su despedida.
Además de la "lucha contra los nacionalismos", Aguado ha aseverado que "la forma de hacer política de PP y PSOE" es lo que le empujó a él a dar el paso. Se ha emocionado en el instante en el que ha mencionado a su equipo y a su familia.
Las palabras de Bal
Edmundo Bal ha sucedido a Aguado en el atril. Tras darle un abrazo, ha comenzado: "A Nacho no le podía decir que no. Me dijo que los madrileños ganarían conmigo. Para mí, es un honor ser diputado y entrar en ese templo maravilloso, pero digo sí a Madrid, a este partido y a todos los militantes".
"Muchos me lo pedían, pero trataba de quitarme de en medio", ha reconocido Bal sobre el proceso de negociación ya relatado por este periódico. La operación no ha sido fácil. Arrimadas quería evitar a toda costa que el adiós de Aguado generara una revuelta en las agrupaciones madrileñas.
Ya en clave de campaña, Bal se ha presentado de la siguiente manera: "Nací en Huelva, pero he vivido toda la vida en Madrid. Estudié aquí el bachillerato, soy del barrio de Cuatro Caminos. He recorrido esta Comunidad maravillosa".
Hace justo dos años que Bal fichó por Albert Rivera. Encarnó uno de los platos fuertes de aquella campaña electoral. Se trataba del abogado del Estado que purgó Dolores Delgado por no someterse a la doctrina del Gobierno en el juicio del procés.
"No quiero que nos arrebaten el centro. No quiero que nadie nos quite la moderación. Quiero política útil. Me niego radicalmente a que los extremos gobiernen la Comunidad de Madrid", ha afirmado.
"Siempre escojo el camino más difícil. En este partido somos valientes. Me encantan los retos". Con estas palabras, queda inaugurado un camino lleno de curvas. Ciudadanos necesitará obtener, como mínimo, un 5% de los votos para entrar en la Asamblea de Madrid.