Este verano la operación salida de agosto se ha adelantado. El fantasma de un nuevo confinamiento que sobrevuela el ambiente conforme aumentan los rebrotes por Covid-19 ha provocado un éxodo desde las grandes ciudades hacia las segundas residencias. La operación salida ha dado paso a una operación huida precoz.

Los 1.500 casos registrados en Cataluña este sábado, la tendencia al alza en Madrid, la obligatoriedad de las mascarillas en prácticamente todo el país, la llegada descontrolada de pateras en los últimos días... Todo esto ha creado el caldo de cultivo para que la psicosis colectiva sea difícilmente controlable.

Ante esta tesitura, miles de vecinos de las grandes capitales han adelantado su salida por temor a lo que pueda venir -un nuevo confinamiento o un cierre de vías de comunicación-. La mayoría se traslada a su segunda residencia o la de algún familiar en el pueblo, pensando en poder pasar un encierro más cómodo, alejado de la ciudad.

En este sentido, fuentes de la Guardia Civil consultadas por EL ESPAÑOL confirman que la Operación salida de agosto, prevista para el viernes, 31 de julio, podría registrar una caída del 20% en el número de desplazamientos con respecto a los del año pasado. La gente se ha movilizado con antelación: "Estos días hemos visto cómo había atascos, por ejemplo, en la A-3 -la autovía que conecta Madrid con Valencia-, especialmente importantes los fines de semana", señalan fuentes de la Benemérita.

Además, las mismas fuentes señalan que este verano los entornos rurales y segundas residencias han aumentado como destino en detrimento de las zonas costeras y apartamentos u hoteles.

Esta operación huida tiene un precedente no muy lejano. El éxodo de estos días es sólo un déjà vu de lo que ya se vivió en marzo, cuando el cierre de las comunidades era inminente y el estado de alarma aún no había sido oficializado. Entonces, se vieron estaciones de autobuses repletas, salidas de capitales abarrotadas de vehículos, atascos... Con las consecuencias a nivel de propagación del virus que todo ello implicó.  

Desplazamientos

Los desplazamientos ya experimentaron un descenso del 12,6% en la Operación salida de julio (entre el 3 y el 5 de julio de 2020), y desde la DGT lo atribuyen a que por aquel entonces muchos habían decidido dejar atrás las ciudades, bien porque las consideraban más peligrosas por el virus, bien porque podían teletrabajar en su segunda residencia y, por tanto, no necesitaron desplazarse.

Los viajes que se producirán en el marco de la Operación salida serán "distintos" a los de otros años, según señalan desde la  Federación de Tráfico de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) en conversación con EL ESPAÑOL. "Serán desplazamientos más locales, de una media de 200 kilómetros", advierten. Y creen que se verá "un menor número de viajes a la playa que otros años, con un incremento de los viajes hacia los pueblos".

"Nos hemos dado cuenta, también, de que la gente no está haciendo las paradas obligatorias", advierten los guardias civiles, que recuerdan que deben producirse cada dos horas al volante o cada 150/200 kilómetros: "La gente hace el viaje del tirón por miedo a parar en un sitio con gente; además, notamos que tienen un mayor apremio".

Despliegue 

La operación salida se divide en cuatro fases distintas: del 3 al 5 de julio; del 31 de julio al 2 de agosto; del 14 al 16 de agosto; y el retorno, del 28 al 31 de agosto. Para todas éstas, Tráfico anunció un despliegue de más de 1.300 radares operativos. De estos, 764 son fijos y 548 son móviles.

Además, el despliegue cuenta con 12 helicópteros, 216 cámaras de control del cinturón de seguridad y del uso del teléfono móvil, 11 drones para las actividades de regulación y ordenación y 15 furgonetas camufladas.

Del mismo modo, durante los meses de julio y agosto se están realizando tres campañas de vigilancia: una sobre velocidad, otra sobre motos y una última relacionada con el alcohol y drogas, retomando así el calendario anual que había sido suspendido durante el estado de alarma.

Concienciación

Con motivo de los muertos por la pandemia -51.000 según un estudio de Inverence-, el lema para el dispositivo organizado por la DGT para este año es "Este país no puede soportar más muertes. Al conducir, extrema las preocupaciones".

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, presentó la campaña de concienciación para los meses de verano reflexionando sobre cómo "las ganas por recuperar la nueva normalidad no pueden llevarnos a cometer imprudencias en la carretera".

Pese a todo, 103 personas han muerto en las carreteras en el primer mes tras el fin del estado de alarma (del 21 de junio al 21 de julio), un 8% más que en 2019. 

Desde la Federación de Tráfico de la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) señalan como causa del aumento de la siniestralidad que "la DGT no está haciendo bien su labor". En este sentido, resaltan como problemática la reducción de efectivos en las carreteras: "Si no hay agentes en las carreteras, si no tenemos presencia, entonces la gente se confía y corre más".

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