Entre la "autocrítica" y la "autodestrucción". Donde Inés Arrimadas ve una cosa, Paco Igea atisba la otra. Y viceversa. Ese es el resumen del debate que ha acogido la sede nacional de Ciudadanos esta noche. Sin público, más allá de los equipos de cada candidato. Retransmitido en streaming.
Conocidos los resultados de los compromisarios -la jerezana arrasó al vicepresidente de Castilla y León-, ella llegaba con poco que ganar y él sin nada que perder. Puestas en alto las espadas, la situación es la misma. Ninguno ha quedado desarbolado y Arrimadas, como era previsible, continúa favorita a la presidencia de Ciudadanos.
En estos debates, como en las grandes canciones, lo importante es la nota que no se toca, la palabra que no se dice. Como son "compañeros", como se trata de un "coloquio", la estocada suele ir precedida de un "yo creo que el partido debería"... Y, a continuación, llega entre líneas el golpe al contrincante. De ahí que el moderador -el periodista de ABC, Juan Fernández-Miranda- apenas haya tenido que llamarles al orden.
Cuando Igea, de manera impersonal, aunque mirando a Arrimadas, reitera que hace "falta humildad y autocrítica", ella contesta: "A los militantes de Ciudadanos no les gustaría que se blanqueara al PSOE con sus votos".
Los rejonazos con nombre y apellido han tenido que ver con lo más técnico, aquello que apenas preocupa al espectador sin carné naranja, pero que suscita el apetito de los participantes en las primarias. Arrimadas ha recriminado a Igea la voluntad de crear "un partido de barones". El vicepresidente castellano ha diagnosticado el poco deseo de su adversaria a la hora de poner fin a la estrategia comunicativa y organizativa de Rivera.
Declaración de intenciones
Paco Igea ha comenzado su primera intervención con una declaración de intenciones: "Como miembro de la última Ejecutiva, quiero pediros perdón. Tomamos decisiones equivocadas que nos trajeron a este resultado electoral". El médico vallisoletano concibe que Arrimadas no es capaz de pedir perdón abiertamente y que eso le abre hueco.
La portavoz en el Congreso, más ducha en el debate y en los tics para sacar de sus casillas al contrincante, ha recogido de golpe todas las críticas pasadas de tono que llevan la firma de Igea y las ha puesto sobre la mesa: que si Ciudadanos es "leninista", que si el partido "está en parada cardiaca", que si la formación sufre una "meningitis"...
En ese instante, se ha producido un toma y daca curioso, rozando ese ambiente delirante que envolvió el encuentro en el hotel de Valladolid. "Era una metáfora", ha dicho Igea. Pues vaya metáfora, ha venido a responder Arrimadas.
El fantasma de Rivera
Arrimadas, según ha explicado, pretende "cambiar las zapatillas" al partido después del "resbalón" en la última carrera. Cuando se trata de soltar amarras con su predecesor, es ella quien emplea las metáforas. Ahí Igea se muestra contundente, pero cuando se pasa de frenada -véase el caso del "leninismo"- insufla verosimilitud a esa "autodestrucción" que le recrimina su adversaria.
Un miembro del equipo de Arrimadas, en conversación con este diario, explica: "Tenemos comprobado que a nuestra militancia no le gusta denostar a Rivera. Quiere cambio, pero sin atacarlo tanto". Y ese razonamiento ha circunscrito el grueso de las intervenciones de la jerezana.
Igea, en la línea de las tesis de Xavier Pericay, desliza continuamente la imagen de Rivera y su equipo como hacedores de una estructura que "no tolera la discrepancia" y que carece de "empatía".
Sobre los pactos
Paco Igea ha comentado con intención: "Pienso todos los días si hicimos lo suficiente para formar un gobierno de 180 escaños. Hay que ser honesto. Fue una oportunidad histórica para España. Probablemente Sánchez hubiese dicho que no, pero había que haberlo intentado".
Arrimadas, en ese punto, ha defendido las tesis de Rivera: "Primero cumplimos con nuestra palabra -el veto a Sánchez- y, antes de la repetición electoral, pusimos una solución de tres requisitos sobre la mesa. Después lanzamos la vía 221".
"Eres una excelente candidata, pero me he tenido que presentar debido a una ausencia de autocrítica. El liderazgo también es saber escuchar las cosas que a uno no le gustan", ha expresado Igea. "Si tú ganas, Paco, yo no voy a ir a los medios a decir que Ciudadanos está muerto. Tampoco diré que este partido no es democrático", ha concluido Arrimadas.