Vox ha perdido por un puñado de votos la primera posición en el municipio valenciano de Náquera, donde quiso silenciar al colectivo LGTBI y las concentraciones contra la violencia de género.
Vox perdió en las elecciones generales del pasado domingo 38 votos con respecto a las elecciones locales y cedió el primer puesto al PP. En concreto, el partido de Abascal obtuvo este 23 de julio 1.100 votos, frente a los 1.138 que consiguió el pasado 28 de mayo
No obstante, la derecha radical ha mejorado sus resultados respecto al año 2019, cuando obtuvieron 965 votos y fueron primera fuerza política. Pero en esta ocasión, el PP les ha pasado por delante al cosechar varios centenares de votos más hasta sumar 1.415 sufragios.
Náquera se ha convertido en un símbolo del partido de Santiago Abascal porque es el único pueblo valenciano con un alcalde de Vox. Iván Expósito se impuso en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo con el 28,9% de los votos y cuatro concejales.
La suma con los 3 concejales del PP le supuso la mayoría absoluta. Apenas un mes después, le estalló la primera rebelión y diversos colectivos convocaron una manifestación por incluir en el programa de gobierno la prohibición de colgar banderas LGTBI en edificios públicos para reivindicar la celebración del Orgullo.
Además, estableció la sustitución de "las concentraciones de 'no a la violencia machista' por 'no a la violencia' o 'condenamos toda violencia'".
La primera medida del alcalde de Vox fue acordar a los 10 días de asumir el cargo un aumento de sueldo hasta los 45.000 euros anuales, 13.000 más de los que percibía su antecesor. La medida quedó finalmente en el aire por la polémica que generó en este municipio, de apenas 7.000 habitantes.
Polémicas
Las polémicas protagonizadas por Vox han movilizado al electorado de izquierda en Valencia. Los socialistas mejoran ligeramente los resultados obtenidos en las elecciones municipales y la coalición formada por Compromís-Sumar se ha disparado al obtener 299 votos más: de 432 a 731.
La derecha sigue manteniendo su hegemonía y ha ganado ampliamente en esta población valenciana al sumar 2.515 votos. La izquierda, sin embargo, ha ido mejorando también sus resultados y de manera más acusada en los últimos meses: de 1.397 votos en 2019, a 1.405 en mayo y 1.712 el 23 de julio.
Pedro Sánchez mejoró con creces este domingo el resultado cosechado por Ximo Puig el 28 de mayo y el castigo a la gestión nacional solo se produjo en las elecciones autonómicas, antes de conocerse los pactos de gobiernos en comunidades autónomas y ayuntamientos.
Los socialistas creen que en las generales el PSOE resistió por el temor a una reproducción nacional de los pactos entre PP y Vox, como el que se ha alcanzado en Náquera, y su electorado se movilizó.
Los socialistas obtuvieron este domingo el 32,12% de los votos en la autonomía, un total de 845.159. El pasado 28 de mayo el porcentaje fue del 27,35%, y los sufragios recabados, 708.142. La diferencia es notable: casi cinco puntos (4,77) y cerca de 140.000 votos más (137.017) en menos de dos meses.
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo clavó este domingo en la Comunidad Valenciana el resultado electoral que llevó a Carlos Mazón a la presidencia de la Generalitat. El porcentaje que logró el líder nacional del PP fue del 34,9%, con un total de 918.415 votos, lejos todavía del objetivo de un millón de votos que se marcó el PP.
El candidato de Vox por Valencia era Carlos Flores Juberías, condenado hace 20 años por malos tratos psicológicos a su exmujer.
Pactos con Vox
Carlos Mazón fue el primer barón del PP que llegó a un acuerdo con Vox para gobernar la Generalitat Valenciana. El pacto se cerró tras una reunión de apenas 15 minutos y con una hoja de ruta inicial que, entre otras cuestiones, sustituía el concepto de violencia de género por intrafamiliar.
La celeridad con la que Mazón cerró su pacto contrasta con la estrategia que han mantenido otros líderes en Murcia, Extremadura o la propia Comunidad Valenciana. La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, gobierna en minoría el ayuntamiento y ha ido retrasando un posible pacto con Vox hasta después de las elecciones generales.
No obstante, Mazón cree que su pacto con Vox no ha pasado factura al PP. "Nosotros estamos demostrando estabilidad y sentido común. Era nuestra obligación y estamos cumpliendo con ella", afirmó este lunes en un desayuno informativo organizado por la cadena SER.
Es más, defendió que Feijóo tiene la "autoridad moral" de buscar la mayoría al ser el ganador y que "el cambio" se inició con las victorias 'populares' del 28M: "El PP ha crecido respecto a 2019 en la Comunidad Valenciana y ha ganado más de 50.000 votos en dos meses; lo veo una consolidación del cambio".
El presidente de la Generalitat reivindicó su gobierno "sólido y estable" junto a Vox, aunque reconoció que "a todo el mundo le gusta gobernar en solitario".
A partir de ahí, admitió que el resultado es "algo inédito" y que desconoce si Feijóo podrá "formar gobierno o no". El presidente valenciano subrayó n que los votantes le han dado a Feijóo la "autoridad" y la "legitimidad" para intentarlo.
"Es una victoria clara para el PP aunque algunos se quieran empeñar en lo contrario", repitió. Mazón rechazó definirla como una victoria "amarga" a la espera de analizar "las causas y sobre todo las consecuencias" este lunes en la junta directiva.
Mazón aprovechó su intervención para rechazar que las encuestas monopolicen una campaña electoral. Por ello, señaló que "lo de las encuestadoras es una cosa como para hacerse mirar", en alusión a las predicciones que no se han cumplido.