Condenan a devolver 4 millones a una funcionaria por unas transferencias irregulares a China
El Tribunal de Cuentas atribuye a la extrabajadora la responsabilidad contable del fraude de la EMT de Valencia por no avisar a sus superiores.
3 junio, 2022 14:14Noticias relacionadas
El Tribunal de Cuentas ha declarado responsable contable directa a la exempleada de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de València, Celia Zafra, y la ha condenado a reintegrar los más de 4 millones de euros defraudados a la empresa pública, además de los intereses de demora.
Según relata el Tribunal de Cuentas en su resolución, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Zafra facilitó información sobre los cargos competentes de la EMT para autorizar y ordenar pagos a cargo de la sociedad, con sus DNI escaneados y documentos en los que aparecían sus firmas. Pero para ello no informó a sus superiores ni consultó a sus compañeros dicha operación, el procedimiento o el destino de los fondos.
Con estos documentos sin autorización, se elaboraron órdenes de pago fraudulentas, que la propia empleada remitió a la entidad bancaria para que hiciera las transferencias, sin la autorización de sus superiores y sin seguir el sistema de pagos establecido.
Por todo ello, la sentencia declara que la conducta de la empleada, demandada ante la jurisdicción contable por la propia sociedad municipal y por el Ministerio Fiscal, reúne todos los requisitos de la responsabilidad contable.
Por ello, el Tribunal de Cuentas condena a la antigua empleada de la EMT al reintegro a dicha sociedad de la cantidad total defraudada, cifrada en 4.054.971,98 €, además de intereses legales y costas procesales.
Tras conocerse la resolución, el concejal de Movilidad de Valencia, Giuseppe Grezzi (Compromís), ha mostrado su "satisfacción" pues la decisión "pone negro sobre blanco todo lo que hemos estado diciendo desde el primer momento".
La estafa
En el caso de la EMT, los estafadores, mediante un servidor ubicado en un país francófono de África no identificado, se hicieron pasar por el concejal de movilidad para mover a Celia Zafra a realizar las transacciones que ella creyó enmarcadas en una OPA a una firma extranjera para llevar a cabo un proyecto sobre puntos de recarga de vehículos.
Los cacos eligieron el momento perfecto, pues los superiores de Zafra estaban de vacaciones o de baja, y la EMT contaba con un líquido de 24 millones de euros en una cuenta bancaria procedentes de un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI).