El exvicepresidente del Gobierno y ex vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, ha confirmado este martes lo que este periódico adelantó el sábado. El PSOE no lo ha invitado al acto que se celebrará este fin de semana en Sevilla para conmemorar los 40 años de la histórica victoria de Felipe González en las elecciones generales de 1982.
"No me coge de sorpresa", ha manifestado el exdirigente socialista en una entrevista en Canal Sur Radio. También que desconoce el motivo por el que no se ha cursado esta invitación.
El ESPAÑOL publicó el pasado sábado que, a menos de una semana del evento, la organización no tenía previsto que el que fuera su vicepresidente, compañero de batallas y mano derecha, participara en el acto. Tampoco que estuviera en el público.
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Al igual que otros dirigentes históricos como los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán, condenados por el caso ERE y retirados desde hace años de la vida política... y de la social.
"Yo no miento ni ahora ni antes ni nunca", ha agregado Guerra. Sin embargo, ha asegurado que para él no es una ofensa. "Las ofensas no dependen del que las haga, sino del que las recibe".
"¿Que yo no estaba hace 40 años?, estupendo, habría otros", ha expresado Alfonso Guerra con tono irónico y ha asegurado que no le coge "por sorpresa" el hecho de que no haya sido invitado.
"Fue una gran aventura"
En cuanto al hecho logrado en 1982, cuando el PSOE alcanzó 10 millones de votos, ha manifestado que el resultado de esas elecciones fue la confirmación de algo que se estaba labrando y no fue el triunfo de un partido "sino de la democracia".
"Fue la fiesta de la libertad y la democracia", según Guerra. Todo ello porque los ciudadanos vieron que el PSOE "ofrecía una posibilidad" y todos los que estaban conspirando contra la democracia pararon cuando se produjo ese resultado electoral tan contundente.
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Ha destacado como una de las medidas más importantes de ese gobierno del PSOE la jornada laboral de 40 horas o la legislación sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
"Aquella fue, en letras muy grandes, una gran aventura", según ha señalado Alfonso Guerra, para quien la vida política de entonces no tiene nada que ver con la de ahora: "Hoy se ha convertido en un territorio hostil. Ahora no se va con alegría, sino con un poco de perspicacia; no hay alegría ni capacidad de invención".
En esta línea, ha manifestado además que lo que antes eran adversarios, hoy son "enemigos" y ha señalado que hoy está mucho más convencido de las posiciones de la izquierda, sobre todo, cuando ve esa presunta izquierda que bebe en "las fuentes de lo que en los años 30 llevó a Europa al precipicio".
Preguntado sobre si cree que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es más de izquierda que él, se ha limitado a apuntar que no le interesa el tema. Pero sí ha dado su opinión: "el PSOE actual debería aprender todo del PSOE de hace 40 años a la vista de la mayoría tan amplia que logró".
Ese ha sido el momento en el que ha lanzado críticas hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por la rebaja de las penas por delito de sedición contempladas en el Código Penal.
Cree que puede ser "dañino electoralmente" para el PSOE una negociación con ERC sobre este asunto porque "la gente tiene olfato" y no acepta "monsergas". De hecho, este debate genera inquietud en el Gobierno y en el PSOE y, especialmente, entre candidatos a las elecciones autonómicas y municipales de mayo porque ahora da munición electoral al PP fuera de Cataluña, precisamente cuando el foco político está en este momento en otro lugar.
Señala que el Gobierno de Sánchez justifica que esa posible reforma del delito de sedición va por separado de la negociación de los PGE de 2023, pero cree que "la gente tiene la mosca detrás de la oreja". Por tanto, insiste en que si están negociando los Presupuestos y ponen encima de la mesa ese asunto, "muy separado" no cree que vayan.
En la entrevista también ha criticado a Bildu. No cree que este partido esté haciendo lo que le pedían los demócratas, que "dejara los tiros y viniera a las urnas" porque le pedían mucho más. Es decir, que condenara el terrorismo de ETA y que ayude a descubrir los asesinatos de crímenes pendientes de aclarar, y "nada de eso hacen".
Por último, preguntado por las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ve "un error" que la negociación actualmente en marcha está hecha entre el Gobierno y el partido de la oposición, en referencia al PP. "Eso no dice la Constitución ni la ley del Poder Judicial, que dice que la negociación es entre los grupos parlamentarios".
A su juicio, el Gobierno no tiene nada que negociar, son los grupos parlamentarios, y si dos se ponen de acuerdo y suman, "los otros no tienen por qué reclamar ningún miembro".