Karim Bouyakhrichan, líder de una de las familias de la peligrosa Mocro Maffia de origen neerlandés, el hombre más buscado por las autoridades Holanda, ha escapado de la Justicia y se ha fugado de España.
Detenido el pasado mes de enero en una de las más importantes operaciones de la Policía Nacional, fue puesto en libertad provisional, y tras una orden de extradición y una citación judicial, no ha comparecido ante el juzgado. La Audiencia Nacional ya ha dictado una orden internacional de búsqueda y captura.
Su detención se produjo, en concreto, el 24 de enero, en una operación que se venía gestando desde hacía un lustro. Los agentes, tras cinco años de una larga investigación que desmantelabaa estructura de su clan, asentado en la Costa del Sol. La magnitud de aquella operación radica en que fueron intervenidas hasta 172 propiedades inmobiliarias por un valor aproximado de 50 millones de euros con las que presuntamente esta organización blanqueaba su dinero en Marbella y sus alrededores.
Bouyakhrichan era detenido y encarcelado por orden del titular del Juzgado de Instrucción nº4 de Marbella por su participación en este entramado criminal. Ante esa instancia judicial su abogado pidió la libertad provisional, a la que se opuso la Fiscalía Antidroga. El letrado del líder de la mafia neerlandesa alegaba el arraigo en la península de Bouyakhrichan. La Audiencia Provincial de Málaga, pese a reconocer el riesgo de fuga, decidió soltarle.
El 22 de febrero, un mes más tarde del operativo de la UDEF que logró su arresto, salía en libertad provisional tras pagar una fianza de 50.000 euros y bajo las condiciones de entregar su pasaporte y comparecer cada 15 días ante el juzgado más cercano. Así lo confirman a EL ESPAÑOL fuentes policiales conocedoras de esta sorprendente y polémica excarcelación.
50.000 euros, señalan a EL ESPAÑOL fuentes especialistas en la materia, es calderilla para un tipo como Bouyakhrichan. Al mismo tiempo que esto estaba sucediendo en Marbella, las autoridades de Holanda, que habían festejado como ninguna la detención de este peligroso individuo, cursaban a través de la Audiencia Nacional la pertinente orden de extradición para que les fuese entregado y así poder juzgarle por los delitos que tenía pendientes en su país.
Fue Ismael Moreno, el titular del Juzgado Central de Instrucción nº2 de la Audiencia Nacional, el que inició el trámite. Al cursarla se encontró con la oposición de la Audiencia Provincial de Málaga, debido a que la macrooperación en que había sido arrestado suponía que tenía causas pendientes en España, por lo que todavía no podría ejecutarse.
Holanda, apuntan fuentes policiales, insistió en el riesgo de fuga y en el peligro de dejar a un individuo así en libertad. Cursaron entonces una ampliación de la orden de extradición ante la Audiencia Nacional, y el peligroso capo fue citado para que se le comunicara su extradición. Nunca llegó a presentarse a los juzgados y desde entonces no se ha vuelto a saber de él: se ha fugado.
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Ahora, como ha adelantado la Cadena Ser y ha confirmado este periódico, el titular del Juzgado de Instrucción Nº2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha dictado una orden de búsqueda contra él.
Detenido en enero
Su detención fue fruto de la investigación más importante hasta ahora contra la organización criminal más peligrosa de los Países Bajos. La organización de Karim Bouyakhrichan se dedicaba al tráfico internacional de sustancias estupefacientes a gran escala, concretamente a la introducción en nuestro país de grandes cantidades de cocaína así como al blanqueo de capitales. Para ello utilizaban una sólida infraestructura personal, marítima y mercantil con presencia principalmente en Málaga, Barcelona, Melilla o Marbella así como en el extranjero.
Según los investigadores de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) que encabezaron la operación, en enero se conseguía capturar al delincuente más buscado y peligroso de la mafia holandesa. Histórico narcotraficante de la Costa del Sol, ha estado implicado en numerosas investigaciones policiales y durante años ejerció de punto de conexión en España con diversas organizaciones criminales internacionales, involucradas en el tráfico internacional de cocaína.
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Esto le permitió acumular una gran cantidad de ingresos e inmuebles que ahora, gracias a los investigadores, se han podido intervenir durante la operación. En total eran intevenidos 75.000 euros en efectivo, joyas por un valor aproximado de 10.000 euros, así como dos armas de fuego.
También se bloquearon 172 propiedades inmobiliarias por un valor aproximado de 50 millones de euros, así como cerca de tres millones de euros en los saldos de las 148 cuentas bancarias. Esta ingente cantidad de viviendas las iba adquiriendo su organización para esconder en ellas el dinero que iban amasando con el paso de los años.
Durante la investigación se pudo constatar la existencia de una compleja sociedad radicada en Marruecos, República Dominicana, Países Bajos, Emiratos Árabes y España. La organización criminal utilizaba mercantiles interpuestas, así como la metodología del "Hawalla" y el uso de testaferros para blanquear importantes cantidades de dinero con las que posteriormente adquirían bienes muebles e inmuebles.
A lo largo de los últimos años, tres grandes organizaciones han dominado el mundo del crimen organizado en Europa: la mafia albanesa, el cártel de los Balcanes y la Mocro Maffia, un peligroso clan cuyos integrantes son en su mayoría marroquíes de segunda generación que tienen atemorizados a los Países Bajos y extienden sus tentáculos por el continente. Karim Bouyakhrichan, uno de los capos de la Mocro Maffia, era el delincuente más buscado y peligroso de todos, según los investigadores de la UDEF.
Bouyakhrichan encabeza una de las dos principales familias de la Mocro Maffia. Durante años se ha enfrentado al otro gran grupo neerlandés, el dirigido por Ridouan Taghi, quien tenía amenazada a la princesa Amalia de Holanda, al presidente del país y que llegó incluso a matar a un periodista de investigación que se había atrevido a hurgar en las actividades criminales de estas organizaciones. Fue esa familia rival la que acabó con su hermano Samir en 2014, en Benahavís (Málaga), dando inicio a una interminable secuencia de ajustes de cuentas en la Costa del Sol.