La participación de Itziar Ituño en una manifestación, el pasado sábado, por los derechos de los presos de ETA ha tenido consecuencias para la protagonista de La casa de papel, serie de Netflix.
BMW e Iberia han anunciado que se desvinculan completamente de la actriz vasca. Ambas compañías habían contado con la imagen de la actriz, que encarna a la inspectora Raquel Murillo en la exitosa ficción de la plataforma.
Ahora, las empresas prefieren evitar controversias. BMW lanzó un comunicado este lunes en el que informaba del cese de todas las campañas de publicidad con Ituño. El concesionario BMW Lurauto explica que no quiere relacionarse "con ninguna ideología política" y se reafirma en su "compromiso con la diversidad, inclusión y el respeto al 100% de la sociedad".
El revuelo surgió a partir de la marcha del sábado, donde la intérprete iba en cabeza, portando la pancarta principal. Pronto, su presencia se propagó por redes y estalló la polémica.
La manifestación tenía el lema de Konponbiderako Giltzak (Llaves para la resolución). Junto a Ituño, desfilaron miembros de Sare (un movimiento de apoyo a los presos de ETA), representantes de partidos independentistas catalanes, el exdirigente de la izquierda abertzale José Luis Elkoro y el exfutbolista del Athletic Endika Guarrotxena.
Que la actriz estuviera en un acto con tintes políticos ha sido la causa principal de este rechazo por parte de un sector de la ciudadanía. Pero no es algo nuevo: ya antes se habían visto muestras de apoyo a los presos de ETA por parte de otras caras conocidas. La mayoría procedía del mundo de la cultura o el deporte.
Un ejemplo fue el manifiesto de enero de 2021 firmado por varias personalidades del mundo de la cultura. Se mostraban a favor del acercamiento de presos de ETA a cárceles del País Vasco. Este acercamiento, apuntaban, ahorraría desplazamientos a las familias de los condenados por delitos de terrorismo, que en ocasiones tenían que realizar cientos de kilómetros para viajar a cárceles de Andalucía.
El mundo de la cultura
El texto iba firmado, entre otros, por el actor Carlos Bardem, por Aitor Gabilondo, guionista de la serie Patria (que trata, precisamente, los años de violencia en la región), la novelista Edurne Portela (que suele tocar el tema en sus novelas) o periodistas como Daniel Bernabé y Cristina Fallarás.
En aquella ocasión, el comunicado llevaba por título 'Por un nuevo camino sin retorno' y animaba al Gobierno de coalición a completar el traslado a las cárceles vascas. En él se indicaban "los avances a favor de la convivencia siguen siendo un proceso abierto y todavía inacabado".
Hablaban entonces de las "lógicas de excepcionalidad de un tiempo ya pasado" dentro del régimen para los presos etarras. Razonaban que iba en contra de lo establecido en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. "No tiene razón de ser que haya presos que queden al margen de las normas penitenciarias que rigen para el resto de los reclusos en lo relativo al lugar donde cumplen condena", afirmaban, en consonancia con lo clamado esta última ocasión en Bilbao.
Basándose en la disolución definitiva de ETA (ahora ya cumple más de 10 años), solicitaban "una mirada generosa y valiente" hacia el pasado para profundizar en la convivencia. Entre aquellos firmantes también estaban cantantes como Nacho Vegas o artistas como Abel Azcona.
Años antes, y según un artículo del diario Gara en 2005, entre los firmantes de otro manifiesto "por un trato justo" a los presos de ETA estaban Mikel Aranburu, Gaizka Garitano, Igor Jauregi, Aitor López Rekarte, Mikel Labaka, Gari Uranga e Igor Gabilondo, todos ellos futbolistas de la Real Sociedad. También se encontraban Eñaut Zubikarai y Aritz Solabarrieta, ambos jugadores del Eibar, y Zuhaitz Gurrutxaga del Real Unión.
Se sumaban además los ya retirados Endika Guarrotxena, Iker Sarriegi, Antonio Karmona o Inaxio Kortabarria y el entrenador de la selección vasca, José Ángel Iribar. Y personalidades del deporte como pelotaris, remeros, montañeros, surfistas o ciclistas, disciplinas muy populares en el País Vasco.
Otro acto en favor de los presos con presencia de futbolistas fue el de 2008. Entonces, una gran ikurriña abría una movilización en Bilbao encabezada por jugadores de la Real Sociedad -como Mikel Labaka o Jon Ansotegi-, del Alavés (Gaizka Garitano) o del Athletic, como Joseba Garmendia. Y en 2012 se anunciaba un partido solidario entre futbolistas de la Real Sociedad y el Athletic de Bilbao con el motivo de 'Derechos humanos. Solución. Paz. Presas y presos vascos a Euskal Herria'.