Los socios del Gobierno exigen en las últimas horas explicaciones al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, después de descubrir a un nuevo agente de la Policía Nacional infiltrado en movimientos sociales independentistas de Barcelona.
El grupo Republicano, conjuntamente con EH-Bildu, JuntsxCat, la CUP, BNG y PdeCat, han registrado este lunes la solicitud de comparecencia del ministro, para dar cuenta de las informaciones publicadas sobre el agente encubierto que se infiltró durante 3 años en el movimiento popular e independentista de Barcelona.
Las revelaciones las ha realizado el semanario La Directa en una serie de reportajes publicados este mismo lunes. El ministerio del Interior español había asegurado que las infiltraciones sin autorización judicial de agentes ya se habían terminado.
Estas revelaciones ponen en duda las palabras del ministro, cuyo Gobierno depende de los votos de los independentistas y de la buena relación con los partidos que gobiernan en Cataluña y que representan al electorado separatista.
El infiltrado al que se hace referencia en el reportaje, según la publicación en cuestión, se habría hecho apsar por un activista del barrio de Sant Andreu desde el año 2020.
Constantes cesiones
Las cesiones del Gobierno al independentismo en materia policial han sido múltiples y constantes en los últimos años. Una de las últimas fue la de ofrecerle en bandeja la cabeza de la exdirectora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, al descubrirse que los servicios secretos habían pinchado los teléfonos de altos cargos del independentismo en plena escalada de tensión del procés con el software espía Pegasus.
No contentos con el cese, la presión de los socios del Gobierno continuó. Desde el estallido del caso Pegasus, ERC y EH Bildu no pararon de exigir cambios a la Moncloa en esa dirección, para evitar cualquier injerencia de los servicios secretos en las actividades del separatismo.
Así, desde el pasado mes de septiembre, como contó EL ESPAÑOL, los agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que buscaban información en la órbita independentista en Cataluña y País Vasco fueron reasignados a otras áreas, dejando de indagar sobre actividades cercanas al separatismo radical.
Así pues, desde finales del verano aquellos agentes destinados a conseguir información en las esferas más próximas a la izquierda abertzale y al separatismo en Cataluña fueron reasignados a otros objetivos. El CNI recibió orden de moverles a otras áreas en las regiones en las que operaban.
Ahora Interior se enfrenta de nuevo a las exigencias de los independentistas, ante el descubrimiento de un nuevo agente encubierto entre las bases sociales del separatismo.