En noviembre de 2020, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, prometió que el Gobierno y las comunidades autónomas se someterían a un "auditoría independiente" para evaluar su gestión de la pandemia de la Covid-19. Carolina Darias, en septiembre de 2021, daba los nombres de los cuatro expertos que liderarían este estudio que debía presentar resultados a finales de enero. De la fecha estimada han pasado 8 meses y no se sabe nada.
Las comunidades autónomas desconocen si ha habido algún avance al respecto o las razones del retraso. En un primer momento, Darias aseguró que era la falta de consenso entre las regiones a la hora de elegir a los expertos independientes lo que ralentizaba todo. Una vez elegidos, nada explica lo que está ocurriendo.
Los resultados de este estudio siempre han sido importantes para los gestores sanitarios, puesto que pondrán de relieve qué se hizo mal y qué hay que mejorar en el sistema sanitario español.
Se trata de un análisis exhaustivo sobre lo que falló al tratar una pandemia que, precisamente, provenía de una zoonosis, como es la Covid-19. Ahora, con el virus de la viruela del mono propagándose por España, esta auditoría se vuelve más imprescindible.
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Hay que recordar que España es el primer país europeo con más casos de viruela del mono y que, según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad este viernes, hay casi 5.000 contagiados, la mitad de los que hay en toda Europa (11.536 positivos). Además, a España sólo la supera en número de casos Estados Unidos, con 7.100 positivos.
Tanto por la parte administrativa como por la de la gestión de una pandemia, las CCAA insisten en la "necesidad" de que se aligeren ambos trabajos para conocer a qué se llegó tarde con la Covid-19 y que algo así no vuelva a pasar.
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El equipo de expertos lo componen Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid; Rosa Urbanos Garrido, una autoridad en Economía de la Salud y quien fuera primera directora del Observatorio del Sistema Nacional de Salud; Carmen Pérez Romero, presidenta de la Asociación de Economía de la Salud; y Xurxo Hervada Vidal, especialista en Epidemiología.
El informe, que se acordó el 2 de diciembre de 2020 y se fijó "un plazo aproximado de cuatro meses" para el desarrollo de todo el proceso "y la entrega" del documento final.
Ese margen empezaría a contar "una vez conformado el equipo de planificación y coordinación de la evaluación", por lo que -de haberse cumplido esa previsión y teniendo en cuenta cuándo se creó el grupo evaluador- el dictamen se tendría que haber emitido a finales de enero.
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El retraso de ocho meses -es seguro que, como mínimo, hasta septiembre ya no habrá novedades- deja más que latente que la evaluación independiente de la primera ola de la Covid-19 llega tarde, pero también lo hizo el proyecto en sí.
Aunque Salvador Illa, exministro de Sanidad, fue el encargado de proponerlo, ya se lo habían pedido más de una veintena de epidemiólogos y expertos en salud pública. Lo hicieron en agosto de 2020 desde la revista científica The Lancet. Allí, reclamaban una evaluación "sin reproches políticos".
Dos años más tarde, la exigencia sigue siendo la misma: que España consiga saber cómo se puede prepara para futuras pandemias "identificando debilidades y fortalezas, y lecciones aprendidas".