Seiscientos marines y dos destructores más, con la vista puesta tanto en el Mediterráneo como en el Flanco Sur de la OTAN. Ésa será la cifra en la que se incrementará el contingente naval que los Estados Unidos mantienen desde hace décadas en Rota, tras el acuerdo alcanzado por Pedro Sánchez y Joe Biden en su primera conversación en la cumbre de la Alianza Atlántica.
La llegada de los dos nuevos destructores estadounidense a la base naval gaditana era algo que el Gobierno de España y el de Estados Unidos llevaban meses fraguando. Ya el pasado mes de mayo, cuando la ministra de Defensa, Margarita Robles, viajó a Washington para verse con su homólogo estadounidense, la decisión llevaba tiempo cocinándose entre la Moncloa y la Casa Blanca.
De hecho, EEUU ya anunció el pasado mes de marzo, cuando apenas había pasado un mes de la invasión rusa en Ucrania, que la base de Rota estaba lista para acoger otros dos barcos destructores más, aparte de los cuatro que se encuentran actualmente en ella.
Biden ha recogido así el guante del Gobierno sobre la petición de España para que la OTAN mire hacia el flanco sur de la Alianza Atlántica, tal y como avanzó EL ESPAÑOL. "Juntos, la Alianza", aseguró Biden, "está haciendo frente a las amenazas del Este y a los desafíos que vienen del Sur. La OTAN está centrada en todas las direcciones, por tierra, por mar y por aire".
Como ya publicó EL ESPAÑOL, el nuevo Concepto Estratégico de la Alianza Atlántica, incluiría esa premisa. Este texto lleva meses elaborándose en los cuarteles centrales, "pero con la participación activa e intensa de España". Esa participación activa pretende que "el despliegue aliado en el Flanco Sur" sea equivalente al del Flanco Este. Socios de la Alianza como España están ejerciendo todo su peso para que la organización comprenda los desafíos que afrontan en África los países ribereños del Mediterráneo.
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Las fuentes consultadas en los cuarteles de la Alianza Atlántica aseguran que los estadounidenses llevan tiempo intentando ampliar el despliegue en su base gaditana. Seguramente no sea el único anuncio que Biden realice en los próximos días.
Esto equivaldrá, en Rota, a más soldados, más mantenimiento, y más barcos. "Es un gesto importante", aseguran fuentes militares presentes en la zona.
Los cuatro destructores norteamericanos que alberga la base naval gaditana son una pieza fundamental del sistema antimisiles de la Alianza Atlántica. Cuentan con sistemas de última generación. Estos barcos tienen la flexibilidad para operar en las aguas de Europa y África, desde el cabo de Buena Esperanza hasta el Círculo Polar Ártico.
Esto supondría que el radio de acción en esa región se ampliaría, y quedaría todavía más cubierto. El principal comandante militar de la OTAN y jefe del Comando Europeo de EEUU (EUCOM), el general Tod Wolters, ya señaló que la infraestructura en Rota está absolutamente preparada para acoger a los dos buques de guerra.
500 millones al año
El alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, ha celebrado el anuncio de que a la Base Naval de Rota lleguen otros dos destructores, que se suman a los cuatro que ya permanecían en las instalaciones navales desde 2014. Solo estos cuatro navíos, "y aunque sea difícil hablar de números, suponen que 1.000 familias norteamericanas, de las 1.200, paguen alquileres en este municipio, cuya media se sitúa en torno a los 1.250 euros".
La Base Naval, asegura el regidor, genera actualmente un impacto directo e indirecto de unos 500 millones de euros al año. "Los contratos de mantenimiento generan 15 millones; el mantenimiento del aeropuerto, 10 millones, además de los alquileres".
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"Se trata de una noticia muy beneficiosa", insiste. La mayoría elige vivir fuera de la base naval, por lo que recurre al alquiler en Rota y en otras localidades limítrofes, como El Puerto de Santa María.
A los marines estadounidenses, el gobierno les abona el alquiler, que varía en función de la graduación militar que tengan. Y las ayudas a esos alquileres son superiores a la media española. "No es lo mismo un soldado raso, que alquilará un apartamento, que un marine de alto rango, que alquilará una vivienda unifamiliar más grande".
"Con independencia del mantenimiento de los barcos", incide, el Escudo Antimisiles, y la presencia norteamericana, "se nota mucho en el consumo, en los alquileres… y no solo en Rota, sino en el entorno". En la localidad, que en invierno cuenta con 30.000 habitantes, y en verano multiplica su población, sabe que el personal estadounidense no se censa, "pero son entre dos y tres mil personas, es decir, el 10% de la población", puntualiza el regidor.
Otra cuestión es el aumento del empleo en la base que pueda suponer la llegada de estos nuevos 600 marines. El presidente del comité y secretario general de CCOO en la Base de Rota, Manuel Urbina, espera que se traduzca en nuevos puestos de trabajo estables de civiles españoles y que éstos sean de calidad.
Repercusión en Rota
Estos 600 militares además vendrán acompañados de más personal civil norteamericano para el mantenimiento de los barcos, aunque no se aventura a ofrecer cifras concretas, ya que la información les llega a cuentagotas. En cualquier caso, espera que se cumpla el convenio bilateral que señala que el porcentaje de la plantilla civil debe respetar un 70% de españoles y un 30% de estadounidenses.
Por tanto, el número de estos trabajadores debería, en proporción, aumentarse. Ahora mismo, los civiles españoles que trabajan en la base oscilan entre 1.050 y 1.070 y con la llegada de estos dos nuevos buques desde el sindicato esperan que se amplíe esta plantilla.
El edil gaditano afirma también que las estancias de los marines suelen prolongarse un máximo de tres años. En ese período de tiempo "se juntan con los roteños, sí, pero sobre todo hacen vida entre ellos", sabiendo que lo que buscan "es limpieza y seguridad", algo que sí ofrece la localidad. Aunque en la Base Naval tienen centro comercial, cine y muchas alternativas de ocio, "cuando salen de ella tienen sitios de copas, playas, centros comerciales…".
Pese a que en la Base Naval hay colegio e instituto norteamericano, "algunos, no muchos —explica Ruiz Arana—, matriculan a sus hijos en colegios e institutos roteños, para aprovechar que, ya que están aquí, aprendan español. Y se insertan perfectamente en la comunidad educativa".