La reunión entre Juanma Moreno (PP) y Ximo Puig (PSOE) en Sevilla no tenía, según han manifestado ambos dirigentes, intención alguna de ser frentista. Buscaban, en palabras de Puig, "forjar alianzas de cooperación en todo aquello que nos une, pensando en el bien general". "No establecemos ningún frente, sino una alianza. Queremos que el conjunto de las comunidades autónomas tenga cada vez un peso más relevante en materia de financiación", aseguró el socialista.
Su encuentro, sin embargo, ha irritado al Gobierno de España. El malestar lo ha verbalizado la vicepresidenta primera del Ejecutivo. "Las manifestaciones que parten de una posición que trata de llevar un enfrentamiento entre los territorios y entre los ciudadanos, o planteamientos de enfrentamientos entre partidos políticos, no sirven para este tipo de cuestiones", dijo Nadia Calviño.
La ministra de Asuntos Económicos reaccionó de este modo al conocer la propuesta de ambos mandatarios, que han aparcado sus siglas políticas para reclamar, de forma conjunta, un "fondo transitorio" para compensar la infrafinanciación de sus autonomías. "Somos el 30% de España", subrayaron. Y en Moncloa ha molestado esta comunión entre Moreno, uno de los líderes del PP más críticos con el Gobierno; y Puig, el presidente autonómico más relevante de los socialistas.
Pero les une el maltrato financiero. Ambas comunidades son, junto a Murcia, las peor financiadas del conjunto del Estado. Por eso, y a la espera de que en el próximo mes de noviembre la ministra de Economía y Hacienda, María Jesús Montero, presente la propuesta del nuevo modelo para su debate, lo que demandan ambos presidentes es que se compense de manera temporal con 1.700 millones de euros anuales a Comunidad Valenciana, Andalucía y Murcia.
Moreno, en esta línea, indicó que, con el actual modelo, cada andaluz "recibe al año 110 euros menos que la media, y cada valenciano, 220 euros menos". En el caso de Andalucía, además, el déficit "aumenta 4 millones de euros al día, lo que significa entre 800 y 1.000 millones de euros al año".
Este fondo de compensación transitorio de 1.700 millones de euros estaría vigente mientras no se apruebe el nuevo marco financiero para las autonomías, según proponen Puig y Moreno.
El debate previo para lograr delimitar el nuevo marco financiero se prevé arduo, y para su aprobación debe ser apoyado por mayoría absoluta en el Congreso. Por ello, en el documento conjunto que han firmado ambos dirigentes ya se anticipa que este fondo de compensación temporal sea prorrogable "hasta la entrada en vigor" del nuevo modelo.
Por población, "somos el 30% de España", insisten ambos dirigentes, que señalan además que actualmente las diferencias de recursos es de 30 puntos porcentuales por habitante ajustado. Y además, "el gasto por habitante ajustado de las comunidades forales" supera, a su vez, "en más del 30% el gasto medio en las comunidades del régimen común".
El documento no excluye del debate al resto de comunidades autónomas del régimen común. De hecho, aboga por una "equidad vertical" y por corregir la "inequidad horizontal" mediante un sistema que tenga como criterio principal de reparto a las personas beneficiarias de los recursos públicos fundamentales. "Este criterio de reparto territorial de recursos debe basarse en el criterio de población ajustada, concepto que deberá ser consensuado por el conjunto de comunidades autónomas", proponen.
Cumbre autonómica
Precisamente, y al hilo de esta alianza entre Andalucía y la Comunidad Valenciana, los presidentes de Castilla-La Mancha y de Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán han anunciado que están trabajando para celebrar un encuentro de presidentes autonómicos el próximo mes de octubre. Han asegurado que ya hay conversaciones con los Ejecutivos de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Extremadura y Asturias para celebrar esta reunión y concretar una postura común sobre el modelo de financiación autonómica.
García-Page ha avisado además de que va a trabajar "muy duro" de la mano de "muchos presidentes autonómicos" para unir fuerzas de cara a exigir la "redefinición" del necesario escenario de financiación autonómico. Ambos dirigentes han coincidido además en señalar que la redefinición del nuevo modelo tiene que pasar por criterios que frenen la despoblación.
Por su parte, el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha declarado que "el modelo de financiación que yo defiendo tiene más que ver con el modelo tiene más que ver con el modelo que defiende Castilla-La Mancha, Castilla-León, Galicia, Extremadura o Asturias". Luego ha recordado que con estas comunidades "ya constituimos un foro de trabajo, y en septiembre de 2018 promovimos la llamada declaración de Zaragoza, donde fijábamos una posición muy concreta sobre el modelo de financiación al que aspiramos que tiene mucho que ver con la lucha de la despoblación".
El presidente de Extremadura, Emiliano García-Page ha abundado en que la intención es "un modelo de financiación de servicios públicos que no haga a los españoles irse a grandes ciudades" para disfrutar de ellos. "Hay que financiar los servicios donde la gente vive y donde queremos que siga viviendo".
También ha indicado que si se quiere financiar "bien" servicios como la sanidad o la educación, el debate debe de alejarse de "ver qué comunidad le quita más a la otra", ya que eso confundiría el debate. Por tanto, "no se trata de que Castilla-La Mancha tenga más financiación porque la pierda Cataluña o Madrid. Si queremos avanzar en igualdad, tenemos que hacer que todo cueste lo mismo en todos los sitios".
Ante este encuentro del próximo mes de octubre, fuentes de la Junta de Andalucía consultadas por EL ESPAÑOL sostienen que "si Andalucía está invitada, estaremos encantados de sumar". Las mismas fuentes han destacado que la primera conclusión tras el encuentro entre los Ejecutivos andaluz y el de la Generalitat valenciana ha logrado "agitar el árbol: la reunión ya ha provocado, como mínimo, el debate".
La Generalitat valenciana tampoco tiene reuniones previstas a corto plazo con territorios como Murcia o Castilla-La Mancha, que junto a Andalucía completan el cuarteto de autonomías españolas infrafinanciadas. No obstante, el presidente valenciano se ha mostrado este martes abierto a "hablar con todos" con el objetivo de buscar "una solución".