Pablo Casado ha levantado un gran muro entre el Partido Popular previo a 2018, cuando él llegó a la presidencia del partido y que "ya no existe", y el Partido Popular renovado que hay a partir de entonces. El líder de la oposición se resiste a cargar con la mochila de corrupción y niega que su equipo actual haya negociado cualquier cosa con Luis Bárcenas: "Ninguna persona con un puesto de responsabilidad está en el banquillo de los acusados".
Visiblemente incómodo y "harto" de tener que responder sobre un pasado sobre el que no siente ninguna responsabilidad, el presidente del PP pone la mano en el fuego porque "ninguno" de los miembros de su equipo directivo ha hablado nunca con el extesorero: "Nunca jamás mi equipo ha hablado con delincuentes".
En una entrevista con Onda Cero, el líder de la oposición no ha podido esconder su "frustración" y "hastío" porque el pasado erosione su proyecto de futuro: "Nos pagan para resolver los problemas de la gente, no para ser comentaristas judiciales".
El juicio contra Luis Bárcenas que comienza este lunes complica todavía más el negro horizonte que el Partido Popular tiene en Cataluña. Para Casado, la "pena del telediario" es "terrible" para el Partido Popular y considera que un juicio de esta envergadura coincida con la campaña electoral en Cataluña "es mala para España".
Su llegada a la presidencia del PP por un proceso de primarias es, para Casado, suficiente para que no se le involucre con la etapa más negra del partido. "Representamos algo distinto a esa época", añadió, antes de recordar que el Partido Popular ya pagó el precio de la primera sentencia condenatoria de Gürtel cuando Pedro Sánchez desocupó del poder a Mariano Rajoy.
Vender la sede de Génova como una manera simbólica de romper definitivamente con el pasado todavía no es una idea que se haya madurado en la dirección nacional. "El proyecto político va mucho más allá de una imagen", respondió Casado, que tampoco se plantea, al menos de momento, prescindir de las siglas del PP: "Lo importante es dejar claro que mi partido merece la pena".
Campaña
Pablo Casado quiere rentabilizar parte de los votos que perderá Inés Arrimadas en Cataluña y por ello ha pedido a todos los ciudadanos constitucionalistas que el domingo "salgan a votar. El PP tiene un proyecto que merece la pena, que es honesto y trasparente, y que tiene al mejor candidato para gobernar Cataluña".
Para desenmascarar el fenómeno de Vox, el líder de la oposición ha insistido en que Abascal y Sánchez son "los mangos de una tenaza que aprietan la centralidad del PP". Casado ha subrayado que España "está polarizada" y que por eso es más necesario que nunca creer en un partido como el PP, "transversal y moderado", que diga "cómo va a resolver los problemas de vacunación y desempleo".
El exministro de Sanidad, Salvador Illa, no será presidente de la Generalitat si su investidura depende de los votos del PP. "No puede ser la solución. El PP siempre ha contribuido a la formación de gobiernos constitucionalistas, no así Illa, que pactó con los independentistas en contra del PP", justificó Casado, que tiene claro que el PSC pactará con Oriol Junqueras: "Sánchez necesita a ERC y Junts para seguir en la Moncloa".