Este lunes 8 de febrero comienza en la Audiencia Nacional el juicio por el presunto pago de las reformas de la sede nacional del Partido Popular con dinero procedente de la caja B del PP, por el que el extesorero del partido Luis Bárcenas se sienta en el banquillo. También el exgerente del partido Cristóbal Páez y los responsables de la empresa que se encargó de la reforma. 

La Fiscalía Anticorrupción solicita para Bárcenas por esta causa cinco años de prisión por los delitos de apropiación indebida, falsedad documental y fraude fiscal, una pena mucho más baja que las que solicitan las acusaciones populares, como Izquierda Unida que pide 19 años y siete meses.

En cuanto al Partido Popular, volverá a estar frente al tribunal de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, como ocurrió por la primera época de la trama Gürtel, donde fue condenado como partícipe a título lucrativo, pero esta vez como posible responsable civil subsidiario de los presuntos delitos que los demás acusados.

Luis Bárcenas se ha sentado este lunes en la primera fila del banquillo de los acusados. La fila de atrás está ocupada por los también acusados el responsable de Unifica, Gonzalo Urquijo, su socia Belén García y la empleada de esta empresa Laura Montero.

El exgerente del PP Cristóbal Páez, uno de los acusados, sigue la primera sesión por videoconferencia tras dar positivo en Covid-19.

Cinco días antes de que empezara el juicio, se hacía pública la carta que Luis Bárcenas ha enviado a la Fiscalía Anticorrupción anunciando su "voluntad" de colaborar con la Justicia y contar todo lo que sabe sobre la, según él, financiación irregular "institucionalizada" desde 1982 en el que fuera su partido, por lo que se ha creado una gran expectativa entorno a su declaración en este juicio. En ella señalaba al expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que acusó de intentar destruir una prueba de la caja B del PP y de cobrar sobresueldos. 

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