La decisión de Pablo Iglesias e Irene Montero de regresar de sus vacaciones en Asturias antes de lo previsto debido al acoso que estaban sufriendo sigue dando que hablar. Iglesias denunció en un hilo de Twitter este martes lo que está haciendo con su familia "la extrema derecha", y varios integrantes y ex integrantes de Podemos han salido en su apoyo. Pero también ha habido respuestas críticas.
Uno de los que le ha defendido ha sido su ex compañero y amigo Íñigo Errejón, ahora diputado de Más País en el Congreso. "Un escrache es una forma de protesta puntual que visibiliza una problemática social y da voz a quien no la tiene. El acoso a Pablo Iglesias e Irene Montero es persecución ideológica intolerable. Difícil no pensar las consecuencias que tendría si fuesen otros".
Esta respuesta del ex miembro de Podemos pronto se encontró con los mensajes de dirigentes como Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura y Turismo en la Comunidad de Madrid y responsable de Cultura en Ciudadanos.
"Estimado Errejón, tú jaleaste escraches que sufrimos mis compañeros y yo", señaló. "La diferencia es que yo condeno el acoso a Pablo e Irene, y cuando a mí me tiraban pis o me llamaban zorra, tú y los tuyos callabais, o decíais que nos lo merecíamos".
"Nos gritaron putas"
También Patricia Reyes, ex diputada de la formación naranja, contestó a Errejón para criticar su doble rasero a la hora de definir y apoyar o criticar los escraches.
"Recuerdo cómo Errejón animaba a las masas de 'Rodea el Congreso'", indicaba Reyes. "Después de que a él le jalearan, a las diputadas de Cs nos gritaron “putas” y nos arrojaron todo tipo de objetos. Nunca lo condenó".
Otros como Julia Moreno, presidenta del colectivo constitucionalista S'ha Acabat, tuiteó en este mismo sentido, apuntando hacia la discriminación ideológica y las amenazas y coacciones que sufren desde hace tiempo en las universidades de Cataluña sin que la izquierda se haya solidarizado con ellos nunca.
El apoyo de Sánchez
Tras la cancelación de las vacaciones de los Iglesias-Montero, también el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha salido a defender a su vicepresidente y ministra de Igualdad. "El acoso, las amenazas y los insultos no tienen cabida en nuestra sociedad. Frente al odio y la intolerancia siempre defenderemos el respeto, la democracia, la libertad".
El ministro y líder de Izquierda Unida Alberto Garzón, tildó de "inadmisible" el "acoso de la extrema derecha" a la pareja y sus tres hijos tras conocerse que pasaban unos días de descanso en Asturias.
El escrache a ambos líderes viene produciéndose desde hace meses a las puertas de su casa de Galapagar. Esto ha provocado una serie de denuncias cruzadas entre los inquilinos de la vivienda y los manifestantes.
Iglesias, en su respuesta a lo ocurrido, apuntó que "no hay derecho" a que sus hijos "tengan sufrir las consecuencias del compromiso y las tareas políticas de sus padres", pero aseguró que "el victimismo" no va con él, pues hay millares de niños en situaciones "mucho más vulnerables".
Antaño, Podemos definía los escraches como "jarabe democrático". Desde que ocupan el Gobierno de España en coalición con el PSOE, los dirigentes de Podemos han pasado a ver el asunto desde otra perspectiva.