Italia ofrecía hoy un dato esperanzador para el país alpino y también para España. Los casos nuevos detectados, 766, confirman que se está aplanando la curva de la propagación del virus. Es algo que también se está notando en España, donde este viernes los nuevas notificaciones han crecido en 7.472, algo que sugiere también que hay una tendencia a la estabilización, el paso imprescindible para empezar a aplanar la curva y, sobre todo, que se logre lo que todos deseamos, iniciar el descenso.
Pero ese dato nuevo se acompaña de otra decisión italiana que se conocía este miércoles. Al jefe de Protección Civil de este país, Angelo Borrelli, se le escapaba que el final de sus medidas de aislamiento no será el 13 de abril, como todavía está previsto oficialmente, sino el cuatro de mayo, justo después del 1 y 2 de mayo que, al menos en Madrid, es un macropuente.
Así, todo parece indicar que la hibernación del país -similar a la que está en marcha en España- se prolongaría al menos dos semanas más. En España, todo apunta a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciará lo mismo este sábado, por lo que el país estaría aislado hasta el 26 de abril.
Una semana más tarde
Sin embargo llevamos más de un mes advirtiendo que Italia nos lleva una semana de adelanto, tanto en el estallido de casos - 21 de febrero en Italia y 28 de febrero en España- como en las medidas de aislamiento a nivel regional -primero- y nacional después. Desde el principio hubo diferencias que, pese a lo que apuntaban los científicos, no se han traducido en una mejor situación para nuestro país, a punto de superar a Italia en casos notificados.
Así, entra dentro de la lógica pensar que el 26 de abril, un mes y 12 días desde que el Gobierno de Sánchez decretó el estado de alarma sanitaria, no habrá sido suficiente para aplanar la curva y, por lo tanto, levantar las medidas de confinamiento.
Por supuesto, los datos pueden sorprendernos pero, hasta la fecha, Italia ha sido un buen espejo para España, aunque muchas voces critiquen que el reflejo se empezara a ver tarde.
Así, siguiendo la misma lógica que parece que va a seguir el país alpino, España tendría que alargar el decreto tras el 26 de abril -la decisión probablemente la anunciaría dos sábados antes de esa fecha, el 18, al menos si se repiten el esquema que se ha seguido hasta ahora- y hacerlo hasta dos semanas después, el 10 de mayo.
España recuperaría pues la normalidad el 11 de mayo, algo que podría ser problemático en Madrid, donde el 15 es San Isidro, el patrón de la ciudad que congrega a grandes multitudes en Las Vistillas y la Pradera de San Isidro, algo que no parece muy buena idea para intentar salir de una pandemia.
Salida escalonada
No obstante, cada vez son más las voces que apuntan a una salida escalonada del aislamiento, para la que se barajan diversas opciones. Este mismo viernes, el ministro Illa casi confirmaba que los españoles tendrán que llevar mascarillas quirúrgicas por la calle cuando esto pase -no se sabe por cuanto tiempo-, pero son muchas otras las formas escalonadas de rebajar las medidas.
Se podría, por ejemplo, abrir las industrias no esenciales pero seguir fomentando el teletrabajo en todas aquellas que se pueda llevar a cabo; también sería viable un escenario en el que los cinco millones y medio de test serológicos que ha comprado el Gobierno español pudieran por fin utilizarse en la población general y que, en combinación con las técnicas habituales, se pudiera saber definitivamente quién y quién no ha pasado con o sin síntomas la COVID-19.
Esto nos podría llevar a un escenario distópico, que algunos ya han planteado: que se emitiera una especie de certificado para informar de qué personas son inmunes al virus y, por lo tanto, pueden circular libremente por las calles.
¿Hasta cuándo?
Esta situación anómala, de desplazamientos selectivos -que se completarían con la geolocalización de los móviles que permitiría trazar los contactos de cualquier nuevo infectado-, se podría incluso alargar hasta que se encuentre un tratamiento eficaz o se desarrolle la vacuna, pero todo esto es especulación.
Y, puestos a especular, podría ocurrir lo mismo que en la película Contagio, que [alerta spoiler]concluía con el desarrollo de una vacuna que, dada la cantidad de personas infectadas y la lentitud en su producción, tenía que ser sorteada para su administración. Tu cumpleaños determinaba cuando serías inmune.
Periodismo ficción aparte, lo que sí está claro es que hasta ahora Italia no nos ha defraudado como espejo de España, por lo que un alargamiento del confinamiento al menos hasta el 11 de mayo es una posibilidad muy cercana.