El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rehusado hacer declaraciones acerca de por qué durante su estancia en la isla no se ha reunido con la disidencia cubana. En su comparecencia de este viernes, en la que ha realizado una valoración del viaje, ha evitado hablar sobre este asunto en varias ocasiones.
Lo confirmó La Moncloa y los periodistas que han acompañado al presidente durante su viaje querían saber la razón, pero no han obtenido respuesta. Preguntado hasta en tres ocasiones acerca de las razones por las que no se ha reunido con la disidencia cubana, Sánchez ha obviado el tema y ha recalcado que el único interés de este viaje era "normalizar" las relaciones con Cuba, así como "defender los intereses del empresariado".
Sin embargo, el presidente ha asegurado que en su reunión con el presidente Díaz-Canel "ha hablado de todo", pero se ha negado a hacer públicas las conversaciones. Tan solo ha hecho mención a la aprobación a un memorándum de colaboración política y ha asegurado que "dialogarán sobre los derechos humanos".
Durante la comparecencia ha dicho que antes de marchar sí se reuniría con la colonia española residente en Cuba, a quienes quiere transmitir su "reconocimiento" y el compromiso del Gobierno con la modificación del voto rogado para promover la participación de los españoles residentes en el extranjero en los procesos electorales españoles.
Obama sí se reunió
Después de confirmar que no habría ningún encuentro previsto de Sánchez con la oposición, en Moncloa se ampararon en que ninguno de los presidentes de países europeos, ministros o papas que han ido a La Habana en los últimos años ha mantenido encuentros de ese tipo.
"Aunque el listón para nosotros está un poco más alto, el presidente no hace nada distinto de lo que han hecho otros", señalaron fuentes del Ejecutivo, que recalcaron que Sánchez "hablará de todo" con Díaz-Canel y que lo que se busca es que haya un "diálogo franco" entre España y Cuba al más alto nivel.
Sin embargo, una de las periodistas presentes en la rueda de prensa le recordado a Sánchez que el ex presidente de los Estados Unidos, Barcak Obama, sí se reunió con la disidencia cubana en la sede de la embajada estadounidense en La Habana, cuando viajó a la isla en 2016. Pero tampoco ha logrado justificación por parte del presidente.
Los reyes visitarán la isla
El presidente del Gobierno ha aprovechado también para explicar que su visita oficial será "el anticipo" de un viaje de Estado de los Reyes de España el próximo año, cuando se cumplen 500 años de la fundación de La Habana.
En 2017 el Gobierno cubano cursó una invitación para la realización de una visita "al máximo nivel" -previsiblemente de Felipe VI- , y aunque esta fue aceptada con la intención de que ocurriera "lo antes posible" y se negoció la posibilidad de que tuviera lugar a principios de este año, finalmente no se materializó. Y finalmente podría hacerlo en 2019.
Sánchez ha asegurado que las relaciones de España con Cuba están en sus comienzos y espera que "esta sea la primera de las muchas visitas oficiales que se hagan y sobre todo que sea el anticipo" de la visita de real.
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