El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha evitado respaldar la estrategia que la presidenta de los populares valencianos, Isabel Bonig, había diseñado para acabar expulsando a los ediles de Valencia imputados por la operación Taula si no entregan su acta. Y con ello ha atenuado su liderazgo al frente del partido en la Comunidad Valenciana. Las dos negaciones las dio Rajoy durante una entrevista concedida este martes a Onda Cero. Bonig acordó y manifestó públicamente que pediría el acta a los ediles si seguían con la condición de investigados (antes imputados) cuando se levantara el secreto de sumario de la pieza sobre blanqueo de dinero en el grupo popular. Es la posición que desde hace días se viene recordando desde el PP valenciano y que ha sido reiteradamente recogida por medios nacionales. Pero Rajoy negó la mayor. “No sé si se las hemos pedido, francamente”, dijo.

El jefe de Génova no se pronunció cuando se le recordó que es Bonig quien ha reclamado las actas. También calló cuando se le preguntó por qué la lideresa del partido en Valencia decidió anunciar esta medida pese a no figurar en los estatutos.

Desde el PP a nivel nacional y desde la dirección regional se insiste en el mismo mensaje: no ha habido desautorización a la dirección valenciana. Pero la decisión de Génova de aceptar la petición de los nueve concejales (todos menos un independiente) de mantenerse en el grupo popular del Ayuntamiento de Valencia pero suspendidos de militancia no deja de poner trabas a la hoja de ruta de Bonig.

El presidente de la gestora del PP local de Valencia –gestora creada tras la imputación masiva en la pieza de blanqueo-, Luís Santamaría, sostiene que la dirección regional sigue exigiendo que entreguen el acta por “responsabilidad política”. La exigencia se remitió por escrito en una misiva que da diez días para que digan la última palabra. La carta llegó oficialmente este martes, así que los diez días empiezan a contar a partir de mañana y acaban el 12 de abril. Los afectados han comunicado que contestarán “desde la sensatez y con el máximo respeto que merece la organización regional”. Pero negándose.

El camino a seguir si consuman la rebeldía era la apertura de un expediente por desobediencia que acabaría en la expulsión. De hecho, desde la dirección ya se barajaba, y se había asumido días atrás, la posibilidad de quedarse con un solo concejal en el Ayuntamiento al obligar a los nueve imputados a marcharse al grupo de no adscritos. Ahora, con los ediles suspendidos de militancia y, teóricamente, fuera de las directrices del partido, la posibilidad de abrir expediente por este motivo se enturbia.

DUDAS SOBRE EL POSIBLE EXPEDIENTE VALENCIANO

Desde Génova aseguran que la intención del partido es la de mantener a los concejales como independientes dentro del grupo pero suspendidos de militancia. “Internamente es muy bueno porque no siguen afiliados”, dijo el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado. La medida les permite conservar el grupo municipal y sus ventajas. Esto es, una asignación anual de casi 50.000 euros y diez asesores. Además, podrán reintegrarse en el caso de que la imputación se levante.

Las citadas fuentes sostienen que el PP valenciano no puede abrir expediente por la imputación porque prevalece el de Génova pero sí por otros asuntos como pudiera ser la negativa a entregar actas. No aclararon si se puede esgrimir el argumento de la desobediencia con la militancia suspendida. En Valencia tampoco despejan las dudas. “Hasta que no llegue el momento no lo podemos saber”, indicaron desde el partido.

En todo caso, la expulsión debe recibir el visto bueno de una dirección nacional que ya ha optado por aceptar la suspensión de militancia como medida “muy positiva”, en palabras de Casado, para lanzar el mensaje de que “no se va a tolerar ninguna práctica irregular”. La decisión se comunicó desde Madrid, a última hora de la tarde y siendo festivo en Valencia.

“TODO SEGUIRÁ EXACTAMENTE IGUAL”

Alfonso Novo, el expresidente del PP local de Valencia y portavoz municipal hasta hoy, ha vuelto a manifestar que no van a entregar el acta y que no considera que la petición para ser suspendidos de militancia para esquivar a Bonig suponga una desautorización del PPCV. Novo hizo estas declaraciones antes de la junta de portavoces, la última a la que asiste puesto que será sustituido por Eusebio Monzó, el único edil no imputado. Este será básicamente el único cambio visible de la medida adoptada por Génova, ya que los regidores siguen trabajando bajo el paraguas del grupo. “Todo seguirá exactamente igual”, admitió el propio Novo.

Lo de que “todo sigue igual” es la misma tesis que defiende el alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís): “No ha cambiado nada”. El regidor citó una frase del ‘Il Gattopardo’ para definir lo que, a su parecer, implica la decisión de Génova de suspender de militancia a los ediles: “Que algo cambie para que todo siga igual”.

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