La campeona del windsurf, Pilar Lamadrid, se convierte en la heroína de Ecomar: "El mar lo es todo para mí"
La deportista de élite competirá en los Juegos Olímpicos de París en la nueva modalidad de IQfoil, la tabla que 'vuela'.
11 mayo, 2024 02:12Pilar Lamadrid (Sevilla, 1996) es número uno mundial del windsurf y vuela casi literal sobre las olas. Por sus venas corre agua salada, y dice que lleva montada en una tabla incluso antes de tener memoria porque en su familia son unos enamorados de los océanos.
Esta sevillana se mudó a la bahía de Cádiz con seis años para estar más cerca del mar: "Yo sé que sin el mar no podría vivir", dice esta deportista atrapada en la inmensidad azul a ENCLAVE ODS | El Español. Desde 2009 hasta ahora, Lamadrid ha quedado todos los años campeona o subcampeona de España y en 2015 entró en categoría olímpica.
Desde que empezó el estilo de windsurf IQfoil, en el que la tabla se apoya un pequeño alerón y parece que vuela sobre el mar, esta deportista ha sido siempre la número uno, según la federación.
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Ante la pregunta de lo que siente por el mar, Lamadrid dice: "En mi vida es algo fundamental, no solo porque es donde practico el deporte al que me dedico, sino porque refleja la inmensidad de los océanos y de la tierra, y lo pequeño que somos. Pero sobre todo es la conexión con las olas y la tranquilidad y paz que transmite".
Esa conexión con el aire libre donde pasa tanto tiempo es lo que le hace preocuparse por el estado de la naturaleza. "Conozco a la asociación Ecomar desde muy pequeña; eso significa que están haciendo bien su trabajo de intentar concienciar y llegar a todos en el mundo de la vela". La fundación Ecomar es una organización fundada por la medallista olímpica Theresa Zabell, malagueña de adopción, centrada en el cuidado del mar a través del deporte y en los más jóvenes.
"Desde el primer momento que me propusieron ser unas de sus heroínas no dudé en decir que sí. Yo creo que es desde el ejemplo donde se puede intentar concienciar a los demás, y en especial a los más pequeños". Ella cree que "es muy difícil conseguir que personas ya adultas dejen de hacer ciertas cosas", pero los niños son diferentes: "Estoy encantada de participar con Ecomar e intentar que las nuevas generaciones del mundo de la vela sean conscientes de que tienen que cuidar el medio entero".
El impacto del verano
Aunque es un deporte minoritario, cada vez son más los que cabalgan las olas. Tablas con velas, con cometas, sólo tablas o canoas se concentran en unos espacios muy concretos, sólo en tres o cuatro meses. Eso significa que dejan una huella. "Es una maravilla ver gente navegando y aprovechado el mar y el viento, pero sí es cierto que deja mucho que desear también como dejan después la playa", explica.
Esta joven, además de deportista de élite que surfea la cresta de la ola del deporte español, es fisioterapeuta y tiene muy arraigada la idea de mens sana in corpore sano, que abarca cuerpo, mente y medio. Por eso, le encanta que "cada vez más gente pueda disfrutar del deporte y compartamos todos juntos el agua y la misma pasión". Pero también, "hay que tener un respeto por el sitio en el que estamos disfrutando".
Ella, como heroína de Ecomar, llama a la acción individual: "Son las pequeñas cosas las que importan como no tirar basura al suelo, recoger tanto del mar como de la tierra y la playa si se encuentra, reciclar… Yo cuando estoy entrenado recojo las cosas flotando y las dejo en la lanzadera".
Otros muchos actores, las organizaciones y las instituciones como los Juegos Olímpicos están concienciados e intentan facilitar las buenas prácticas en la gestión de residuos para reducir los plásticos de un sólo uso, aumentar el reciclaje y la reutilización de envases y botellas. El 80% de los plásticos del mar no tienen nada que ver con el mar.
Lamadrid anima a todo el que sienta una conexión con el mar a participar en recogidas de basura en la playa en donde sea: "Nosotros después de cada regata intentamos organizar alguna, pero ¡hay muchísimas más!". Y es que da igual quién o dónde se organice, porque "al final todo el océano está conectado y la basura va de un sitio a otro, y todo depende de la conciencia de la persona de que esos residuos acaben en la basura".