La excelencia es una práctica diaria; cultivar la felicidad también. Ambas son cualidades de Xuan Lan (París, 46 años), la escritora y profesora el yoga que abandonó su trabajo en las finanzas para dedicarse por completo a divulgar esta práctica ancestral. Gracias a su dedicación, hoy cuenta con más de 600.000 seguidores en todo el mundo.
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ENCLAVE ODS habla con ella tras dar un paso más en su carrera de yoguini. Y es que Lan acaba de convertirse en embajadora de la marca Born Living Yoga. Charlamos con ella sobre dos palabras esenciales en la vida: la felicidad y el bienestar.
¿Cuál es la receta de la felicidad?
La felicidad tiene muchos ingredientes. En mi caso tengo la suerte de haber elegido mi vida. Y dentro de ella, los ingredientes son la pasión que tengo por el yoga, y que he convertido en mi trabajo. Y mi pareja, con la que ahora también trabajo.
Vivir en España es otro de los ingredientes: me encanta su luz, el clima, la gente. ¡Disfruto mucho de mi vida! Esto no quiere decir que no tenga estrés, o días más difíciles, pero es una felicidad profunda, que significa que nada me la puede quitar.
Lo que más me cuesta son los viajes: comes distinto, a otro horario, también hay más compromisos, se duerme menos, no es tu casa, no es tu almohada. Cuando vuelvo a casa trato de reajustarme, de recuperar mi rutina y equilibrar esa felicidad.
¿Entonces todos podemos entrenar esta felicidad de la que habla?
Todos podemos cultivarla a través de reajustar las cosas que no funcionan. Gracias al yoga, tengo una capacidad de autoobservarme y reconocer los aspectos que no están yendo muy bien en mi día a día y reajustarlos. Es como tener buena comunicación con tu pareja, que permite no acumular los reproches. Lo mismo pasa en la práctica del yoga, pero el diálogo es con uno mismo.
Mediante el yoga se toma conciencia de cómo te encuentras y qué está fallando o qué hay que reajustar en función de las necesidades de cada uno. Y en esto somos únicos. No se puede copiar la receta de otra persona. Cada uno tiene que descubrir qué es lo que le sienta bien. Un trabajo de autoobservación, prueba y error hasta encontrar una vida más placentera y llegar a la felicidad.
¿Cuál es la clave para trabajar en pareja?
Hemos empezado a hacerlo hace menos de 3 años, hace 10 no estábamos preparados. Hay que conocerse muy bien. Nosotros nos conocemos desde hace 23 años y ya sabemos cuáles son las cualidades personales y profesionales de cada uno. ¡Hay un timing también para saber si quieres y puedes trabajar con tu pareja! Yo estoy encantada, me gusta trabajar con mi marido.
Qué importante la gestión del tiempo. Practicar yoga a diario, gestionar una comunidad de miles de seguidores, cuidar el lado personal de la pareja y sacar tiempo para ti misma. ¿Cómo lo hace?
Horas de oficina, horas de práctica, muchas reuniones y viajes. Tengo que reconocer que la gestión del tiempo no es mi mejor cualidad. Mi secreto es apuntarlo todo en mi agenda. Anoto todo: la práctica del yoga, las llamadas… Así no me pierdo en otras cosas.
Mi primer libro, que se llama Mi diario de yoga (Grijalbo, 2020), se basa en los beneficios de un diario personal. El hecho de escribir las letras es muy bueno a nivel cognitivo: encontrar las buenas palabras nos hace reflexionar sobre la sutileza de nuestro estado mental, emocional y ayuda a tomar conciencia de qué nivel de agobio tenemos.
Un '¿qué tal estás?, estoy bien' no quiere decir nada. Desde el yoga recomendamos un diario de práctica, pues tras la apertura de los chacras, las emociones están más puras, y en esta conexión surgen más cosas que es bueno releer después para aprender de nosotros.
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En su segundo libro habla de bienestar, una palabra que hoy en día se usa mucho y que todos queremos.
Bienestar es una valoración personal de cómo te sientes. Y si es bienestar, es positivo. El problema es que no tenemos todos los mismos criterios y cada uno necesita cubrir unas necesidades básicas. Para unos pueden ser comer o tener un trabajo, y para otros tener una pareja o hacer deporte. Con lo cual es muy difícil generalizar la palabra bienestar.
Cada uno tiene que definir sus criterios y sus prioridades para su bienestar, y a partir de ahí cultivarlo, desarrollarlo y crearlo. ¿Te gusta hacer deporte, lo necesitas? Pues ponte en tus prioridades el deporte y no lo quites.
A su vez, el bienestar es una responsabilidad personal, no podemos pensar que otras personas pueden hacernos más felices o conseguir nuestro bienestar. Es una necesidad y una responsabilidad que cada uno tiene que asumir y mantenerla teniendo en cuenta que no es estático. Que va fluctuando con lo que pasa en nuestras vidas: una buena noticia, una mala noticia, una semana dura de trabajo…
Cuando empiezas a tener estos criterios claros y lo trabajas, poco a poco pasa a ser algo mucho más natural y fácil de llevar.
A nivel mental, ¿cómo podemos transformar un pensamiento negativo en uno positivo y de bienestar?
La perspectiva es fundamental. Cuando te alejas un poco, todo se ve más claro. Cuando estamos en un momento de enfado o de estrés negativo, nuestro cuerpo se pone en un modo de lucha o huida: la sangre baja a los órganos vitales, se para la libido, se para la digestión, y también hay menos sangre que va al cerebro.
En un momento así no tomes decisiones. Cálmate, respira, y logra que tu sistema parasimpático vuelva a recuperar la tranquilidad para tomar buenas decisiones. Cuando sabes esto cambias tu manera de actuar, cambias la manera de reaccionar. Y buscas los buenos momentos para tomar decisiones.
¿Qué hace en un momento de bloqueo? ¿Siempre recurre al yoga?
Sí, el yoga me ayuda mucho. En el momento no me pondría a meditar, pero si estoy en un periodo de mucho estrés, intento tener la meditación más estricta. Y un buen abrazo siempre ayuda. Cuando estoy en una situación de bloqueo llamo a mi marido y le pido un buen abrazo, porque la oxitocina ayuda. Y si no tengo a mi marido cerca, llamo a una buena amiga y tomamos algo con un buen abrazo. Es como cuando los bebés están muy enfadados y en brazos de sus padres encuentran la calma.
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¿Siempre le gustó el yoga? ¿De niña era una práctica familiar?
No, para nada. Mi infancia fue muy normal y parisina. Soy hija de migrantes con mucho interés en integrarme. Estudié mucho de forma tradicional, pues me educaron en el esfuerzo, y aunque el yoga forma parte de la cultura asiática, no fue hasta hace 22 años en Nueva York cuando me interesé por él.
¿Qué significa ser embajadora de Born Living, una de las marcas de ropa de yoga más importantes?
Compartir valores, crecer en comunidad y extender el yoga a más gente.