Recuerdo que cuando era niña acompañaba a mi madre a hacer la compra a una pequeña tienda cerca de mi casa. Lo llamábamos 'el súper'. Cuando entrábamos, el tendero, Julián, saludaba a mi madre por su nombre y prácticamente se acordaba de lo que solía comprar. A mí me sorprendía su memoria, pues comprobaba que se sabía el nombre de todos los que por allí pasaban. Notaba que esa cercanía aportaba valor a la experiencia de los clientes, que no solo se llevaban unos productos de calidad, sino que también salían con una sonrisa. Incluida yo.
Con el tiempo, y un poco más mayor, he empezado a observar que el concepto de cercanía ha quedado eclipsado por términos como 'inmediatez' o 'global'. El informe Global Powers of Retailing elaborado por Deloitte confirma que uno de los cambios de actitud más significativos entre los consumidores de los últimos años es el deseo de inmediatez que se ha adueñado del proceso de compra. Según dicho informe, "lo que en un primer momento afectaba a la moda o la tecnología, se está trasladando a otros que, en teoría, no parecía que fueran a estar afectados por el boom de la compra online, como la alimentación". Y es que ya lo decía Zygmunt Bauman: "Con nuestro culto a la satisfacción inmediata, muchos de nosotros hemos perdido la capacidad de esperar".
Poder tener productos de todo el mundo al alcance de la mano es algo fantástico, pero a veces pienso en dónde queda aquella cercanía. La globalización ha conseguido acortar distancias y que logremos acceder a productos de cualquier parte del mundo sin complicaciones; sin embargo, no hay que olvidar la importancia de la proximidad en la compra de alimentación. El comercio local juega un papel tan importante que la ONU lo considera una pieza clave para lograr algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de la Agenda 2030. El modelo de producción y consumo local tiene numerosos beneficios que se traducen, sobre todo, en riqueza, bienestar y sostenibilidad para los pueblos y las ciudades. Frente a la rapidez y lo masivo, es bueno recordar que la cercanía favorece la economía, promueve el empleo, refuerza la cohesión y reduce el impacto en el medioambiente.
'Estar cerca' es algo a lo que en Grupo Dia damos gran importancia, trabajando con la ambición de ser la tienda de barrio y online favorita de los clientes gracias a una experiencia de compra ágil, rápida y personalizada pero, sobre todo, cercana. Nos gusta subrayar que son las tiendas de barrio las que hacen comunidad, las que ayudan a estimular el empleo allí donde se instalan y contribuyen a dinamizar su zona de influencia. Con más de 2.300 establecimientos a nivel nacional (el 60% de la población tiene una tienda a menos de 15 minutos andando desde su hogar) y un canal online que alcanza al 84% de la población (35 millones de personas) Dia tiene el propósito de estar cada día más cerca para ofrecer a los hogares gran calidad al alcance a precios asequibles.
La Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), patronal de supermercados, resaltó en su II informe de la distribución alimentaria de proximidad en España que el modelo de distribución alimentaria de proximidad está enfocado a que el cliente "encuentre en su supermercado de referencia –además de los productos que necesita– una atención personalizada que atienda a sus necesidades". En Dia queremos que cada barrio nos sienta como un vecino más, uno que atiende sus necesidades y ayuda a que haya un impacto positivo.
Junto a la proximidad física de las tiendas, la búsqueda de productos de proximidad es una tendencia firme que crece junto a los consumidores concienciados. El 96% de las compras de Dia se hace a proveedores españoles, conscientes de que el consumo de proximidad repercute en una menor huella de carbono, en la economía local, y además, permite que estos valores son relevantes para la elección de compra de los clientes.
Los vecinos de los barrios en los que hay una tienda Dia pueden sentir que, además de ser un servicio esencial, se trabaja para lograr un impacto positivo en la sociedad, en su propio barrio. Me gusta sentir esa cercanía que se transforma en valor. Me conecta, de nuevo, con esos paseos con mi madre y con esos recuerdos de mi infancia y del 'súper' de Julián.
*** Pilar Hermida es Chief Communication & Sustainability Officer de Grupo Dia.