En los últimos años, nuestra forma de tomar café ha cambiado. Si acudimos a los datos del informe del Sector del Café en España 2021-2022 publicados por la Asociación Española del Café, observamos que los españoles consumimos, por persona, alrededor de 3,8 kilos de café (tostado y soluble) al año y, junto al café molido y en grano, se suman otras modalidades de consumo, como las cápsulas de café.
Igualmente, vemos que esta nueva manera de hacer y consumir café, donde 1 de cada 5 tazas procede del café en cápsula, se ha generalizado principalmente por sus múltiples ventajas: se obtiene un café de calidad de manera limpia y cómoda, se garantiza el mismo sabor y, al consumirse en su dosis justa, evita el desperdicio alimentario.
Pero esta nueva forma de consumo de café conlleva una responsabilidad medioambiental: dar una segunda vida a las cápsulas y gestionarlas como residuos de manera sostenible y circular. Como empresas, somos conscientes de la importancia de encontrar soluciones para dar una segunda oportunidad a estos residuos y contribuir a mitigar los efectos del cambio climático.
De esta forma, podemos avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un plan de acción global a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, iniciado por la Asamblea General de la ONU.
Además, los ciudadanos y, por ende, los consumidores, están cada vez más concienciados y preocupados por el medio ambiente, por lo que demandan soluciones sostenibles para sus hábitos diarios de consumo.
Así, nace Circularcaps, para proporcionar una respuesta a los miles de ciudadanos que, una vez consumido el café, quieren dar una segunda vida a sus cápsulas. El consumidor puede depositar sus cápsulas de café, tanto de plástico como de aluminio, en los puntos limpios, ya sean municipales o de retail, para que puedan ser transformadas en nuevos materiales, evitando así que terminen en vertederos.
Así, con el aluminio, infinitamente reciclable, se realizan objetos como automóviles o bicicletas, por otro lado, el plástico se transforma en una granza que da lugar a objetos como macetas o mobiliario urbano y, por último, con los restos orgánicos del café se obtiene abono para campos de cultivo como el arroz.
Esta alianza sin ánimo de lucro está formada por 25 fabricantes de café y se basa en el sistema de recogida y reciclaje de las cápsulas de café usadas de plástico y aluminio, que Nescafé Dolce Gusto y Nespresso crearon en 2010.
Impacto positivo sobre los ODS 11, 12 y 17
Esta forma de dar una segunda vida a las cápsulas de café no solo reduce su huella ambiental, sino que también contribuye a la economía circular, fomentando la reutilización de recursos, la minimización de residuos e impactando de forma positiva sobre los ODS 11, 12 y 17.
De hecho, el objetivo de desarrollo sostenible 11, ciudades y comunidades sostenibles, encuentra en esta iniciativa un aliado. La gestión adecuada de los residuos es esencial para promover entornos urbanos limpios y saludables. Por ello, al implementar sistemas de reciclaje como el de Circularcaps, que actualmente cuenta con más de 6.570 puntos de recogida repartidos por toda la geografía española, las ciudades consiguen reducir su impacto ambiental y mejoran la calidad de vida de sus habitantes, lo que se traduce también en una mayor conciencia ambiental entre la población.
Por otro lado, el objetivo 12, producción y consumo responsables, se ve directamente beneficiado por el reciclaje de las cápsulas de café. Al promover la reutilización de materiales como el aluminio –que es infinitamente reciclable y del se pueden fabricar objetos como bicicletas o portaminas–, el plástico –con usos posteriores como por ejemplo el mobiliario urbano o macetas– o los posos de café –que se convierten en abono o compost–, se consigue abordar un enfoque sostenible integral que es fundamental para garantizar un futuro en el que los recursos sean utilizados de manera responsable y equitativa.
Así mismo, la contribución realizada sobre el objetivo 17, alianzas para lograr los objetivos, es evidente, ya que esta iniciativa se basa en un modelo colaborativo en el que alcanza sus objetivos gracias a las alianzas con diversas organizaciones, puntos de venta como los supermercados, y ayuntamientos para llevar a cabo su labor. Esta colaboración es esencial para abordar los desafíos ambientales de manera integral y efectiva. Al unir fuerzas, es posible generar un impacto más significativo y desarrollar soluciones innovadoras que beneficien a la sociedad en su conjunto.
Iniciativas como la mencionada demuestran que es posible encontrar soluciones innovadoras para situaciones cotidianas. Al alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, estas acciones nos acercan un poco más a un mundo donde la naturaleza y la sociedad prosperan.
Sin duda, es hora de que cada uno de nosotros asuma su responsabilidad y contribuya, de manera activa, a la construcción de un futuro mejor para todos a partir de pequeños gestos como el depositar las cápsulas de café usadas en sus correspondientes puntos de recogida.
***Alberto Vega es presidente de Circularcaps.