Aunque no lo parezca, la logística también tiene nombre de mujer. O, mejor dicho, cada vez tiene más nombres de mujeres. Un sector donde la brecha entre la representación masculina y femenina era enorme, está viendo cómo las cosas están cambiando y muy rápidamente.
La llegada de las mujeres a la cadena de suministro está siendo constante, y en todos los niveles, porque cada vez hay más puestos donde ellas desempeñan su labor y ya no sorprende verlas en los almacenes, en puestos de responsabilidad o manejando maquinaria. Así que la logística del futuro también tiene, sin duda, nombre de mujer.
Porque tener en cuenta a la población femenina supone necesariamente ser inclusivos, un valor que se considera fundamental en muchas de las empresas de hoy en día con la incorporación de los criterios ESG (Environmental, Social and Governance, por sus siglas en inglés). Y cómo no, en el sector de la logística.
Lo social empieza en la diversidad, que no solo fomenta la colaboración, el entendimiento y la tolerancia en los equipos, sino que impulsa la competitividad, la productividad y la responsabilidad de las empresas con sus trabajadores.
Por tanto, conseguir ese propósito en la logística pasa por ofrecer las mismas opciones laborales a hombres y mujeres, más teniendo en cuenta que se posiciona como uno de los principales motores de empleo en los próximos años debido al extraordinario crecimiento de los negocios online. Pero aquí viene la gran pregunta: ¿están las empresas logísticas realmente preparadas para ser inclusivas?
Una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), concretamente la número 5, pone de manifiesto precisamente esto, la necesidad de “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas” de modo que logremos “aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a todos los niveles”.
Desgraciadamente, el debate sobre la discriminación de la mujer en el mundo laboral sigue estando muy vigente en la sociedad y cala en todos los actores económicos y niveles de responsabilidad. Sin embargo, en determinadas áreas profesionales como la de la logística, las diferencias de representación entre ambos géneros son especialmente alarmantes.
Tengamos en cuenta que, en Europa, solo un 22% de los puestos de trabajo en el sector están ocupados por mujeres, siendo esta cifra aún menor a nivel local, ya que en España supone solo un 19%. Esta brecha se vuelve preocupante si consideramos que la logística es clave para el funcionamiento de la economía y la sociedad en su conjunto; no tenemos más que recordar tiempos no tan lejanos como el de la pandemia de Covid 19.
¿Qué ha fallado hasta ahora?
La falta de mujeres que se venía viendo en este sector se debe a una serie de factores complejos. Uno de ellos es la escasez de oportunidades que había para las mujeres, convirtiendo a la logística en un campo fuertemente masculinizado. Es cierto que tradicionalmente se ha relacionado la logística con el trabajo físico, y, en consecuencia, se ha asociado a un perfil masculino. De hecho, hasta hace bien poco, la presencia de los varones predominaba en actividades como la de conductor de máquinas o técnico de almacenamiento, que implicaban un considerable esfuerzo físico.
Sin embargo, la introducción de las nuevas tecnologías en las compañías, ya sea en la gestión de los procesos o en el propio movimiento de las mercancías dentro de los espacios de almacenamiento, donde se ha dado paso a la automatización y la robótica, ha reducido las barreras de entrada de las mujeres a esta actividad. Los procesos del día a día se han simplificado, y las limitaciones en términos de capacidad física se han visto relegadas a un segundo plano.
Otro factor que ha marcado esa mínima presencia femenina hasta ahora era la falta de referentes. Las mujeres no veían la logística como una opción profesional por desconocimiento, y en gran medida, porque no conocían a ninguna que lo hiciera. Por eso es importante darle visibilidad al trabajo de las mujeres en este sector que puede ser tan gratificante profesionalmente.
Las empresas deben además implementar medidas que promuevan el talento sin tener en cuenta el género. Es importante transmitir a los empleados que no tienen límites en cuanto a su crecimiento, porque las capacidades, el talento y la actitud, no tienen género.
En GXO, por ejemplo, estamos impulsando la presencia de las mujeres cuidando el talento, y esto se refleja en un dato: el 53% de los puestos a nivel nacional están ocupados por mujeres, un porcentaje que crece hasta el 61% en las plataformas de Guadalajara.
Además, nos enfocamos en impulsar la promoción interna y cada vez tenemos más mujeres que están ocupando puestos de responsabilidad. Ahora es fácil que cuando entres en un centro GXO te encuentres con supervisoras, jefas de operaciones, o jefas de equipo que se están poniendo al frente de la operativa en las plataformas logísticas.
Pero si hay un elemento propio de la logística que está propiciando la entrada de las mujeres es, precisamente, la flexibilidad. La cadena de suministro no puede parar y requiere en muchos casos un trabajo 24/7, es decir, necesitamos turnos y disponibilidad horaria para cubrir las necesidades de los clientes.
Esto no solo es exigente, también permite una flexibilidad horaria impensable en otro tipo de trabajos. Ofrecer distintos turnos y con flexibilidad facilita la conciliación a hombres y mujeres. En GXO, los modelos flexibles de trabajo en los centros 24/7 ya son una realidad, permitiendo a los empleados compatibilizar con el resto de sus actividades diarias, y por supuesto, transmitiéndoles que existe una posibilidad real de permanencia y desarrollo dentro del sector, independientemente de su género.
En cuanto a posibles formas de abordar la falta de talento femenino en la logística, proponemos algo muy sencillo: démosle un cambio de imagen a la logística, un rebranding a un sector tremendamente dinámico y atractivo y pongamos el foco en un servicio moderno, tecnológico, sostenible y preocupado por la comunidad donde trabaja.
La logística puede ser una punta de lanza para potenciar la igualdad en las oportunidades laborales, por la importante labor que desarrolla para la sociedad, por el tipo de trabajos que ofrece y por el talento con el que cuentan estas empresas en sus equipos.
Aquellas compañías que consigan exitosamente implementar estos puntos no solo serán un referente para el empleo femenino, se abrirán a una fuente de talento mucho más rica, a crear equipos más valiosos, y contarán con una ventaja diferencial como la que estamos construyendo en GXO. Buscamos crear una sociedad más comprometida con la Agenda de Desarrollo Sostenible y con los criterios ESG, teniendo muy presente la “S” de Social. Porque sabemos que para crecer solo podemos hacerlo contando con el mejor talento, venga de donde venga.
***Cristina Villalba, Directora de Comunicación y Responsable de Pertenencia (BID) GXO Iberia