Uno de los campos en los que más investigaciones se están realizando es en cómo ser más sostenibles en las nuevas edificaciones. Pues bien, un artículo reciente publicado en Scientific Reports ha dado con una clave para ahorrar en mortero -un material que se obtiene al mezclar arena y agua con cemento-: casas construidas con ayuda de pañales desechables.
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La idea de utilizar esta alternativa a la hora de construir una casa nace de la necesidad de oferta y demanda de viviendas de bajo costo. Los investigadores participantes en el estudio dedicaron así mucho tiempo y esfuerzo a desarrollar el reciclaje de residuos para materiales de construcción.
Como cuentan, en la mayoría de los países en desarrollo, el acceso a una vivienda adecuada y asequible es un problema actual y creciente. Y, precisamente, Los materiales de construcción suelen ser el insumo tangible más considerable en la construcción de viviendas y pueden representar hasta el 80% del valor total de una vivienda residencial simple.
Por este motivo, y como parte de su investigación, Siswanti Zuraida y sus colegas prepararon muestras de concreto y mortero combinando desechos de pañales desechables lavados, secos y triturados con cemento, arena, grava y agua. A continuación, estas muestras se curaron durante 28 días.
Una vez hecho esto, los autores probaron seis muestras que contenían diferentes proporciones de desechos de pañales para medir cuánta presión podían soportar sin romperse. Después, calcularon la proporción máxima de arena que podría reemplazarse con pañales desechables en una variedad de materiales de construcción que se necesitarían para construir una casa con un área de planta de 36 metros cuadrados que cumpla con los estándares de construcción de Indonesia.
De esta manera, los investigadores descubrieron que los desechos de pañales desechables podrían reemplazar hasta el 10 % de la arena necesaria para el cemento utilizado para formar columnas y vigas en una casa de tres pisos. Esta proporción aumentó al 27 % de la arena necesaria para las columnas y vigas de concreto en una casa de un solo piso.
Según sus conclusiones, hasta el 40 % de la arena necesaria para la argamasa de los tabiques se puede sustituir con pañales desechables, frente al 9 % de la arena de la argamasa para suelos y pavimentos de jardines. Juntos, hasta el 8% de la arena en todos los materiales de construcción de hormigón y mortero necesarios para construir una casa de una sola planta con una planta de 36 metros cuadrados se puede reemplazar con desechos de pañales desechables, lo que equivale a 1,7 metros cúbicos de desechos.
Con estos resultados, los autores sugieren que los desechos de pañales desechables podrían usarse como material de construcción para viviendas de bajo costo en países de ingresos bajos y medios. Estos, al final, se fabrican con pulpa de madera, algodón, rayón viscosa y plásticos como poliéster, polietileno y polipropileno. La mayoría se eliminan en vertederos o por incineración.
No obstante, hay algunos peros. Los principales escollos están en que una implementación más amplia de sus hallazgos requeriría la participación de las partes interesadas en el gobierno y el tratamiento de desechos en el desarrollo de procesos para la recolección, desinfección y trituración a gran escala de los desechos de pañales. Además, sería necesario modificar las normas de construcción para permitir el uso de desechos de pañales como material de construcción.
Cada vez más dependientes de la arena
De acuerdo al último informe del PNUMA, la arena es el recurso natural más explotado del mundo, solamente después del agua. No es sólo la escasez. Su demanda también va en aumento y, cada vez más, se está convirtiendo en un recurso estratégico.
Este interés creciente por los áridos está muy vinculado a un aumento de la población y, por consiguiente, al desarrollo de infraestructuras. Son los materiales básicos para el hormigón.
Hace un par de años, la masa antrópica del planeta, que son todas las construcciones desarrolladas por el hombre, sobrepasaron la biomasa de organismos vivos del planeta. Toda esa masa construida está totalmente hecha de arena, grava y áridos.
Pero hay más, y es que, con la subida de temperaturas que lleva implícito el cambio climático, se espera que las construcciones que utilicen materiales como el hormigón se degraden más rápido. Al final, estos materiales cada vez los vamos a necesitar más a menudo para el reemplazo y todos estos factores también hacen que el cambio climático sea un problema en cuanto a la demanda. La economía circular, por tanto, es una de las soluciones que pueden plantearse ante este tipo de problemas cada vez más presentes en nuestras vidas.