El desastre ignorado de Las Tablas de Daimiel: se vuelve un secarral y faltan medidas de urgencia para evitarlo
Científicos y organizaciones ecologistas llevan meses pidiendo agua para esta reserva y un plan urgente para salvarlo de su debacle inminente.
5 junio, 2023 01:23Estos días diferentes parlamentarios alemanes se han desplazado hasta Doñana preocupados por la "extracción ilegal de agua". Este espacio protegido ha despertado, además, amenazas veladas de la propia Unión Europea si España no toma las medidas necesarias para frenar su debacle. Y casi parecido ha ocurrido con el Mar Menor, la laguna salada más importante del Europa. No han faltado las visitas de líderes internacionales para frenar el colapso ecosistémico que sobrevuela de manera recurrente esta masa de agua en la región murciana.
Las Tablas de Daimiel, sin embargo, no están corriendo la misma suerte. Este Parque Nacional, casi único en Europa, y ubicado en Ciudad Real, es el último representante de un ecosistema conocido como tablas fluviales. Antes de su debacle, sus llanuras solían inundarse por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Cigüela, así como del agua subterránea de un acuífero de gran tamaño. Unas características propias que, en los años 70, le valieron protecciones internacionales como la de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) por la UE o Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Sin embargo, y a pesar de todo, aquel esplendor que caracterizaba a este espacio emblemático por aquellos años, no ha vuelto a resurgir. Los últimos datos –relativos al 15 de mayo– sobre el estado del humedal muestran cómo de las 1.750 hectáreas encharcables, tan solo se mantienen inundadas unas 125 hectáreas. Es decir, solo el 7% del humedal tiene agua. Se ha convertido, prácticamente, en un secarral.
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La hoja de ruta que debería evitar esta situación está marcada en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) a Las Tablas de Daimiel, elaborado en 2017. Este es el documento que rige la propia gestión del parque y que indica que a principios de primavera debe alcanzar como mínimo las 1.400 hectáreas inundadas y las 600 hectáreas a finales de verano.
Cuando esas condiciones –necesarias para su supervivencia– no se cumplan, se activarán fórmulas regladas para llevar a cabo la derivación de agua. Entre ellas, está la derivación de agua desde el río Cigüela, actualmente con bajo caudal. No obstante, la Comisión Mixta de Gestión de Las Tablas está pidiendo que se traslade agua desde el Tajo-Segura, como ya se hizo el pasado verano de manera excepcional.
No hay duda de que la situación de sequía meteorológica e hidrológica está empeorando las zonas de nuestro país que ya estaban sufriendo un estrés hídrico. Por este motivo, en el mes de marzo, más de 500 científicos publicaron un manifiesto en defensa de las Tablas de Daimiel y dirigido al Gobierno de España.
En esta carta abierta, los investigadores alertaban de que este humedal volvía a estar sin agua durante varios años seguidos. El acuífero, aseguraban, "sigue sobreexplotado y nada apunta a que vaya a mejorar", sobre todo porque "los bombeos de agua del acuífero para la agricultura de regadío siguen siendo desmesurados y solo la improbable lotería del clima parece capaz de cambiar la tendencia insostenible del agua en La Mancha".
Como recuerdan estos expertos, "la lluvia en esta región siempre ha sido escasa (por debajo de 400 mm)", por lo que "solo es posible esperar a que la recarga natural del acuífero empeore con el devenir del cambio climático". O, lo que es lo mismo, a no ser que se actúe de manera prioritaria sobre la zona, este espacio emblemático terminará desapareciendo en los próximos años.
La gravedad de esto va más allá de su importante papel de refugio de más de 2.000 especies y once hábitats de interés comunitario y prioritario de conservación. De acuerdo con estos expertos, también alberga muchos procesos donde intervienen los microorganismos, invisibles al ojo humano, pero que prestan un servicio esencial para el sostenimiento de la humanidad. Algunos como la eliminación del exceso de nitrógeno, la transformación de la materia orgánica, o la inmovilización de gases de efecto invernadero (como el CO₂ y el metano). Es decir, todo aquello que ayuda a mantener una Biosfera equilibrada, alejada de nuestros excesos.
Piden un plan "prioritario" y urgente
Por este motivo, el grito por salvar este ecosistema ha vuelto a cobrar importancia en días como hoy, el del medioambiente. Después de la misiva de los científicos, diferentes organizaciones ecologistas –Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF España– exigen a las administraciones competentes, tanto a nivel estatal como autonómico, que apliquen de inmediato las políticas y medidas a las que les obliga la legislación y los compromisos internacionales.
Para estas entidades, las Tablas de Daimiel se merecen toda la atención como Doñana y el Mar Menor. Como los investigadores, recuerdan que, en este espacio manchego, se pusieron de manifiesto las graves consecuencias de una gestión errónea del agua y, en concreto, de la sobreexplotación causada por el regadío.
Esta situación crítica del ecosistema ha facilitado su entrada en una lista nada positiva: la de Montreux, que registra aquellos humedales donde se han producido o pueden producirse cambios en las características ecológicas como consecuencia del desarrollo tecnológico, la contaminación u otra intervención del ser humano.
En este sentido, estas organizaciones piden ahora la puesta en marcha de un Marco de Actuaciones Prioritarias que pivote sobre el verdadero problema que acucia al humedal: la sobreexplotación de los acuíferos. En su opinión, esta medida debe ser vinculante y estar dotado de presupuesto suficiente para la ejecución de medidas a corto y medio plazo. Un plan que debe tener como objetivo la reducción de las presiones, principalmente la sobreexplotación, así como el restablecimiento de la legalidad y la reducción de superficies regadas en todo el Alto Guadiana, incentivando un diferente desarrollo socioeconómico.
Asimismo, al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), le una revisión a la baja de las dotaciones de agua para regadío y un plan coordinado y eficaz de control de las extracciones y de clausura de pozos ilegales en el que participen todas las autoridades competentes.
A juicio de las organizaciones, deben dejarse a un lado "medidas excepcionales y cosméticas", como el trasvase de agua desde el Tajo -como proponía la Comisión Mixta-, y es que, en este momento, podría producir una amenaza mayor, como la expansión de especies exóticas invasoras como el mejillón cebra. "No hacen sino deteriorar aún más el espacio", denuncian.