La policrisis global frena los avances en los ODS y reduce su presencia en las empresas

Reformar la financiación de los ODS, fortalecer el papel de las agencias y bancos de desarrollo, y potenciar la participación de los actores privados en la transferencia de conocimiento e innovación. Estas son, según el informe Impulsar la sostenibilidad en un entorno de policrisis del Observatorio de los ODS de la Fundación 'la Caixa', presentado este mismo miércoles 31 de mayo, las fuerzas tractoras que permitirán que la Agenda 2030 esté más cerca de cumplirse.

En el acto de presentación del sexto informe anual del Observatorio de los ODS, que ha tenido lugar esta misma mañana en formato online, el director de la Cátedra de LiderazgoS y Sostenibilidad de Esade, Àngel Castiñeira, lamentó que, ocho años después de la aprobación de la Agenda 2030, “todavía se aprecia una brecha entre las aspiraciones y la aplicación de medidas realmente transformadoras”.

Por eso, explicó el responsable de la entidad que elabora el informe en colaboración con el Observatorio Social de Fundación 'la Caixa', “es crucial que los agentes sociales se involucren activamente en procesos de reflexión colectiva y en alianzas multistakeholder".

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Y solo así, se podrán "ofrecer soluciones duraderas en el escenario de policrisis y revisar los preceptos anclados en el sistema económico que nos han llevado a la situación actual”.

Un contexto de policrisis

En esta edición, el documento pone el foco en la policrisis, un concepto que ha cogido fuerza a partir de la última cumbre de Davos para describir la situación en la que se encuentra el mundo. En esta policrisis, convergen, como explicó Castiñeira durante la presentación del informe, "la emergencia sanitaria, la emergencia climática, el peligro del colapso de la biodiversidad, crisis geopolítica y la crisis socioeconómica”.

Y señaló a dos principales culpables del frenazo que se ha dado en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): la crisis de la COVID-19 y el conflicto en Ucrania.

Captura de pantalla del acto de presentación del Sexto Informe de los ODS 2023’ de Esade y el Observatorio Social de la Fundación 'la Caixa'.

Estos dos factores, según el informe, no han hecho más que agravar las desigualdades. La combinación del aumento de los precios de la energía y de los alimentos, la inflación y las tensiones en las cadenas de suministro está poniendo en jaque la implementación de los compromisos globales en materia de sostenibilidad.

Un enfoque sistémico

“Los expertos insisten en la urgencia de incorporar un enfoque sistémico para evaluar las transformaciones que deben llevarse a cabo”, destaca el informe. Y en lo que respecta a la transición verde, es fundamental "desacoplar el crecimiento económico y demográfico del aumento de las emisiones, reforzar la eficiencia energética y desplegar tecnologías que permitan retirar y reutilizar el CO₂ de la atmósfera para reforzar la circularidad".

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Ferran Curtó, director adjunto de la Cátedra LiderazgoS y Sostenibilidad de Esade recordó que “debemos tener muy presente el principio de 'Do No Significant Harm (DNSH)' previsto en el Pacto Verde Europeo”. Y desaconseja avanzar en un objetivo a costa de retroceder en otros.

“Si para obtener los minerales necesarios para la electrificación de la industria del automóvil empezamos a minar los fondos oceánicos de forma descontrolada —como está empezando a ocurrir—, estaremos actuando para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero a costa de la biodiversidad marina”.

“La mitigación a corto plazo de los efectos del calentamiento global no puede ir en detrimento de nuestra capacidad de adaptarnos a un futuro cada vez más incierto”, indicó el experto.

Redoblar los esfuerzos

Las empresas están apostando cada vez más por la Agenda 2030. El porcentaje de organizaciones que reporta información no financiera ha pasado del 50% en 2017 al 87% en 2022, lo que representa un aumento del 37%. 

Las organizaciones destacan principalmente en sus memorias el ODS 8 (Trabajo) y el ODS 13 (Clima), ambos en un 63%, seguidos del ODS 9 (Industria) y del ODS 7 (Energía), mencionados por las compañías en un 56% y en un 55%, respectivamente. Pero avanzan lentamente en el ODS 1 (Pobreza) por un 28%, el ODS 2 (Hambre) por un 22% y el ODS 14 (Vida submarina), sólo mencionados por el 16% de las empresas.

El informe asegura que las empresas se han apropiado de la Agenda 2030, pero lo han hecho sin especificar qué acciones están llevando a cabo. El 85% de las menciones a los ODS no detallan las actividades desarrolladas para su cumplimiento. En concreto, las menciones ambiciosas han disminuido en 15 de los 17 ODS desde 2020.

"Doble materialidad"

Durante el acto de presentación del informe, Ferrán Curtó recordó a las empresas, y especialmente a las pymes, la importancia de incorporar la doble materialidad en su estrategia de negocio. La doble materialidad implica tener en cuenta tanto los riesgos como las oportunidades desde ambas perspectivas, la financiera y la no financiera. 

Después tuvo lugar una mesa redonda, donde los representantes de cuatro pymes —Arpa, Heura, LC Paper y Honext— tuvieron la oportunidad de compartir sus experiencias. Además, reflexionaron sobre retos a los que se enfrentan las pymes. Los profesionales coincidieron en la necesidad de mejorar la cantidad y calidad de la información que se provee a los consumidores para facilitar así la concienciación medioambiental.

También hicieron hincapié en el papel que juega la Administración, como incentivador y penalizador. El country manager de Heura Foods, Pep Sala, insistió en que las autoridades deben facilitar e incentivar la labor que están haciendo las pymes en materia de sostenibilidad y reevaluar cómo se está ayudando a las empresas menos comprometidas. 

Medioambiente y género, asignaturas pendientes

En lo que tiene que ver con la gobernanza —una de las cinco áreas evaluadas—, el informe advierte que se ha reducido el porcentaje de compañías que incluye criterios sociales (32%) o ambientales (18%) en su misión empresarial.

En la dimensión medioambiental, disminuye el número de compañías que reportan reducciones en el consumo de electricidad y de sus emisiones de CO₂, pero aumenta el número de empresas que ha disminuido el consumo de agua.

Asimismo, la paridad de género sigue siendo una asignatura pendiente. Pese a que la presencia de mujeres en el consejo de administración (31%) y en la dirección de la empresa (24%) mejora modestamente, el porcentaje de mujeres en plantilla se estanca y se sitúa en torno al 36% desde 2017.

Y aunque el 85% de las empresas reportan la existencia de políticas de diversidad de género, pocas las describen en detalle. Por otro lado, empeora el reporte de políticas de conciliación laboral, pasando del 25% al 18%, y de los protocolos de prevención del acoso laboral, que baja del 10% del año pasado al 3% en 2022.