63.079 millones de euros es el coste total —que incluye las facturas sanitarias, educativas y laborales— de la pobreza infantil en España. Un nuevo informe demoledor, encargado por el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, en colaboración con Fundación 'la Caixa', arroja luz sobre el impacto social y económico de este problema, en un país donde UNICEF España estima que unos 2.267.000 niñas y niños viven por debajo del umbral de la pobreza.
Durante el acto de presentación del informe, celebrado el lunes 6 de marzo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado esta situación como “una brecha moralmente inaceptable, socialmente insostenible y económicamente suicida”.
El jefe del Ejecutivo ha aprovechado la ocasión para reafirmar el compromiso de adoptar medidas para luchar contra esta “infamia”, cuyo coste representa un 5,1 % del PIB de 2019 o 1.300 euros por persona al año. También lamentó que es un mal que “estigmatiza de por vida y arrebata a un niño de su derecho más hermoso, el derecho a soñar”.
En el estudio El coste de la pobreza infantil en España se cuantifican los costes que suponen los efectos sobre la educación, el empleo, los ingresos laborales y la salud en la edad adulta, calculando además la pérdida de ingresos y el empeoramiento de la salud y la calidad de vida. Como lee el informe, "mantener una pobreza infantil elevada no sólo es injusto, sino que es claramente ineficiente".
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"Un 5% más pobres"
Los cálculos de la evaluación realizada en la investigación revelan que las personas que vivieron en situación de pobreza durante su adolescencia tienen una probabilidad de un 36% más de sufrir exceso de peso y un 12% más de padecer depresión. Es más, estas personas tienen un 30% más de probabilidad de tener mala salud en general.
Además, una persona que vivió en situación de pobreza en su adolescencia gana hoy unos 5.130 euros brutos anuales menos. Las investigadoras líderes, Libertad González, de la Universidad Pompeu-Fabra y Olga Cantó, de la Universidad de Alcalá, señalan que los costes individuales tienen una incidencia también en conjunto de la sociedad.
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Por su parte, el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco, explicó que "mantener índices de pobreza infantil tan altos, más del 27%, genera que seamos un 5% más pobres todos los ciudadanos de este país". Y prosiguió haciendo un alegato para "romper el círculo de la pobreza desde la infancia, además de ser una cuestión de justicia social, es de inteligencia colectiva".
En cuanto a la distribución territorial de este problema, Andalucía es la comunidad autónoma con mayor incidencia, con 23,2% de la infancia pobre de España. Mientras que el informe destaca que uno de cada tres niños, niñas y adolescentes vive en Cataluña o en la Comunidad de Madrid.
El presidente del Gobierno admitió que el informe arroja una “conclusión demoledora” que se debe atajar con medidas pertinentes, puesto que “ninguna sociedad decente puede resignarse a esta injusticia”.
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España tiene la segunda mayor tasa de niños y adolescentes en riesgo de pobreza y de exclusión social de Europa, según recoge el análisis de la Plataforma de la Infancia, que aglutina a las principales ONG que trabajan con menores.
"Un país rico como España no puede tener niños pobres, por una cuestión de justicia social, pero también de racionalidad económica", lamentó en su intervención Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía y Transformación Digital.