La Federación para el Medioambiente de China (ACEF, por sus siglas en inglés), una agencia ambiental sin fines de lucro de carácter semioficial, aprobó el pasado viernes una guía para que los ciudadanos adopten comportamientos ecológicos para reducir su huella de carbono.
Con ello, China quiere alentar a sus ciudadanos a participar con sus acciones para apoyar el objetivo de alcanzar la meta de cero emisiones netas en todo el país en 2060, según ha recogido hoy el diario hongkonés South China Morning Post.
Se trata del primer documento de este tipo a nivel nacional, aunque ya algunas provincias chinas habían introducido sus propios programas para fomentar la participación ciudadana en la reducción de las emisiones de carbono.
“La directriz ha definido por primera vez qué comportamientos pueden considerarse como reductores de emisiones”, señaló en unas declaraciones a los medios estatales, Tao Lan, gerente general de Green Inclusive Co., y uno de los participantes en la elaboración de la guía.
Vida diaria eco
El manual cuenta con 40 medidas de comportamiento ecológico y bajos en carbono, que se dividen en siete categorías y proporcionan descripciones detalladas para que los ciudadanos puedan adoptar una vida baja en emisiones de carbono.
Las medidas abarcan varios ámbitos de la vida diaria, desde el hogar hasta la movilidad o las finanzas ecológicas. En el sector textil, por ejemplo, la guía recomienda el reciclaje de la ropa o la compra de productos fabricados con materias primas sostenibles.
En el sector alimentario, el manual propone una reducción de los cubiertos y vajillas de un único uso, el aumento de consumo de productos de origen vegetal en sustitución de la carne o pedir medias raciones en los restaurantes para reducir el desperdicio alimentario.
Imprimir a doble cara, reducir el uso del coche en un día a la semana, el mayor uso del transporte público, la economía circular o el reciclaje doméstico son otras de las medidas también incluidas dentro de la guía.
Objetivo 2060
El gigante asiático es el país más contaminante del mundo, contribuyendo aproximadamente al 28% de la contaminación mundial, unas cifras muy por delante de Estados Unidos (13,63%), la Unión Europea (7,46%) o la India (7%).
En septiembre de 2020, el presidente chino, Xi Jinping, anunció el objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2060. Sin embargo, la estrategia interna ha sido contradictoria. Si bien China es una gran potencia de las energías renovables, el uso de combustibles fósiles ha ido en aumento constante desde hace décadas.
El principal ejemplo es el de la construcción de centrales térmicas de carbón, lo que ha generado inquietud entre las organizaciones ecologistas. Según recogió la Agencia Efe en 2021, Greenpeace se mostró muy preocupada por la aprobación de la instalación de 46,1 gigavatios producidos por este tipo de plantas, lo que suponía un 231,6 % más de lo aprobado en 2019 y más que lo aprobado durante los años 2017, 2018 y 2019 combinados.
Consumo interno
Con una rápida urbanización, la emisión interna se ha convertido en un problema apremiante. La proporción de emisiones de carbono procedentes del consumo doméstico ha ido aumentando en los últimos años, alcanzando el 53% de las emisiones totales del país, según una investigación de la Academia de Ciencias de China.
Sin embargo, a pesar de ser el principal emisor mundial, las emisiones de carbono per cápita siguen siendo netamente inferiores a algunas economías avanzadas, siendo la cifra la mitad de lo que producen los estadounidenses, los canadienses o los australianos.
La aprobación de esta guía podría tener efectos positivos para la concienciación y conseguir un mayor compromiso de la ciudadanía frente al cambio climático.
“Para el público chino, entender que el cambio climático está relacionado con ellos mismos y tomar decisiones efectivas es un paso clave para motivar al público a participar en la acción climática y responder activamente a las políticas relevantes”, señaló Liu Junyan, activista por el clima de Greenpeace en unas declaraciones recogidas por South China Morning Post.