Las obligaciones diarias, largas jornadas de trabajo, tareas del hogar... En medio del ajetreo diario, es probable que hayas experimentado momentos en los que puedas sentirte con una presión psicológica adicional. Una presión y sensación de estrés que puede incluso afectar a tu bienestar diario y llegar de maneras quizás difíciles de identificar en el momento.
Una ansiedad y sensación de estrés, que en muchos casos puede estar asociada con el conocido como estrés ambiental, una de las preocupaciones más comunes en todo el mundo y que puede llegar a afectar a personas de todas las edades y ubicaciones, incluyendo España.
¿Te has preguntado alguna vez cómo el clima, el ruido o incluso la disposición física de un lugar influyen en tu estado de ánimo y tu salud? Te contamos cómo nuestro entorno puede llegar a desempeñar un importante papel en nuestro bienestar y también la influencia del cambio climático.
¿Qué es el estrés ambiental?
El estrés ambiental podríamos decir que es como ese sentimiento incómodo que experimentamos cuando el mundo que nos rodea nos pone a prueba. Piensa en cambios de clima, situaciones de emergencia, ruidos molestos o espacios muy llenos; todos estos factores externos que pueden generarnos presión y afectar nuestro bienestar pueden ser la causa de ese estrés ambiental.
[La revolucionaria botella que convierte el agua del mar en agua potable apta para consumo humano]
Es como cuando el clima nos afecta de manera inesperada, o cuando estamos en un lugar muy ruidoso que nos hace sentir incómodos. Estas tensiones del entorno pueden afectar nuestra salud mental y física, y cada persona las experimenta de manera diferente.
Hablamos por lo tanto, de ese conjunto de situaciones del exterior que nos retan y que, dependiendo de cómo las manejemos, pueden llegar a influir en nuestro día a día y en cómo nos sentimos.
¿Qué conexión existe entre el estrés ambiental y el cambio climático?
Esta conexión se manifiesta en cómo las alteraciones en el medioambiente pueden llegar a impactar directamente en la vida diaria de las personas. Hablamos de eventos climáticos extremos, inundaciones e incendios y de cómo estos pueden llegar a generar tensiones emocionales y financieras.
Además, la inseguridad alimentaria y del agua, la migración forzada y la necesidad de adaptarse a nuevas realidades climáticas contribuyen también a la carga de estrés. Una situación que, no solo afecta la seguridad física, sino que también tiene implicaciones para la salud mental, causando ansiedad y preocupaciones sobre el futuro.
La importancia radica en abordar por lo tanto, no sólo los aspectos físicos del cambio climático, sino también los impactos psicológicos y sociales, reconociendo la interconexión entre el bienestar ambiental y la salud mental de la sociedad afectada.
¿Cuál suele ser la causa del estrés ambiental?
Siguiendo una clasificación convencional, las principales fuentes de estrés ambiental incluyen los siguientes aspectos:
- Fenómenos cataclísmicos: Eventos repentinos y catastróficos que afectan a numerosas personas al mismo tiempo, ya sea de manera breve, como quedar atrapado en algún lugar, o de manera prolongada, como encontrarse en una situación carcelaria.
- Estaciones del año y clima: Las variaciones climáticas afectan a las personas de diversas maneras, provocando en algunos casos cambios significativos en el estado de ánimo.
- Temperatura: Estudios indican que en días o períodos más cálidos, puede manifestarse agresividad u hostilidad, y que este efecto se revierte si la temperatura supera cierto umbral.
- Presión atmosférica: Datos sugieren que a menor presión atmosférica, hay una mayor incidencia de la depresión.
- Contaminación del aire: Niveles elevados de contaminación afectan las actividades al aire libre y generan estímulos sensoriales desagradables.
- Ruido: Posiblemente el factor con mayor impacto en el estrés ambiental. Sonidos de alto volumen afectan directamente la salud mental, al igual que ruidos molestos y repetitivos, incluso si no son extremadamente intensos.
- Hacinamiento: La concentración excesiva de personas en espacios reducidos puede provocar estrés, aunque esto depende en gran medida de la percepción individual.
- Disposición del ambiente físico: Las características de la construcción y el mobiliario influyen en la sensación de exigencia que experimenta una persona.
Cómo combatir el estrés ambiental
Hacer frente al estrés ambiental implica adoptar estrategias y hábitos que nos ayuden a manejar las presiones del entorno. Aquí te damos algunas sugerencias:
- Conciencia y aceptación: Reconoce y acepta que el estrés ambiental es parte de la vida. Tomar conciencia de las situaciones estresantes puede ser el primer paso para afrontarlas.
- Resiliencia: Desarrolla resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarte y recuperarte frente a situaciones difíciles. Cultivar una mentalidad resiliente te ayudará a enfrentar los desafíos de manera más efectiva.
- Prácticas de relajación: Incorpora técnicas de relajación en tu rutina diaria, como la meditación, la respiración profunda o el yoga. Estas prácticas pueden ayudarte a reducir la tensión y mejorar tu bienestar general.
- Gestión del tiempo: Organiza tu tiempo de manera efectiva. Establece prioridades, delega tareas cuando sea posible y evita la procrastinación para reducir la presión sobre ti mismo.
- Contacto con la naturaleza: Si es posible, pasa tiempo al aire libre y en contacto con la naturaleza. La exposición a entornos naturales ha demostrado tener efectos positivos en la reducción del estrés.
- Establecer límites: Aprende a decir "no" cuando sea necesario y establece límites saludables en tus compromisos y responsabilidades para evitar sentirte abrumado.
- Apoyo social: Comparte tus preocupaciones con amigos, familiares o profesionales de la salud mental. Contar con un sistema de apoyo puede brindarte perspectivas útiles y emocionalmente reconfortantes.
- Estilo de vida saludable: Mantén un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y un sueño adecuado. Estos elementos son fundamentales para fortalecer tu resistencia al estrés.
- Desconexión digital: Establece momentos para desconectarte de dispositivos electrónicos y redes sociales. La sobreexposición a la información puede contribuir al estrés, y desconectar permite descansar la mente.
- Búsqueda de ayuda profesional: Si el estrés ambiental se vuelve abrumador, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Pueden ofrecer herramientas específicas para enfrentar y superar el estrés.