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Con el aumento de la población mundial, las ciudades siguen creciendo. En ellas es donde se consume la mayor parte de la energía, el asfalto de las carreteras y el acero de los edificios provocan el efecto de isla de calor, y la gestión de los residuos es uno de los retos general a los que se enfrentan todas las ciudades. Sin embargo, algunos ayuntamientos preparan leyes y normativas para adaptarse a la crisis climática y que las personas sean felices

António Guterres, secretario general de la ONU, admitía en un foro en 2020 que el planeta está en una emergencia climática, pero también ve esperanza: "Hay un movimiento hacia la neutralidad en carbono. Las ciudades se hacen verdes, la economía circular está reduciendo los residuos, las leyes medioambientales crecen y la gente está tomando acción".

¿Estamos todavía a tiempo o ya es tarde? Las ciudades no son solo los centros neurálgicos. También es donde están los colegios y hospitales para promover educación y salud, donde están los museos que guardan la cultura y la historia, y de donde vienen las ideas que puedan revertir la crisis climática. Estas son las 10 ciudades más sostenibles, en los cinco continentes. 

[Las 10 ciudades más caminables de España: sostenibles, amables con el peatón e inclusivas]

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    Estocolmo, primera Ciudad Verde Europea

    Se ha convertido en un modelo urbano de devolver la ciudad a los vecinos. Fue la primera Ciudad Verde Europea en 2010 y uno de sus mayores logros ha sido el uso de energía renovable. También destaca la electrificación del transporte e integración del carril bici.

    Además, la ciudad ha implementado estrictas políticas de reciclaje y compostaje que han logrado que la mayor parte de los residuos se reutilicen o se conviertan en energía, eliminando casi al 100% los vertederos.

    Al mismo tiempo, enfrenta importantes retos en su camino hacia la neutralidad, motivo por el que trata de mantener el equilibrio entre el desarrollo y la conservación de espacios verdes, ya que la expansión de la ciudad podría afectar los ecosistemas locales. 

    Desde la eficiencia energética en los edificios hasta la promoción de una economía circular, la ciudad trabaja por mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos sin comprometer el medio ambiente, sentando un ejemplo para otras ciudades del mundo.

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    Pontevedra, la segunda ciudad con más vegetación y más 'caminable'

    En España destaca Pontevedra por su compromiso con la sostenibilidad y calidad de vida. La ciudad ha logrado que más del 70% de sus habitantes viva cerca de áreas verdes, superando las recomendaciones de la OMS, mientras su peatonalización permite cruzarla en solo 20 minutos a pie. Esto ha reducido la contaminación y las emisiones de CO₂, creando un ambiente más saludable.

    Aunque no es una ciudad grande, o precisamente por eso, la integración de un modelo de ciudad peatonalizado ha sido mucho más fácil. Aun se enfrenta a otros retos como conseguir la energía limpia y eficiencia energética en su parque mobiliario.

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    Vancouver, la ciudad de las casas sostenibles

    Destaca como una de las ciudades más sostenibles en América gracias a su enfoque innovador en vivienda sostenible. Su programa de construcción incluye estrictos estándares de eficiencia energética y materiales sostenibles, garantizando que cada nueva vivienda sea accesible y ecológica. Este compromiso con la sostenibilidad ha convertido a la ciudad en un modelo de desarrollo urbano respetuoso con el medioambiente.

    También destaca por la integración de las minorías y el apoyo a las personas vulnerables. Los servicios sociales consiguen que todo el que lo necesite tenga techo y comida.

    La colaboración entre el gobierno, los residentes y las empresas locales ha sido clave en el éxito de esta estrategia. Al priorizar la asequibilidad y la variedad en la oferta de vivienda ha logrado que más personas adopten este estilo de vida sostenible, avanzando hacia un futuro más verde y consciente.

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    Cutritiba, soluciones basadas en la naturaleza contra las inundaciones

    En el sur de Brasil, es un ejemplo destacado de ciudad eco-friendly por su capacidad de integrar la naturaleza en su planificación urbana. Con un historial de inundaciones, implementó soluciones basadas en la naturaleza: utiliza vegetación para absorber el exceso de agua, actuando como una "esponja" natural.

    Este enfoque no solo ayuda a mitigar las inundaciones, sino que también permite capturar grandes cantidades de CO₂, mejorando la calidad del aire y reduciendo el impacto ambiental. La estrategia de Curitiba demuestra cómo el respeto por los ecosistemas puede ofrecer soluciones efectivas para los desafíos urbanos.

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    Singapur y su gestión de residuos

    En el extremo sur de Asia, Singapur ha convertido el desafío de su geografía isleña en una oportunidad para liderar en sostenibilidad urbana. Con un enfoque en la optimización del espacio, esta ciudad-estado ha desarrollado soluciones innovadoras para la vivienda y la gestión de residuos, integrando extensas áreas verdes que la hacen parecer un jardín flotante.

    Destaca por su limpieza ejemplar: un equipo dedicado mantiene las calles impecables, una tarea esencial en su clima cálido y húmedo, donde el agua estancada podría ser foco de infecciones. Este compromiso con la higiene y la naturaleza ha posicionado a Singapur como uno de los ejemplos en los que hay que fijarse

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    Tokio, logros tras las olimpiadas

    A los pies del icónico monte Fuji, Tokio muestra cómo los grandes eventos pueden impulsar cambios duraderos. Con los Juegos Olímpicos, la ciudad no solo atrajo la atención mundial, sino que adoptó prácticas sostenibles, integrando la economía circular y una gestión eficiente de residuos como parte de su legado.

    Se ha comprometido a reducir sus emisiones y consumo energético a la mitad, además de eliminar la venta de vehículos de combustibles fósiles para 2035. Estas iniciativas demuestran cómo la capital japonesa busca no solo mejorar su propio entorno, sino también establecer un modelo urbano más limpio y sostenible para el futuro.

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    Ciudad del Cabo, capital de África del urbanismo sostenible

    Hace una década, Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, emprendió un ambicioso plan de urbanismo sostenible, enfocado en el equilibrio ambiental, económico y social. En 2021, una sequía sin precedentes puso a prueba su resiliencia, forzando a la ciudad a implementar medidas estrictas de ahorro de agua y límites de consumo.

    Este esfuerzo exigió la colaboración activa de la población, empresas y autoridades, quienes ajustaron hábitos y adaptaron políticas para enfrentar la crisis hídrica. Gracias a estas acciones, no solo afrontó la escasez, sino que promovió una cultura de uso responsable del agua, consolidando su compromiso hacia un futuro más sostenible.

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    Nairobi, 90% renovable

    Nairobi, capital de Kenia, destaca por obtener el 90% de su energía de fuentes sostenibles, superando a muchas ciudades europeas en este aspecto. Hidroeléctrica y geotérmica, estas técnicas permiten a la ciudad avanzar en sostenibilidad mientras enfrenta desafíos como la calidad del aire y la gestión de residuos.

    Además, Kenia, con 23 grandes parques nacionales, refuerza su vínculo con la naturaleza, un rasgo que Nairobi también refleja en su planificación urbana. A nivel global, lidera la voz africana en foros internacionales, abogando por una financiación climática más justa, esencial para que los países en desarrollo puedan enfrentar los retos del cambio climático.

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    Wellington, la ciudad con menos CO₂ por persona

    La capital de Nueva Zelanda ha logrado destacarse por reducir significativamente sus emisiones de CO₂, logrando el menor nivel per cápita en Oceanía. Este logro sitúa a Wellington entre las ciudades más ecológicas a nivel global y subraya su compromiso con la sostenibilidad.

    Además, el diseño urbano de la ciudad busca priorizar a las personas, promoviendo la conexión entre ciudadanos y con los espacios naturales que abundan en la ciudad. Al centrar sus esfuerzos en una infraestructura verde y accesible, Wellington se consolida como un modelo de urbanismo sostenible que armoniza la vida urbana con el entorno natural.

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    Sídney, el destino más sostenible de Oceanía

    Ha sido reconocida en el índice de Destinos Sostenibles Globales, ocupando el décimo lugar a nivel mundial y el primero en Oceanía. La ciudad se enfoca en ambiciosos objetivos que incluyen la reducción de emisiones de carbono, la eficiencia energética y la gestión del agua, además de fomentar la ecología urbana.

    Con 150 m² de espacios verdes por persona, se enorgullece de ser una de las ciudades más verdes del planeta. A pesar de que el 100% de la energía utilizada por el ayuntamiento es renovable, la ciudad todavía depende de fuentes contaminantes en dos tercios de su consumo energético, lo que representa un desafío continuo en su camino hacia la sostenibilidad total.

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