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El Clásico es el evento deportivo más visto de todo el mundo. En 2020, marcaron el récord de 650 millones de espectadores. Este sábado 26 de octubre, los aficionados tienen además la oportunidad de seguir al mismo tiempo otro acontecimiento que puede contar con millones usuarios en la red: el combate de peso pluma de Ilia Topuria contra Max Holloway.

Aunque todavía hay dudas de si se pisarán o no en el horario, seguro que en muchas casas la televisión estará encendida desde el principio de la tarde hasta la madrugada. Esto —además de un quebradero de cabeza para los repartidores de comida— será todo un reto para los proveedores de telecomunicaciones

Hasta ahora las emisiones en streaming se hacían con tecnología multicast, es decir, con cada dispositivo se creaba un flujo de información con el emisor para el visionado. En condiciones de tráfico normal, los canales soportan el peso y no es un gran problema, pero con tardes como esta con millones de usuarios los datos colapsan. 

Miguel Gómez, ingeniero de vídeo y conexión en Axians, proveedor de servicios de telecomunicaciones, explica que este sistema tiene un gran impacto. Al consumo de energía para conseguir que todo funcione hay que sumar la construcción física de todos las piezas del engranaje: antenas, cables y servidores que soportan la cantidad de datos (además del mantenimiento).

Esto es como construir una carretera de cinco carriles cuando, en el día a día, se necesitan solo dos. Aunque con los avances de la tecnología, esas 'autovías' son capaces de manejar el tráfico en horas puntas.

Reproducción simultánea

En la era analógica, las casas recibían la señal continua que se mandaba por ondas. Con la llegada de internet, los contenidos pasaron al cable y a la fibra. Por ahí circulaban los datos y el proveedor creaba tantas copias como usuarios. Entre estos datos, los paquetes de audio y vídeo son los que más pesan. 

La solución que propone Axians es, en pocas palabras, mandar la señal multiplicada a través de la red y que al usuario solo le llegue una. Sería, en cierto modo, volver al método analógico. "De esta manera, todo lo que es el transporte en tu red de comunicaciones lo vuelves multicast con un único flujo para todos y se convierte en unicast en la casa del cliente", dice Gómez.  

Esta tecnología la aplicaría el operador de comunicaciones en la cabecera, donde se recibe la señal en bruto y el usuario final, el aficionado del Barça o del Madrid en cuestión, no tiene que hacer nada. Además, es una tecnología que los operadores pueden aplicar sin importar el número de televidentes y sin que la línea se sature. 

Hay dos tipos de contenidos en streaming. El que se ve a demanda, como podría ser Netflix o Spotify, en el que el producto ya está creado y se reproduce cuando el usuario lo demanda. También puede ser, como los grandes eventos deportivos, en directo, aunque muchas veces los proveedores guardan este contenido para luego ofrecerlo en demanda.

Gómez dice que no hay un número exacto a partir del cual esta tecnología es aconsejable porque depende de muchos factores, pero dice que "es recomendable usarla a partir de los pocos miles de usuarios".

Además de los beneficios ambientales y de recursos materiales, añade que eso es un alivio para la red y tener que dimensionar la banda. Así también se evita que la señal se caiga

El mundo digital tiene un gran impacto que no se ve en consumo de energía, de agua y de espacio. Los grandes proveedores de servicios lo saben e intentan conseguir que la tecnología sea lo más eficiente posible.