Las Olimpiadas de París pueden sacar pecho. Según el presidente del Comité Olímpico Internacional (IOC), Thomas Bach, serán las primeras en llegar a la paridad total. "Estamos a punto de celebrar uno de los momentos más importantes en la historia de las mujeres en los Juegos Olímpicos y en el deporte en general", asegura.
Estos eventos multitudinarios tienen una influencia importantísima, como demostró que dos jugadores de orígenes extranjeros volvieran a poner el debate de los movimientos migratorios en el centro tras el triunfo de la Eurocopa. Por eso, y no solo por el impacto directo que tienen, es tan importante analizar cómo se enfrentan a la crisis climática.
Por poner un ejemplo, esta ha sido la primera Eurocopa en la que los equipos han repetido estadios. El mayor impacto asociado a una competición como esta es el transporte de las selecciones y sus hinchas. Al moverse menos, los transportes se han reducido notablemente.
El caso de los juegos no es el mismo, porque en este evento los atletas están todo el tiempo en la villa olímpica, y ahí está el principal reto. Sergio Simón, director del área de riesgos y sostenibilidad de EALDE Buisness School, explica que los apartados que más impacto tienen en los macroeventos es el transporte y la construcción de nuevos edificios.
Para el consumo de energía, gracias al boom de las placas fotovoltaicas y los molinos eólicos, y el despliegue de energía nuclear en Francia, el IOC se compromete a que el 100% será renovable. La huella medioambiental de esta edición de los JJOO se ha en reducido 1.750 millones de toneladas de CO₂, o un millón de vuelos trasatlánticos de ida y vuelta entre Londres y Nueva York
Ser sede o no
La pregunta para muchos es si merece la pena ser anfitrión. La crítica está en el uso que se hace después todas las infraestructuras que se construyen. El ejemplo más lacerante fue Grecia. Hoy solo quedan viejos estadios cubiertos por la maleza y pintarrajeados que recuerdan unas pocas semanas de gloria. En algunos de ellos todavía se pueden ver carteles que rezan Athens 2004.
A pesar de todo, por el impacto de las inversiones —la mayoría inmobiliarias— y conseguir patrocinadores y posicionar la ciudad, la mayoría de urbes pelean por ser sede de los grandes eventos deportivos. Aunque a veces si se siguieran estrictamente los valores de sostenibilidad, derechos humanos o nivel democrático no se propondrían como candidatos. Ejemplo de esto sería Qatar, sede del mundial de fútbol 2022.
Hay estudios que establecen que para 2085, solo 12 ciudades del hemisferio norte cumplirían los requisitos para ser sede de los Juegos Olímpicos. En el caso de París de este año, el efecto de la isla de calor y la humedad son las principales preocupaciones.
Construcciones
El mayor logro de París, eso sí, ha sido que solo se ha construido un nuevo centro deportivo, el Centro Acuático de Saint-Denis. Todas las demás son instalaciones reutilizadas. Por ejemplo, uno de los principales lugares del evento será el Estadio de Francia, construido para la copa del mundo de 1998. Además, como explica Bach, la villa olímpica también será un ejemplo de sostenibilidad, generando energía a partir de fuentes geotérmicas y solares".
Y como curiosidad añade que utilizarán "colchones fabricados con redes de pesca recicladas y somieres de cartón reforzado. Además, se han plantado casi 9.000 árboles alrededor de la villa para mejorar la biodiversidad y atraer a diversas especies".
La villa olímpica se ubicará en Saint-Denis, atravesando el río Sena, y tendrá una superficie de 40 hectáreas. Con la premisa de evolucionar durante y después de este acontecimiento, y que no se conviertan en un esqueleto abandonado, el Gobierno de Macron evalúa la posibilidad de hacerlas viviendas públicas.
Para seguir la línea de la sostenibilidad, se pretendía hacer un 'ecobarrio' y una mini 'ciudad en 15 minutos' con apartamentos, hoteles, oficinas, residencias de estudiantes, escuelas y gimnasios. En esta línea, el COI se puso altos estándares medioambientales, contemplando el uso de materiales 100% de origen orgánico, el uso exclusivo de energías renovables y la puesta en marcha de huertos urbanos en las cubiertas y zonas verdes de los complejos deportivos.
En cuanto al sistema de climatización, la villa se construyó sin aire acondicionado. Se aprovechará la construcción orientada en recursos naturales y un sistema de refrigeración subterráneo utilizado en el Museo de Louvre durante el verano del año pasado para mitigar las temperaturas sofocantes que se registraron en Europa.
Desde la organización aseguran que los pisos no superarán los 26° C durante el tiempo de descanso para los deportistas. Más allá de este plan antiola de calor, también habrá artefactos portátiles. "Pese a que las temperaturas en exteriores pueden alcanzar los 41 grados, tenemos temperaturas de 28 grados en la mayoría de estas habitaciones”, explica el director de la villa olímpica, Laurent Michaud, durante la presentación del sitio de los Juegos Olímpicos.
Transporte
La otra gran pata de la huella ecológica es el transporte, especialmente el de los aficionados. Recientemente, París cumplió el hito que están persiguiendo otras grandes ciudades como Londres o Madrid. Por primera vez se estimaron más desplazamientos en bici que en coche en el centro de la capital francesa. Siguiendo ese momentum y el impulso de un evento deportivo como los JJOO, se han construido hasta 1.000 km nuevos de carril bici.
Toyota, el socio internacional de movilidad de estas Olimpiadas, suministrará una flota de turismos compuesta por más de 2.650 vehículos eléctricos. Además, pondrán en servicio 3.000 bicicletas de alquiler y se habilitarán buses y lanzaderas a todos los eventos.
Y vale la pena destacar que, además de los taxis eléctricos o híbridos ya tan habituales, París es la ciudad del mundo con más taxis de hidrógeno. Este verano habrá 18.500 vehículos de estas características, además de una decena de autobuses con el mismo modelo de combustión.
Conflicto social
Pero el impacto o la huella de un macroevento no es solo climático. También hay que tener en cuenta el factor social. Con un cierto discurso heroico, estos eventos deportivos globales también llaman a la unión, a la superación personal y colectiva, y a la competencia sana.
Simón resalta la dualidad de los países desarrollados frente a los que están en vías de desarrollo. "Se sigue poniendo de relieve las grandes diferencias y desigualdades que hay a nivel global. Hay una correlación directa entre medallas olímpicas y PIB per cápita de los países y en eso es normal, evidentemente", indica.
Para el profesor de EALDE Busienss School hay una captación de capital deportivo. Algo normal, por otro lado, dado la mejoras en la calidad de vida, las instalaciones y las posibilidades que ofrecen los distintos países. Pero Simón llama a una reflexión profunda sobre las raíces del problema. Y concluye: "Yo creo que en este tipo de eventos, todo lo que se está adelantando en la E de environment (ambiental) se retrocede en la S de social".