El cambio climático transforma el verano español en una "estación mortal": así lo está modificando
Un análisis afirma que 26 millones de habitantes se enfrentarán esta semana al menos a un día de temperaturas que no se alcanzarían sin los niveles de contaminación actuales.
23 agosto, 2024 01:23Ayer, jueves 22 de agosto, un estudio publicado en The Lancet Public Heath aseguraba que España podría ser el país de Europa con más muertes causadas por el calor para 2100. Ahora, un análisis de Climate Central arroja nuevos datos sobre el efecto de las temperaturas —cada vez más extremas— en nuestro país.
El informe asegura que entre el 21 y el 26 de agosto los termómetros españoles marcarán temperaturas medias diarias más altas de lo que serían si la crisis climática antropogénica no fuese una realidad. "El cambio climático está transformando los veranos en España", sentencia Andrew Pershing, encargado del Departamento de Ciencia en Climate Central.
Además, asegura que la época estival española, en su conjunto, está convirtiéndose en una "estación de calor intenso y mortal". El análisis, en el que ha participado, asegura que se estima que, esta semana, cerca de 26 millones de españoles hayan o vayan a experimentar, "al menos, un día de temperaturas que serían prácticamente imposibles sin la influencia de la contaminación derivada de las emisiones de CO₂".
Para hacer tal aseveración, el análisis de Climate Central ha utilizado datos sacados del Índice de Cambio Climático (CSI), una herramienta científica que cuantifica la influencia de la emergencia climática en las temperaturas diarias locales de todo el planeta.
Hasta el 26 de agosto, se espera que las temperaturas medias diarias alcancen el nivel 5 del CSI en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Palma de Mallorca, Valladolid, Granada, Getafe, A Coruña o Alicante. Esto significa, según explican los creadores de la propia herramienta, que el cambio climático provocado por el ser humano ha hecho que este calor excesivo sea al menos 5 veces más probable.
El análisis asegura que es precisamente en estas ciudades donde se esperan temperaturas anómalas 5 °C por encima de la media "normal" para este periodo del año. En algunas urbes, incluso, podrían elevarse hasta 8 °C.
Termómetros que marcan entre 32 °C y 38 °C están siendo comunes estos días tanto en España como en Portugal. Según la investigación de Climate Central, lugares como Córdoba, Badajoz o Zaragoza podrían rozar —e incluso alcanzar— los 40 °C. El cambio climático, insiste el análisis, "hace cinco veces más probables estas predicciones meteorológicas".
El calor extremo persistente que se está viviendo en España, matiza Pershing, "se ha visto agravado por las emisiones de CO₂". Sin ellas, es decir, sin la contaminación atmosférica, las temperaturas de la península ibérica no se entenderían.
Parte de un patrón
Las altas temperaturas este verano en España forman parte de "un patrón más amplio", indica Pershing, quien asegura que no es exclusivo de nuestro país. Más bien, como indica el análisis de Climate Central, es común a toda la región del Mediterráneo, donde los termómetros llevan tiempo subiendo y, por ende, aumentando el riesgo de incendios forestales.
Según el informe, solo entre junio y julio más de 60 millones de personas en la zona del Mediterráneo han experimentado temperaturas más altas de lo normal durante 20 días o más. Estas olas de calor son también cinco veces más probables de suceder por culpa del cambio climático.
El patrón del que forman parte estos datos, a fin de cuentas, es el mismo sobre el que, el pasado julio, alertaba el secretario general de Naciones Unidas. En aquel momento, António Guterres daba un 'tirón de orejas' a los países del mundo y les pedía que se pusieran las pilas antes la actual "epidemia de calor sin precedentes".
Cabe recordar que el pasado 22 de julio se registró el día más cálido a escala global desde que hay registros, según el Servicio de Cambio Climático europeo Copernicus. En aquel momento, la temperatura media planetaria alcanzó los 17,16 °C, cuando la media entre 1991 y 2020 para el mismo día se sitúa en 16,25 °C. Esto implica, tal y como muestran los datos de Copernicus, una anomalía de 0,90 °C.
Más incendios y sequía
Pershing recuerda que los episodios de calor extremo no son ni problemas, ni casos aislados. Las altas temperaturas persistentes, dice el experto, no harán más que "aumentar el riesgo de incendios forestales y exacerbar la sequía actual".
El análisis de Climate Central alerta de que estas predicciones de altas temperaturas persistentes podrían incrementar la posibilidad de que los incendios forestales prendan en la península ibérica. Según la AEMET, este fin de semana los niveles de riesgo por fuego son altos o muy altos en gran parte de España, especialmente en el occidente del país.
Hasta el 15 de agosto, los incendios forestales en territorio nacional habían afectado ya a 34.000 hectáreas de bosque y monte, según datos del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO). Esta situación podría verse exacerbada, según los autores del análisis, este fin de semana del 24 y 25 de agosto, pues las altas temperaturas y la sequía prolongada son la combinación perfecta para que salten las llamas.
Esto "podría suponer un reto aún mayor para los suministros de agua dulce de lugares como Mallorca". Allí, recuerdan, la DANA de la pasada semana puso ya en jaque este recurso básico.
El análisis de Climate Central concluye hablando de los riesgos para la salud de las temperaturas intensas. "El calor extremo es especialmente mortal en España", asevera el texto. Y recuerda que, en 2023, los termómetros altos se cobraron la vida de 8.352 personas, según datos de ISGlobal. Esto nos sitúa como el segundo país con más muertes relacionadas directamente con el calor de Europa, solo por detrás de Italia.