España está repleto de rincones fascinantes, lugares en los que perderse y disfrutar de la rica historia y belleza de nuestro país. Dentro de estas maravillas, no podemos olvidarnos de nuestra inconfundible costa, una de las más aclamadas en todo el mundo por sus impresionantes playas. Sin embargo, cada verano, estas se enfrentan a un desafío natural que aterra a los bañistas: las medusas.
Estos habitantes del mar, aunque fascinantes desde el punto de vista biológico, provocan verdadero pánico a los humanos debido a sus dolorosas picaduras. Situación ante la que múltiples ayuntamientos de municipios costeros han decidido tomar drásticas medidas para mantener a raya estas plagas marinas y garantizar así la seguridad de turistas y locales.
Una de las soluciones más populares y utilizadas son las redes antimedusas. Estas mallas actúan como barreras que impiden que las medusas lleguen a las zonas de baño. La Región de Murcia es un ejemplo de la aplicación de esta medida, instalando estas redes en varias playas del norte de la Manga del Mar Menor y en el municipio de San Pedro del Pinatar.
La medida más eficaz y controvertida
Las redes antimedusas, aunque efectivas para proteger a los bañistas, no están exentas de controversia y así lo han expresado múltiples científicos ante el gran impacto ecológico que la medida conlleva.
Según el experto Ángel Pérez Ruzafa, estas barreras pueden dificultar la circulación del agua, causando la acumulación de materia orgánica y restringiendo las corrientes marinas. Este fenómeno, entre otros males, puede llevar al enfangamiento de las playas y la proliferación de malos olores debido a la degradación de compuestos orgánicos atrapados en estas redes.
Los científicos recomiendan evitar mensajes alarmistas y abogan por desarrollar una campaña de concienciación sobre el papel ecológico de las medusas en el Mar Menor y las posibles medidas de prevención.
El experto subraya que "se debe considerar que estas mallas producen mortalidad en ciertas especies que quedan retenidas en ellas, se tapizarían con las ovas de rápido crecimiento imponiendo restricciones a las corrientes del Mar Menor y la acumulación de materia orgánica, seguida de una degradación de la misma, implicaría enfangamiento de las playas, malos olores y un consumo del oxígeno disuelto de forma local".
Redes antimedusas estratégicas
En respuesta a la preocupación generalizada del sector científico y biológico, la Consejería de Medio Ambiente ha asegurado que la instalación de las redes es "casi quirúrgica".
Esto significa que se colocarán de manera estratégica y solo en áreas donde la situación lo requiera urgentemente. El principal fin es que las playas, en este caso, las murcianas, estén listas para la afluencia masiva de turistas en el pico principal del verano.
Aunque el Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor ha evaluado la situación y considera que es óptima para la instalación de estas redes, se ha decidido no repetir la extensión masiva de hasta 40 kilómetros de estas mallas antimedusas como en años anteriores. Un enfoque más moderado que pretende equilibrar la protección de los bañistas con la preservación del ecosistema marino.
Además de las redes antimedusas, se están explorando otras tecnologías y métodos para mitigar la presencia de medusas, como los sistemas de monitoreo y alerta temprana, que utilizan sensores y cámaras para detectar la presencia de estos animales y advertir a los bañistas en tiempo real. También se están investigando repelentes naturales y dispositivos ultrasónicos que puedan desviar a las medusas sin afectar a otras especies marinas.
El papel crucial de las medusas
Las medusas, aunque sea un animal un tanto indeseado, juegan un papel vital en la cadena trófica marina. Ayudan a regular el ecosistema evitando la acumulación excesiva de nutrientes.
Ruzafa destaca que "las medusas realizan un importante papel ecosistémico de control de la red trófica; destacando la depredación sobre fitoplancton por parte de C. tuberculata y R. pulmo. Además, todas las crisis distróficas ocurridas en el Mar Menor han ocurrido bajo las condiciones de ausencia de medusas y alta temperatura del agua".
Por otro lado, la lucha contra las plagas de medusas no es solo responsabilidad de las autoridades. La colaboración de la comunidad, turistas y científicos es esencial. Pero, para ello, es fundamental educar a estos sobre la importancia de las medusas en el ecosistema y las razones detrás de las medidas adoptadas.