Rocas que no habían visto el cielo azul en más de 11.700 años, hoy se calientan bajo el sol. Los glaciares que cubrían los picos de la cordillera andina de forma permanente son hoy los más pequeños desde que se acabó la última época glaciar. Un informe del Boston College, publicado el 1 de agosto de 2024 en la revista científica Science, demuestra que el retroceso glaciar ocurre mucho más rápido y ya ha pasado un preocupante hito que abarca varias eras geológicas.
"Tenemos evidencia bastante sólida de que estos glaciares son ahora menores de lo que han sido en cualquier momento de los últimos 11.000 años", explica Jeremy Shakun, profesor asociado de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente del Boston College y coautor del informe.
Y añade: “Dado que el retroceso glaciar moderno se debe principalmente al aumento de las temperaturas, en lugar de a menos nieve o a cambios en la cobertura de nubes, nuestros hallazgos sugieren que los trópicos ya se han calentado fuera de su rango del Holoceno y dentro del Antropoceno”.
Esto quiere decir que, debido al cambio en las condiciones climáticas, han desaparecido los cuerpos helados que acompañaron el florecimiento de nuestra civilización. Desde hace 10.000 años el clima se ha mantenido relativamente estable y predecible.
Gracias a eso, el ser humano se asentó, desarrolló la agricultura, la ciencia y la tecnología hasta los niveles de hoy en día. Sin embargo, desde hace algunos años se habla una nueva era, en la que el ser humano es la principal fuerza que afecta al clima: el Antropoceno.
Los investigadores formaron un equipo internacional que viajó a Colombia, Perú y Bolivia para medir la química de la roca junto a cuatro glaciares en los Andes tropicales. La medida de dos isótopos que se acumulan en la piedra cuando les da el sol permitió a los científicos saber durante cuanto tiempo ha estado expuesta.
"Algo así como de qué manera una quemadura solar puede decirte cuánto tiempo alguien ha estado bajo el sol", dice Shakun. De esta forma, han podido establecer que hasta hace muy poco tiempo —a escala geológica— esas rocas habían estado cubiertas de hielo.
Ya se había registrado el retroceso de los glaciares en multitud de ocasiones, pero esta vez es la primera en que se tienen pruebas irrefutables del retroceso en estas masas de hielo tropicales. Y esto lleva a pensar que, de igual manera, otros glaciares en el mundo probablemente estén retrocediendo mucho más rápido de lo previsto.
¿El fin de los glaciares?
En mayo, Venezuela perdió su último glaciar. La Corona se había encogido tanto que los científicos lo clasificaron como 'campo de hielo'. Los glaciares, según la UNESCO, son una masa de hielo perenne, que muestra equilibrio entre los flujos de ingreso y salida y se desplaza. Los científicos esperaban que durara hasta 2030/2040.
Algo parecido puede pasar en el resto del mundo. El doctor en Ciencias Biológicas e investigador del CSIC Fernando Valladares asegura que está habiendo un retroceso alarmante de los glaciares. "Las fotos en blanco y negro a principios y mediados del siglo XX de grandes glaciares de los Alpes o del Aneto en los Pirineos muestran que ahora se han quedado reducidos a una parte muy pequeña".
Y eso a pesar de que habido grandes esfuerzos de geoingeniería para intentar frenar ese retroceso. Valladares explica que los intentaron cubrir con lonas e incluso se hicieron experimentos puntuales para lanzar a la atmósfera partículas que limitaran la incidencia de la radiación —algo que no tiene nada que ver con las teorías no fundadas de los chemtrails—.
Pero ¿qué son los glaciares?
Los glaciares son un depósito de agua dulce. Por ejemplo, los glaciares de la cordillera del Himalaya alimentan cuatro grandes ríos donde viven un cuarto de la población mundial. Estas corrientes se alimentan de los deshielos de las cumbres. "Los glaciares son muy importantes a la hora de regular el clima, para proveer de agua… Tienen muchos papeles que no nos llegamos a dar cuenta", asegura Valladares.
En los Pirineos, desde 1850, dice, que se ha perdido el 90% de la superficie glaciar. Valladares expone que entre 2021 y 2022 se ha perdido el 20% más de lo que se perdió en toda la década anterior. "Se calcula que la mitad de los glaciares que quedan podrían perderse a finales de siglo", lamenta.
De las 19 masas glaciares de la cordillera pirenaica, hay solo 10 que se consideran glaciares. Los otros 9 son masas de hielo, con cierto tamaño, pero que no tienen el movimiento y los flujos característicos de los glaciares.
Los glaciares son uno de los indicadores que usan el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en sus análisis de los efectos del cambio climático, y se considera que su deshielo es ya irremediable. Además de las consecuencias que tendrían los glaciares de montaña en el caudal de los ríos que alimentan laderas abajo, hay estudios que determinan la subida del mar en el caso del deshielo de los polos y la subida del mar que provocaría que podría ser catastrófica.