El gran azul. El océano. El mar. El planeta está cubierto al 70% de agua. Apenas lo conocemos y solo aprovechamos una pequeña parte. Aproximadamente el 2% de la alimentación global es de origen marino y eso que, para muchos científicos, el mar podría proveer suficientes alimentos como para acabar con el hambre, con un impacto medioambiental mínimo y sería económicamente viable.
El profesor Yngvar Olsen, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, habla de los superalimentos del mar, más allá del pescado y los crustáceos. Dinamarca es el mayor productor de mejillones mundial y él hace hincapié en las algas y en el plancton para consumo humano y animal. Aunque asume que la producción de alimentos marinos nunca superará a la terrestre, aún ve mucho potencial para aumentarla: "Hay producir materia en los niveles bajos de la cadena trófica". Esto es con plancton, algas o mejillones.
Como buen noruego que ha trabajado toda la vida en el sector de la pesca, Olsen está preocupado por el bienestar del océano. Aun así, dice que para llegar a ese nivel de producción, hay que separar la acuacultura de las piscifactorías y alimentar las granjas marinas con producciones genéticamente modificadas en tierra.
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"Los peces carnívoros como el salmón o el atún tienen muchos requerimientos nutricionales, así que para satisfacer todas las necesidades se necesitarían aplicar biotecnología y productos genéticamente modificados", asegura el científico.
El encuentro con Olsen se produjo en el marco de Mad Blue, un enclave donde se encuentran startups de innovación y tecnología. Este año ha estado centrado en la economía azul y en los mares como fuente económica y en la importancia de gestionar sus recursos de una forma eficiente, recuperando ecosistemas y conservando la biodiversidad.
Luis Prieto, CEO de MadBlue, habló de la conservación: "La salud de planeta está íntimamente relacionada con las emisiones de CO₂ y el mar, particularmente. No podemos permitir que el mar se acidifique. Eso significa que tiene que haber biodiversidad, fauna marina, árboles y posidonia u otras algas marinas".
El nivel más básico de la biodiversidad marina es el plancton. A pesar de su reducido tamaño, estos microorganismos es la biomasa marina más abundante. Son organismos de origen animal, vegetal o bacteria diminutos que flotan en el mar y se dejan llevar por las corrientes marinas.
Tienen un importante papel en el intercambio de gases entre a atmósfera y el mar; esto es, crea oxígeno y absorbe CO₂. Los científicos estiman que al menos el 50% del oxígeno del planeta proviene de los océanos y la mayor parte del fitoplancton. Y están íntimamente relacionados con la salud del mar.
Este está en la base de la pirámide de alimentación y su papel en la cadena trófica es crucial. En el eslabón más bajo está el fitoplancton, de origen solar, gracias a la fotosíntesis.
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El siguiente eslabón es el zooplancton que se alimenta del fitoplancton, y a partir de ahí le siguen los peces pequeños, aves y peces carnívoros de estos y grandes depredadores como las orcas y los tiburones. En cada nivel de la pirámide, los animales crecen en tamaño, pero disminuyen en número. Hay casos como el de las ballenas que se saltan varios niveles y se alimentan directamente del plancton.
Mejillones como medicina
El molusco marino más común —y rico— es el mejillón. Aunque también están explorando nuevas recetas con otros productos, a los mejillones se les conoce muchas propiedades. Un superalimento es el que tiene un valor nutritivo añadido, y si es posible a un bajo coste.
Galicia es una comunidad productora de Mejillones. Joaquín Garrido, secretario general del consejo regulador de la denominación de origen del mejillón de Galicia, dijo a ENCLAVE ODS | EL ESPAÑOL: "El mejor prescriptor del mejillón es el médico, porque cuando hay una falta nutritiva recomiendan". Es cierto que el mejillón tiene alto contenido de Omega 3, hierro, selenio, magnesio, ácidos grasos y poliinsaturados.
Y además, los mejillones son especies filtradoras que limpian el agua y favorecen los ecosistemas. La presencia de mejillones tiene efecto cascada en otras muchas especies. "En el sector del mejillón nos preocupa de siempre la limpieza del agua porque tenemos que cuidar el medio, si continuamos con el camino de deterioro que se viene marcando históricamente, esas intenciones de que los océanos provean de alimento en mayor medida de lo que lo hacen hoy, va a ser casi imposible".
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La economía azul se basa en intentar sacar provecho de ese gran desconocido que es el mar. El ser humano lo ha utilizado como fuente de energía, de alimentos y como vía de transporte, y ahora con las innovaciones tecnológicas se puede llegar más lejos y de forma eficiente. En un mundo donde el sistema alimentario está roto, los moluscos, las algas y hasta el plancton pueden ser la comida del futuro y del presente.