El próximo 17 de junio, cuando el sol caiga y empiece por fin a anochecer –a eso de las 21 horas–, la plaza Aniceto Marinas de Villanueva de la Vera (Cáceres) sufrirá toda una metamorfosis. El telón se abrirá y se habrá convertido en todo un palacio de la ópera en el que disfrutar de El elixir de amor de Gaetano Donizetti.
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Esta ópera bufa se interpretará, entonces, en la plaza de este municipio de apenas dos mil habitantes para demostrar que, en palabras de Juan Urquiola, el director de producción, obras "complejas" como esta se pueden trasladar al mundo rural sin problema.
Porque, como explica el director de escena de esta versión de El elixir de amor, William G. Costabile Cisco, "no se necesita mucho más para que este trabajo funcione y complazca a generaciones de espectadores". Aunque, añade, desde Ras de Terra, centro internacional de residencias artísticas encargado de este montaje, no han podido quedarse ajenos al contexto rural en el que se interpretará la ópera.
Por eso, dice Costabile Cisco, han alterado "algo" del libreto original para, así, original para acercarlo a esa España vaciada que buscan "celebrar con él". "Creemos en la contaminación entre géneros, entre épocas, entre diferentes espíritus, que, encontrándose en el escenario, pueden –con respeto– agregar al "habitual" Elixir un color más".
Un espectáculo 'elitista' en el mundo rural
Tal y como explican desde Ras de Terra, el objetivo de esta ópera no es otro que el de "acercar a la población rural un espectáculo cultural considerado elitista por su alto coste y complejidad de producción". Así, dicen, la sacan de "los circuitos convencionales" y son capaces de hacerla llegar a nuevas audiencias.
En definitiva, afirman desde la organización, "se trata de democratizar la ópera y descentralizar la cultura".
La puesta en marcha de El elixir de amor, explican, supone un enorme reto por todo lo que implica "un montaje de estas características en cuanto a medios logísticos y artísticos". Especialmente, en un entorno no habituado a recibir este tipo de representaciones.
A esto hace referencia Urquiola cuando dice que "la ópera es, sin duda, el espectáculo más completo y también el más complejo, puesto que en él se integran artes visuales, lírica, orquesta, danza, corales…". Llevarlo a un pueblo pequeño, añade, "ofrece la posibilidad de acercarlo a personas que nunca antes han tenido la oportunidad de disfrutarlo".
Dinamizar la cultura rural
Aunque claramente este proyecto busca dinamizar la cultura rural, desde Ras de Terra afirman que su ambición va mucho más allá: "Pretende también dinamizar recursos locales y visibilizar el potencial extremeño en la producción del espectáculo".
Y hay más de un ejemplo que lo demuestra. Por ejemplo, la venta de entradas se ha canalizado a través de Yendo, una app creada por jóvenes extremeños. Además, el equipo de luz y sonido, Actúa Ibérica, procede de Badajoz. Por su parte, la música del Ensemblement junto con más de una veintena de miembros del Coro de Cámara de Extremadura serán pilares básicos de la puesta en escena de esta ópera.
Como también lo serán el equipo de maquillaje, estilismos de peluquería, ayudantes de atrezzo y montaje, que provienen todos ellos de distintos pueblos de la comarca. El grupo folclórico 'El Madroñal' protagonizará el comienzo del segundo acto y la soprano Lorena Ferreiro, de madre extremeña, interpretará el papel protagonista de Adina.
El elixir, que no podía faltar, correrá a cargo de las bodegas Coloma.
Y como buena ópera, no podía faltar el acento internacional. En este caso lo ponen tanto la productora Opera-Copro, expertos del mundo operístico para la selección de los tenores, barítonos y sopranos, como el director musical y el director de escena.
Este verano, esta ópera madre in Extremadura traspasará fronteras y viajará a Atenas, Chipre y Viena, jugando, como explican desde Ras de Terra, con "el binomio local-internacional".
Lo rural en el presente y futuro
“Vemos la cultura como agente de cambio. Esperamos que este gran esfuerzo sirva tal vez como semilla de un festival anual de música y artes escénicas", afirma Mónica Sánchez-Robles, cofundadora de Ras de Terra y responsable de escenografía. Por eso, con esta ópera no solo buscan potenciar la España vaciada, sino también acercar la sostenibilidad al sector. Por ello, explica, todo el atrezzo es reciclado.
"Es importante poner lo rural en la ecuación del presente y el futuro, el arte, la cultura, no entiende de fronteras, tiene un lenguaje universal", sentencia.
El elixir de amor, explican desde Ras de Terra, es un proyecto "arriesgado", "quizás temerario y orgullosamente rural" que apuesta por el "poder transformador" de la cultura, a través de una ópera participativa, innovadora y producida íntegramente en suelo extremeño.