La ansiedad es un trastorno cada vez más común en España. Según el informe anual del Ministerio de Sanidad, en el año 2021 se calificaba como "el problema de salud mental más frecuentemente registrado en las historias clínicas de atención primaria".
Este mismo informe registraba que el 6,7% de la población española padecía esta enfermedad. La cifra ascendía al 10,4% si se incluía a los que habían experimentado signos o síntomas de la misma. Sin embargo, el problema real radica en un trastorno que impide realizar actividades del día a día y no en síntomas puntuales de ansiedad, como reacción a miedos, inseguridades o situaciones de estrés.
Para un correcto diagnóstico de este trastorno, la mejor opción será siempre acudir a un profesional de la psicología que pueda elaborar un informe médico y que estudie el caso a fondo.
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No toda la ansiedad es mala
La ansiedad es más común en aquellos que han sufrido eventos traumáticos en el pasado, que se bloquean en situaciones de estrés o cuyos familiares hayan padecido este trastorno. Sin embargo, este problema puede manifestarse en cualquier persona, por lo que es fundamental conocer los pasos a seguir en el caso de que le ocurra a alguien de tu entorno.
José Guillermo Fouce, doctor en Psicología, profesor en la Universidad Complutense y presidente de la Fundación Psicología Sin Fronteras, explica que "no todo el estrés es malo". Y matiza: "El problema está cuando el estrés se mantiene en el tiempo o no tenemos los recursos para responder a él".
El psicólogo asegura que, para actuar ante una situación de ansiedad, "debemos buscar el origen de esta y dar respuestas adecuadas y alternativas al consumo de pastillas, que tiene que ser transitorio". Porque, recalca, "la medicación puede servir como muleta, puede permitirte andar un trecho del camino, pero que no soluciona la dificultad".
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Comprensión y acompañamiento
Además, Fouce hace énfasis en que "las personas que acompañan a una persona que sufre de ansiedad deben ser comprensivas y tienen que entender que lo que está ocurriendo tiene que ver con un problema de fondo".
El experto reconoce que es fundamental "acompañar a la persona a que pida ayuda" en el momento en que se detecta que la "ansiedad es permanente y se convierte en un trastorno".
Ataque de ansiedad vs. pánico
A la hora de hablar de ansiedad, es importante, explica Fouce, distinguirla de los ataques de pánico. "No se responde igual, aunque se parecen", cuenta. Y añade: "Cuando hay un ataque de ansiedad, hay que tener en cuenta que uno no se va a morir, aunque crea que sí, y se puede superar".
Respecto a los síntomas, el psicólogo explica que "ambos comparten sintomatología, pero tienen diferencias". Por un lado, la ansiedad "tiende a ser más crónica y la sueles llevar contigo". Además, suele "aparecer en momentos de mayor descontrol".
Sin embargo, compara el doctor, "el pánico se produce con menos aviso y es menos estable". Y recuerda que "es mucho más intenso que la ansiedad".
Conocer la ansiedad para superarla
Pero, ¿cómo se gestiona un ataque de ansiedad? Fouce explica que "la ansiedad se trabaja de la manera en la que se ha superado con anterioridad, para que la persona recuerde este proceso de mejora y ayuda y pueda frenar los pensamientos recurrentes que se producen durante el ataque".
Y es que, indica, es imprescindible "conocer la ansiedad y tratar de localizar el problema" para ponerle solución. Fouce, además, recomienda que "los familiares y los amigos de la persona con este problema lean guías sencillas para conocer la ansiedad y cómo resolverla". Pero, sobre todo, hace hincapié en que "se hable con la persona, que se le acompañe y que se entienda su proceso".