Reloj de la torre dell Orologio en Plaza San Marcos (Venecia).

Reloj de la torre dell Orologio en Plaza San Marcos (Venecia). iStock

Historias

El efecto Barnum o por qué tendemos a creer fácilmente lo que dice el horóscopo sobre nosotros

“Tiendes a ser crítico contigo mismo” es un ejemplo de frase que puedes encontrar en las predicciones de astrología. 

2 mayo, 2023 01:36

“Prefieres el cambio y no te gusta sentirte limitado en lo que puedes hacer”. Esta frase, como muchas otras que se encuentran dentro de los horóscopos diarios, podría describirte a la perfección. Incluso podrías considerarla muy precisa. Y no es de extrañar.

Es lo que se llama efecto Barnum o efecto Forer, un fenómeno psicológico que explica por qué las personas creen en las descripciones genéricas como si fueran descripciones precisas de su personalidad única. O dicho al revés, las personas piensan que la información es sobre ellos cuando en realidad la información es genérica. 

El nombre del fenómeno viene del empresario y showman estadounidense Phineas Taylor Barnum —o PT Barnum—, más conocido por cultivar el arte del engaño y por haber sido el fundador del circo Barnum & Bailey a mediados del siglo XIX. Su vida inspiró la famosa película El Gran Showman, protagonizada por Hugh Jackman, Zac Efron o Zendaya. 

Su frase “Hay un tonto que nace cada minuto" fue la que inspiró el nombre de este efecto. Y aunque no se sabe si alguna vez dijo estas palabras, se refiere a la tendencia de los seres humanos a ser crédulos y a atribuirse a sí mismos descripciones generales. Casi nadie se ha librado de las redes de este efecto. 

Solo quiero escuchar lo bueno

Este fenómeno psicológico fue descrito por primera vez por el psicólogo clínico estadounidense Paul Meehl en 1956, cuando se quejó de que otros psicólogos hacían afirmaciones generales a sus pacientes. Sin embargo, fue unos años antes, en 1948, cuando fue investigado por el profesor Bertram R. Forer, de ahí su nombre intercambiable. 

El psicólogo realizó un experimento sobre la falacia de la validación personal. Les pidió a sus estudiantes que se hicieran una prueba de personalidad y se les dijo que cada encuesta sería evaluada por separado. Sin embargo, Forer dio la misma respuesta a todos con un párrafo lleno de afirmaciones genéricas sin avisarles. Utilizó frases como “tiendes a ser crítico contigo mismo”, “la seguridad es uno de tus principales objetivos de la vida” o “a veces tienes serias dudas sobre si has tomado la decisión correcta”. 

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Después de recibir los comentarios, los alumnos de Forer tuvieron que calificar la precisión de sus perfiles con una escala del 0 (pobre) al 5 (perfecto). Los resultados no arrojaron ninguna duda. Con una media de 4,3 sobre 5, los estudiantes consideraron que la descripción era muy precisa sobre su personalidad. 

Forer concluyó que los resultados podrían atribuirse a la tendencia de los seres humanos a ser crédulos y confirmó el llamado principio de Pollyanna, que se conoce comúnmente como sesgo de positividad. Por lo general, según han hallado los estudios realizados, el efecto Barnum suele funcionar mejor cuando se trata de descripciones positivas, lo que significa que cuando se trata de comentarios más críticos, suelen recibir más escepticismo por parte de las personas. 

Así, las personas están más predispuestas a aceptar elogios, incluso si se trata de afirmaciones vagas y generales, y, en cambio, tienden a rechazar las críticas con una mayor facilidad. Un ejemplo de este sesgo, tal y como señala la neuropsicóloga e investigadora Deniz Yerebakan, está en el cambiar ligeramente la formulación de una frase:

  1. Eres muy malo para escuchar y no tomas en serio a otras personas cuando tienen una idea. 
  2. Eres un pensador independiente al que le gusta pensar fuera de lo establecido cuando resuelve problemas.

Casi todos elegiríamos la segunda frase. Y esto, explica Yerebakan, es porque la mayoría preferimos tener más la cualidad de la segunda personalidad. “Así funciona nuestro razonamiento a la hora de manejar horóscopos y tests de personalidad; nos gusta el más simpático”, indica la investigadora.

Astrología y magia a la carta 

El horóscopo es quizás el ejemplo más común y antiguo del efecto Forer. Desde hace más de 2.000 años, los horóscopos han atraído a millones de personas en todo el mundo y han tenido una popularidad increíble. Estos proporcionan diariamente o semanalmente lecturas y predicciones para los doce signos: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario, Piscis.  

Los horóscopos varían en contenido, pero generalmente ofrecen descripciones generales de los rasgos de personalidad de un grupo de personas y, al mismo tiempo, brindan predicciones futuras sobre cosas relacionadas con la carrera, la vida amorosa o la familia. 

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"Solo para ti" 

Más recientemente, plataformas digitales como Netflix o Spotify han adoptado esta misma estrategia para dar funciones personalizadas. Cada usuario recibe listas o vídeos recomendados bajo la etiqueta de “solo para ti” a pesar de que puede que cientos de personas hayan recibido las mismas recomendaciones. 

Tal y como señalan desde The Decision Lab, “el aprendizaje automático [los algoritmos] ayuda a desarrollar estas recomendaciones generales, pero también se combina con éxito con el efecto Barnum para ofrecer productos personalizados con éxito”. 

Para evitar el impacto de este fenómeno en nuestras vidas, ya que puede afectar en nuestra toma de decisiones y razonamiento, Yerebakan señala que es necesario ser conscientes de la presencia de este sesgo en nuestra vida diaria para minimizar su impacto.  “Al hacer esto, podemos aprender a ser más escépticos cuando recibimos comentarios sobre nosotros mismos”, concluye la neuropsicóloga.