Si hay un fenómeno meteorológico que fascina a los fotógrafos y a los buscadores de estampas espectaculares, ese es el arcoíris. Un gigantesco arco de siete colores —rojo, naranja, amarillo, verde, añil, azul y violeta— que otea el horizonte y que ha sido objeto de fotografía para millones de personas.
Y el mejor lugar para verlo, según un estudio, es Hawái. Los ingredientes esenciales de un arcoíris son la combinación de dos factores: lluvia y sol. En el quincuagésimo estado de los Estados Unidos, abundan ambos. No en vano, el arcoíris es un elemento fundamental para la cultura hawaiana.
Este fenómeno meteorológico multicolor aparece en sus matrículas de coche, en el nombre de los equipos deportivos del archipiélago y en los negocios locales. También hay numerosas referencias lingüísticas. Por ejemplo, hay palabras para describir los diferentes tipos de arcoíris: los que se adhieren a la Tierra (uakoko), los ejes de arcoíris erguidos (kāhili), los arcoíris apenas visibles (punakea) o los arcoíris lunares (ānuenue kau pō), entre otros.
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“En la mitología hawaiana, el arcoíris es un símbolo de transformación y un camino entre la Tierra y el Cielo, como lo es en muchas culturas alrededor del mundo", señaló Steven Businger, profesor de la Escuela de Ciencias y Tecnología del Océano y la Tierra de la Universidad de Hawái Manoa y autor de este estudio.
Tampoco hay que olvidar la famosa canción del fallecido Israel Kamakawiwoʻole, Somewhere over the Rainbow. "En algún lugar más allá del arcoíris; Pájaros azules vuelan; Y los sueños que soñaste; Sueños realmente se hacen realidad", decía la canción.
El secreto de Hawái
El estudio en cuestión, The Secrets of Best Rainbows on Earth (El secreto de los mejores arcoíris en la Tierra), explica que, para ver un arcoíris en un terreno llano, el sol debe estar a unos 40 grados del horizonte. A medida que el sol se eleva durante la mañana, la altura del arcoíris disminuye hasta que no se ve ninguno en el horizonte. El patrón se invierte cuando el sol se pone por la tarde.
Según el artículo de Businger, se tratan de “miles de millones de gotas de lluvia distribuidas a lo largo de un cono en los ángulos de visión correctos" que "contribuyen al fenómeno que percibimos como un arcoíris primario”.
En el caso de Hawái, los arcoíris se pueden ver durante largos minutos e incluso horas. La principal razón, indicó Businger, es por su ubicación en el Pacífico subtropical, lo que la hace susceptible a los vientos alisios del noroeste. Estos vientos traen lluvias poco frecuentes con cielos despejados entre las precipitaciones, lo que crea condiciones óptimas para observar el arcoíris en esta parte del mundo.
Pero esta no es la única razón. Businger describe otros cuatro factores adicionales que afectan a la prevalencia de este fenómeno en el archipiélago. “Por la noche, una superficie cálida del mar calienta la atmósfera desde abajo, mientras que la radiación al espacio enfría la parte superior de las nubes, lo que resulta en lluvias más profundas por la mañana que producen el arcoíris a tiempo para el desayuno", dijo Businger en un comunicado que acompañó al estudio.
Las montañas también redirigen los vientos al cielo, creando nubes de lluvia en un lado mientras que en el otro está despejado para ver el arcoíris. “Sin montañas, Hawái sería un desierto con una escasa precipitación anual de 17 pulgadas”, indica el artículo.
Un tercer factor propiciador es el calentamiento diurno, que impulsa las circulaciones a escala de la isla. Durante los periodos de vientos más ligeros, se forman lluvias ligeras alrededor de las montañas, creando las condiciones perfectas para los arcoíris al atardecer. Finalmente, para Businger, otro elemento esencial en este fenómeno es el aire “excepcionalmente limpio y libre de contaminación, polvo continental y polen” de Hawái gracias a su ubicación remota.
En busca del arcoíris
Businger ha creado una aplicación para teléfonos móviles con acceso a datos del radar Doppler y datos satelitales de alta resolución con el objetivo de alertar a sus usuarios sobre cuándo las condiciones cercanas son propicias para el avistamiento de arcoíris.
La aplicación, llamada RainbowChase, está disponible en su página web y se puede descargar de forma gratuita. Por el momento, está restringida a Hawái, la costa este de los Estados Unidos, Idaho, Nevada y Utah. Aunque los creadores quieren expandirlo al resto de Norteamérica y también a otras regiones del mundo como Europa y Asia.